EL ALGARROBO
Debido a la
introducción del regadío, y el bajo precio de los frutos de secano, el cultivo
del algarrobo (Ceratonia siliqua), ha ido poco a poco dejándose en el olvido,
por los agricultores de la zona.
La montaña
del “Castell dels Alcalans” y sus
inmediaciones es una muestra de dicho declive del cultivo del algarrobo. Aún
podemos observar tanto si visitamos la zona a pie como circulando por la
carretera de Real a Llombai, los algarrobos abandonados al pie de la montaña.
Son
numerosos los ribazos hechos a mano que se pueden observar, los cuales servían
para sujetar en terreno y poder cultivar esta especie. Se recogían las
algarrobas a mano ya que los animales no podían subir con los aperos hasta
donde se encontraban los árboles, ya que el peligro de accidente era constante.
Como ya hemos dicho, las algarrobas se recogían a mano y se ensacaban en sacos
de mimbre o esparto hechos también a mano, los cuales cuando estaban llenos se
bajaban a donde se encontraban los animales, mulas la mayoría de los casos, con
los carros, para su posterior transporte a casa.
La algarroba
es un fruto de tonalidad oscura en su madurez y verde claro cuando aún está
formándose, de 10 a 15 cm de longitud, y el fruto es una vaina coriácea, las
semillas del cual, tienen una durabilidad de hasta unos 10 años sin perder sus
cualidades de germinación.
Debido al
terreno en el que se cultivaban estos frutos, las algarrobas no eran de tamaño
muy grande ni de mucho peso, pues los árboles tampoco podían hacerse muy
grandes por la mala calidad del suelo. Por eso, las algarrobas se gastaban como
comida para los animales de casa, mulas y burros en su mayoría, los cuales se
les suplementaba la comida también con algo de paja y alfalfa que se cultivaban
los propios agricultores también.
Las
algarrobas de mejor calidad, se vendían, a buen precio, para la elaboración del
chocolate y también para algunos fármacos, ya que antes no existía el chocolate
de cacao que tenemos ahora en cualquier supermercado, por lo que se gastaban
las algarrobas para su fabricación.
Por ello el
precio de las algarrobas era alto, es decir, era rentable su cultivo, según los
agricultores de la zona el precio de antaño no tenía nada que ver con el de
ahora, que es una miseria, no llega ni a 0’2€ el kilo.
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