“SIERRA
OESTE DE MADRID”
Zona
Especial de Conservación
“Cuencas de los ríos Alberche y Cofio”
En el anterior
post explicamos como es y características tiene la Z.E.C. “Cuencas de los ríos
Alberche y Cofio”, el espacio natural protegido mejor conservado de toda la
Comunidad de Madrid.
En esta ocasión
para poner en valor este espacio natural
protegido nos hemos lanzado al campo “a pide de obra como se suele decir”, para
ello hemos practicado el recorrido por una de las sendas menos conocidas de
esta Z.E.C, la Senda
del Alto La grajilla al Altolamira.
"SENDA ALTO DE LA GRANJILLA AL ALTOLAMIRA"
Distancia: 7.48 KM Desnivel 200 M Tiempo: 3:10 KM
Una vez preparado el equipo no muy pesado pero con las cosas
necesarias por si ocurriera un imprevisto no deseado o accidente (agua, comida,
ropa adecuada y de abrigo, mapa, brújula teléfono móvil etc.), nos trasladamos al punto de inicio a través de la
M-501 hasta la intersección con la M 541, cuando veamos una pequeña
estación eléctrica, habremos llegado al alto La Grajilla, lugar donde
estacionaremos nuestro vehiculo.
Desde este punto iniciamos el ascenso al alto la mira no sin antes darnos cuenta que estamos en un bosque reforestado de pino de rodeno (Pinus Pinaster) y Pino piñonero (Pinus Pinea), donde se salpica con otras especies en el sustrato arbóreo como la encina (Quercus ilex) enebros (Juniperus communis) con otras del sustrato arbustivo como son Jara Pringosa ( Citus Ladanifer), Jara Blanca ( Citus Populifolius) abundante en esta zona, Tomillo (Thymus Vulgaris) y Romero (Romarinus officinalis).
Mientras realizamos el ascenso observamos que el bosque tuvo mejores tiempos donde los aprovechamientos forestales y en concreto la del pino rodeno con su resina y madera eran realizados antaño por esta zona. Actualmente los pocos tratamientos selvicolas que se realizan en el lugar son en prevención de incendios forestales, realizando clareos en los caminos y pistas forestales por los retenes forestales ubicados en el lugar, esto por lo menos da lugar a que los restos de poda sirvan de abrigo y generador natural de biodiversidad.
También se observa que la encina
recupera el terreno que le fue arrebatado por el aprovechamiento forestal
brotando cepa.
Una vez culminamos la ascensión al alto
Lamira con una altitud de 1044
metros donde las
vistas son inmejorables y sin duda la subida ha merecido la pena con creces, el
punto lo corona un repetidor y punto geodésico.
Mientras hacemos una merecida parada nos
disponemos a dar cuenta de un jugoso sándwich y una naranja mientras
disfrutamos de la visión magníficos lugares en los cuatro puntos cardinales muy
interesantes y llamativos que a continuación detallaremos.
El único punto negativo es ver restos
de latas de refresco muy oxidadas que demuestra lo que tarda la naturaleza en
destruir este tipo de residuos dejados por el hombre. Una mezcla de
sentimientos se despiertan en mi pensamiento
al ver esta situación, sentimientos de impotencia y tristeza pero que
dejo en lugar para que por lo menos sirva como reflexión a otros excursionistas
como ha ocurrido en mi caso.
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Vista con orientación
Oeste, donde se puede observar nevado al fondo la Sierra de Gredos con el pico
Almanzor (1), un poco mas a la derecha
Pico Castilla (2), mas a la derecha
Cerro de Guisando (3) donde a sus pies esta los famosos toros, y mas a la derecha se observa la localidad de
San Martín de Valdeiglesias (4). A la
izquierda de la Sierra de Gredos se puede ver Cerro Cadalso donde a sus pies se ven las
canteras de granito aun en funcionamiento (5) y detrás de esta Peña Ceniciento, en la cual existe un altar de piedra de origen Visigodo(6).
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Vista con orientación norte, donde se
observa al fondo el parque nacional de la Sierra de Guadarrama (1), más próximo
el pico de la atalaya (2), en un plano medio el pantano de San Juan (3),
pudiéndose intuir algunas casas diseminadas entre los árboles de la población
de Pelayos de la Presa
(4).
Restos
de latas de refresco en un avanzado estado de oxidación de muchos años.
Cuando comenzamos el descenso lo
hacemos atrochando por uno de los tipos de tratamiento que se realizan por
motivo de incendios forestales, el cortafuegos, y observamos con varios metros de separación surcos
transversales para que el agua de escorrentía fluya en la dirección como si
fuera de forma natural.
Salvado el mayor tramo de desnivel por
el cortafuegos continuaremos cogiendo de nuevo la pista forestal no sin
llevarnos un par de gratas sorpresas que con suerte al caminante atento le
puede deparar la naturaleza, por un lado pudimos contemplar en uno de los
márgenes del camino el acoplamiento de copula (amplexo) de una pareja de sapos
corredores (epidalea calamita), y por otro un tipo de coscoja (Quercus
cuccifera), en una vaguada sombría al abrigo de vientos y temperaturas.
Para terminar nos despedimos de esta maravillosa una de las menos famosas y menos transitadas que tiene esta Z.E.C. pero que sin duda no deja indiferente al caminante debido al entorno que nos rodea aunque tras un minuto para recuperar el aliento nos damos cuenta que la senda está muy poco equipada solamente mencionar alguna señal de tipo GR nos pudimos topar en nuestro camino, sin embargo no era difícil para caminante si no te salías de la pista forestal por la cual estuvimos bordeando todo el rato.
Y como no, despedirnos del tan famoso selfie
con las preciosas vistas que dejamos a nuestras espaldas del tan mencionado en otros tiempos del valle de
las iglesias, debido a su buen vino e iglesias que allí había, conocido hoy
como San Martín de Valdeiglesias.
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