lunes, 27 de noviembre de 2017

Alcornoques... testigos de otro tiempo



Nuestra sierra aún guarda tesoros escondidos, árboles que hablan de otro tiempo, donde el hacha y la sierra no habían hecho tanta mella, tiempos más húmedos en que los montes de  rodeno estaban poblados de alcornoques, siendo la principal masa forestal, hoy en día es un privilegio poder contemplarlos, quedando relegados a umbrías y barrancos, algunos en cunetas solitarios, y otros que tal vez solo conozcan jinetas y arrendajos y utilicen como casa o despensa.


Fotografía del autor


El alcornoque ( Quercus suber ) necesita suelos silicios para crecer, ( rodenos ) característicos por su color rojizo y arenoso, o calizas descarbonatadas, es una especie capaz de sobrevivir a los incendios gracias a su preciada capa protectora, necesitando  de un clima sub-húmedo, cada día menos frecuente en la sierra, aunque  por suerte, aún guarda algunos rincones que brindan cobijo a nuestro árbol del corcho.


Fotografía del autor


En término de Marines, el  paraje conocido como "el Arcornocal" nos ofrece magníficos ejemplares de la especie, gigantes, que vieron pasar antaño rebaños trashumantes por el collado hacia la zona de la Olla, donde crecen almendros y olivos y pasarían el invierno. En toda la zona podremos observar alcornoques, pinos rodenos, carrascas y madroños, un rincón al que recomiendo  acceder mediante un bonito sendero, el cual conserva tramos de su empedrado original, que nos acerca hasta aquí desde la población de Marines, y la une con el poblado morisco.
Os dejo el enlace del sendero que además os mostrará otras cosas interesantes del recorrido.

Sendero PR-CV 8


Fotografía del autor


Pero sin duda donde mejor se  conserva el alcornocal  es en Tristán, el Gorgo y Peñas Altas , en el corazón de la sierra, siguiendo los pasos de la colada de la Mojonera.
 El Mas de Tristán es una antigua casa de obreros forestales, ubicada  junto a un  área recreativa con grandes cipreses y bancales de cultivos abandonados, aunque hay quien cuenta que es mucho mas antigua, siendo casa de postas entre las dos cartujas de la sierra, procurando pernocta y comida a monjes y criados.


Montemayor a la izquierda y Peñas Altas a la derecha
Fotografía del autor


 Justo aquí, muy cerca del área de especial protección, un  sendero señalizado nos conduce por este tupido bosque de alcornoques, nos permite ascender a picos como el Gorgo y Tristán, del que tendremos buenas panorámicas de Peñas Altas y el Montemayor, incluso Peñagolosa, y a sus pies, el barranco de Villuela, que también cuenta con buenos ejemplares.
Peñas Altas
Fotografía del autor 


Además, muy cerca y siguiendo los pasos del citado itinerario pasaremos por el barranco de la Saladilla, donde crecen  parientes del alcornoque, el roble valenciano o quejigo, ( Quercus fagínea ) muy poco frecuente  en la sierra.



Alcornoques descortezados
Fotografía del autor


Ejemplar descortezado
Fotografía Gabi Valero







Hoy en día la producción de  corcho es escasa  en la sierra, aunque  aún podemos observar algunos ejemplares descortezados a manos de  nuestros vecinos de Espadán, donde nuestro árbol es protagonista, realizando esta ancestral tarea y que es de agradecer, pues ayuda en su conservación y mantiene   oficios ya casi perdidos.

Por aquí transcurre el GR-10 uniendo los municipios de Gátova y Serra, finaliza el PR-CV 8, y llegan pistas forestales y caminos de otros lugares como Masía Ferrer, por lo que tenemos un gran abanico de posibilidades senderístas y marchas en BTT



alcornocal zona la jabonera
Fotografía del autor

2 comentarios:

  1. Siempre son una sorpresa ver estas rutas de tanta belleza!! Deseando salir a recorrerlas!!
    Siga asi!!

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  2. Quin lloc més bonic per anar a gaudir de la natura,i contemplar eixos magnífics arbres abans que desapareguen dels nostres boscs

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