Otra
aproximación a los procesos de musealización del fenómeno trashumante puede
realizarse a partir del monográfico sobre museos españoles dedicado por la
revista Anales del Museo Nacional de Antropología (II de 1995), en el que se
incluyen interesantes aportaciones sobre los museos etnográficos desde el XIX,
pasando por los conjuntos museo- gráficos de comunidades autónomas como las de
Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha,
Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Mallorca, Murcia, Navarra, País Vasco,
Rioja o Valencia, integrados por museos de titularidad pública, privada y
también los desarrollados por departamentos universitarios.
Recientemente
han ido apareciendo distintos museos dedicados monográficamente a la
trashumancia en varias localizaciones, como las de Oncala (Soria), Guadalaviar
(Teruel), Piqueras (Rioja), Naraval -Tineo (Asturias), Masegoso (Guadalajara),
Caldearenas (Huesca), Uztarroz (Navarra), Legazpi (Guipúzcoa) o Tornavacas
(Cáceres) Varios de ellos proceden de iniciativas de asociaciones culturales
apoyadas por ayuntamientos, otros se originan por la acción de asociaciones
locales en colaboración con instituciones autonómicas, otros tantos proceden de
actuaciones de comunidades autónomas, en tanto que algunos más se deben a
iniciativas particulares. En todos lo casos, salvo en la última tipología, su
mantenimiento se verifica con ayudas públicas al efecto.
Existen,
además, otras tantas entidades museísticas en las que si la trashumancia no es objeto directo de la musealización, si está muy
presente en los contenidos. Se trata de varios museos etnográficos en los que
la trashumancia es abordada de forma preferente
Tal y
como ocurre en el Museo Etnográfico Provincial de León (El pastoreo, función la
Trashumancia y la Trasterminancia), Museo Etnográfico de La Tercia y Arbas de
Villamanín, León (Formas de vida: la Trashumancia), el Museo Etnográfico de la
Lechería en Morcín, Asturias (Costumbres agropecuarias), el Museo Vortell de
Malpartida de Cáceres sito en un lavadero de lanas del siglo XVIII o el Centro
Etnográfico Pérez Enciso en Plasencia (Etnografía cacereña)
Con
independencia del tratamiento museográfico del fenómeno de la trashumancia, hay
que reseñar que otro factor clave para la difusión del mismo como aliciente
turístico es el de la celebración de fiestas, ferias y encuentros monográficos.
Algunos tienen antecedentes históricos con valor de tradición, muy vinculados a
ferias comerciales antiguas (Porto (Zamora), Teruel, Navarra, Mallorca,
Guipúzcoa o Huesca), en las que en la actualidad sigue primando el valor de los
intercambios comerciales habidos en las mismas, junto a muestras de ganado,
venta de productos locales y demostraciones de habilidad ganadera: pastores,
perros ganaderos, artesanías pastoriles,…
Otras
se inician en los años ochenta y
noventa del anterior siglo, como resultado de la
actuación de personajes singulares que, procedentes del mundo ganadero y de la
cultura trashumante, propician el desarrollo de fiestas de la
trashumancia: éste es el caso de la de Somiedo, que reivindica la
tradición de los trashumantes vaqueros de alzada con
jornadas, celebraciones festivas, muestras de
ganado, etc., las oscenses jornadas de pastoralismo
centradas en el mundo pirenáico y del somontano, la turolense «Vive la
trashumancia» de la mano de grupos gremiales como el Ligallo de Pastores en
asociación con ayuntamientos de fuerte
tradición ganadera, o como internacionales.
Como
resultado de una generalizada puesta en valor del fenómeno trashumante, que se
empieza a perfilar desde finales de los noventa, empiezan a aparecer desde el
tránsito del milenio una treintena de manifestaciones que reivindican la trashumancia
como fenómeno vivo, con sus correspondientes implicaciones económicas,
territoriales, culturales y antropológicas, puestas de manifiesto en encuentros
ferias, fiestas, jornadas, congresos, etc., tanto de carácter nacional como
internacional.
Un
conjunto de actuaciones debidas a grupos locales de interés, grupos culturales
o universitarios, grupos gremiales y acciones de corporaciones municipales, han
cristalizado en eventos que empiezan a sumar sucesivas ediciones en las que el
número de asistentes crece de forma notable y continuada.
Ejemplos
paradigmáticos al uso, pueden considerarse los encuentros internacionales de
pastores trashumantes que como el de Guadalaviar sumará ya en 2007 siete
ediciones, con una extraordinaria calidad de las actividades llevadas a cabo,
con la invitación a delegaciones de pastores trashumantes del pueblo Sami
(Finlandia), indios Crow norteamericanos, ganaderos nómadas africanos de Kenia
o Tanzania, vaqueros de los Alpes, pastores trashumantes de Mongolia, etc.,
junto a otras actividades culturales (Conferencias, demostraciones de habilidad
pastoril, cultura y artesanía pastoril) o académicas (Jornadas monográficas,
publicación de monografías, reuniones de grupos de investigación, etc.), todo
ello en el marco de celebraciones locales veraniegas, con una gran afluencia de
público venido de diferentes procedencias y contando con una estimable
repercusión mediática en periódicos, televisiones y emisoras de radio.
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