NOMBRE: María Dolores Antón Bolaños
BIBLIOGRAFÍA: Manual del huerto urbano (para el aula
CAMON)
ENLACES
DE INTERNET:
Si tuviera que ponerle cara a la implicación
social y al amor por la naturaleza, sin duda, sería la de María Dolores Antón
Bolaños, “Mariló”. Estudió Medioambientales en la Universidad Miguel Hernández
de Elche y desde entonces ha formado una gran trayectoria medioambiental. Las
iniciativas en las que más tiempo e ilusión invierte son los huertos urbanos,
docencia de agricultura ecológica y concienciación y puesta en práctica social.
Mariló ha realizado gran número de
conferencias y ponencias en congresos y cooperado con iniciativas
subvencionadas con fondos europeos; pero no son sus logros oficiales los que
quiero recalcar en este tributo, sino la labor social y medioambiental que
consigue dedicando su vida a ayudar y concienciar a la gente de a pie.
Ahora mismo coordina y gestiona la educación
ambiental en dos huertos ecológicos urbanos en la ciudad de Elche, el más
famoso de ellos se llama Huerto de la
Cuerna. En él coordina y realiza visitas y prácticas escolares, imparte
cursos de agricultura ecológica universitarios y ayuda a un gran número de
jubilados que tienen allí su pequeño rincón donde plantar sus hortalizas.
El Huerto de la Cuerna nació gracias a la
asociación de vecinos y cuenta con la participación y colaboración de varios
colegios y de la Universidad.
Gran parte de la ilusión y energía de Mariló
se enfoca en despertar la curiosidad de los niños para que se preocupen por
conocer y proteger el medioambiente. Cada curso escolar que participa en el
proyecto acude una hora por semana en horario lectivo. Una vez aquí, aprenden a
poner en práctica todo el proceso agrícola: desde la siembra hasta la recolección
del producto ecológico. De una forma divertida disfrutan y descubren que su
esfuerzo traerá una recompensa: productos ecológicos con sabores y olores muy alejados
de lo que están acostumbrados y conseguidos de una forma respetuosa para el
medioambiente.
En cuanto a los jubilados, encuentran en
este lugar un espacio donde poner en práctica su afición a la agricultura,
relacionarse y conocer gente con sus mismos intereses y, ¿por qué no?, volver a
su infancia usando las respetuosas técnicas agrícolas que usaban sus padres y
sus abuelos.
Su trabajo abarca todas las edades. Para
ello, también realiza dos cursos anuales de agricultura ecológica destinados a estudiantes
de la Universidad Miguel Hernández y voluntarios que se intriguen por estas técnicas,
combinando teoría y práctica.
Serían necesarias muchas más páginas para
abarcar la gran labor medioambiental que realiza nuestra homenajeada, pero no
me gustaría terminar sin mencionar su implicación en la lucha en defensa del
medioambiente: organización de campañas de limpieza de bosques y dunas,
participación en reforestación, coordinación de intercambio de semillas,
participación en BiciCrítica Elx y un
largo etcétera que combina con su pasión por la ornitología.
Yo fui uno de los voluntarios a los que le
picó el gusanillo de la agricultura ecológica. Allí fui testigo de la ilusión,
vocación e implicación de esta activista incansable. De ella he aprendido que
la pasión por el medioambiente no sólo puede llegar a ser un trabajo y un
hobby, sino también un bonito estilo de vida.
Gracias
por todo, Mariló.
Por Pedro Torres Mora
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