21 de Enero de 2013 Juan Luís Reguilón Jl Jlr me lleva a una zona
a 1.400 sobre el nivel del mar, donde lleva dos años encontrando rastros de
lince ibérico en Madrid, y efectivamente cómo este naturalista carpetano me
cuenta encontramos rastros que cruzan una carretera, otros que se suben a los
muros de piedra y otros en las cercanías de un pueblo, además de rastros de sus
presas liebres y conejos, impresionante el trabajo de campo de este amante de
los animales que lleva cinco años desvelando los secretos del sabio lince en
esta provincia, gracias amigo por enseñarnos.
Y es que salir al campo con un amigo y una persona curiosa hacia
la naturaleza es gratificante y fructífero, y reconozco que fue el la persona
que me abrió los ojos sobre el lince en Madrid. La peculiaridad del hábitat
lincero en esta zona del Sistema Central con respecto a otras, es la presencia
de varias nevadas en el año, lo que hace que este naturalista comenzarse a
percatarse de la presencia del felino en Madrid hace más de cinco años que fue
cuando comenzó a estudiarlo, lo que le ha convertido en un gran experto. Es un
orgullo compartir jornadas de campo con Juan Luís pues según vamos avanzando
por la nieve, te va explicando las peculiaridades del rastreo en este medio.
Cómo que la nieve por sus características es el sustrato más interesante e importante para el rastreo de mamíferos en general, cómo lo prueban numerosos estudios en Norteamérica con el lince canadiense y el lince rojo o bobcat y en Europa con el lince boreal, ya que permite seguir rastros completos durante cientos de metros o incluso kilómetros, y “ver” lo que hace el animal. Juan Luis dice que lo más importante al mirar un rastro es la “actitud del rastro”, distinguiendo la pata delantera, más grande, de la trasera. También pudimos contemplar gracias a sus explicaciones, cómo ha veces, los linces vuelven pisar a la vuelta sobre los rastros de la ida. Que pisan con las patas traseras sobre el rastro de la delantera al paso. Otros aspectos relevantes, cómo es que el felino tiende a ir subiéndose por piedras y tapias de piedra, bien para otear a sus presas desde una posición elevada, cómo para evitar pisar la hojarasca del bosque que produce ruido en sus campeos de caza. Y otros muchos aspectos del comportamiento del felino que ha ido estudiando y aprendiendo durante estos años siguiendo los rastros del animal.
En definitiva cada día que
se sale al campo se aprende algo y cada vez que salgo con mi amigo es así,
estupendo. Aparte de todo, vimos muchos animales, un águila real adulta de una
pareja cercana que conozco nos estuvo acompañando casi toda la mañana con su
vuelo imponente y Juan Luís me presento y tuve el privilegio de conocer al
bisnieto de unos los más conocidos “loberos” de la comarca que conocía muchas
historias, que aún conservaba aquellos cepos loberos que usaba su antepasado en
los años 40 del pasado siglo ahora elementos decorativos y que atesoran conocimiento
y secretos de lobos. Aunque en esta ocasión aprendí un poco más del lince, ese
animal aún muy desconocido y que espero que Juan Luis algún día desvele en algún
libro.
Hola.
ResponderEliminarEn primer lugar felicitarles por el contenido divulgativo de este blog. Adjunto enlace en mi blog adn-dna sobre la campaña de WWF para proteger a esta especie.
http://adn-dna.blogspot.com.es/2014/05/369-una-joya-de-la-naturaleza-en-lucha.html
Un cordial saludo.
http://www.abc.es/espana/madrid/abci-madrid-apuesta-lince-201606142256_noticia.html
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