martes, 22 de noviembre de 2022

APROVECHAMIENTOS DE LA SIERRA

 

Además de los aprovechamientos clásicos de los pastos y de leña, los habitantes del entorno de Badaia intentado explotar otros recursos.

CAZA

La caza ha sido un entrenamiento muy habitual entre los habitantes de Badaia. Hoy en día, uno de los animales más abatidos en la caza es el jabalí.



De él dicen en Kuartango que uno de sus alimentos es la carroña, incluida la carne de animales muertos por un rayo. Años atrás había pocos jabalíes, porque las enfermedades porcinas los diezmaban.

Cazarlos con escopeta no es excesivamente difícil. Hace años no contaban con estas armas, por lo que recurrían a cepos y lazos.

También a otros métodos más arriesgados; perseguían las piezas con perros, los cuales terminaban por inmovilizarlos, finalmente el cazador lo mataba a cuchillo.

Ha sido frecuente colocar sus pezuñas a las puertas, a modo de protección, al menos hay constancia de que se hacía en Kuartango, Zuia y Ribera Alta.

La atracción que sufren los jabalíes hacia los campos sembrados ha llevado a las sociedades de caza, a buscarlo es alimento para evitar que bajen a las fincas. Un ejemplo tenemos en Mendoza, donde siembran trigo en una finca en Pozo Rojo con este fin. Además, han cercado el pozo para que dispongan de agua. Con alimento y agua tratan de evitar que se desplacen a lugares donde causen daños.

Los jabalíes se alimentan de pan de haya, bellotas, maíz, ratones, raíces...También cereales, como el trigo y la avena, a condición de que no tengan rampas (como el centeno).

Si las madres tumban el trigo es para que lo puedan comer las crías.

Cuando se alimentan en una finca no suelen hacerlo en los bordes, sino lo interior, para pasar desapercibidos.

En caso de necesidad, también comen, remolacha, dicen que, cuando se alimentan de ella, es para refrescar la boca.

La liebre era otro de los animales cazados. Además de recurrir a la escopeta, con frecuencia utilizaban lazos.

Badaia ha sido un buen lugar para la caza de palomas. Así sucedían también en la ladera del norte de la sierra. Una de las maneras de cazar la era con cimbel. Buscaban dos ramas con horquillas paralelas y con el cielo un poco despejado de ramaje. Entre ellas colocaban un palo. Perpendicular a este buscaban propia propiamente el cimbel. El cimbel era un palo largo, terminado en una pequeña plataforma donde situaban a la paloma. La posibilitaban que se pudiera amarrar aquella plataforma de madera, bien abriendo unos pequeños surcos en la madera, bien colocando unas cuerdas. Era mejor poner una paloma torcaz que una casera, aunque había que enseñarle a no caerse de la plataforma, por eso con la paloma elegida, ensayaban el gesto de caída que después harían el cimbel. Colocaba la paloma en el cimbel, esperaban a divisar las torcaces. Cuando llegaban, el cazador tiraba de una cuerda, accionando el cimbel hacia abajo, provocando el aleteo de la paloma en su intento de evitar la caída. Las torcaces, al ver a la paloma, pensaban que era un buen lugar para comer y descansaban del largo viaje.

MIEL

A las abejas le gusta vivir y trabajar en la oscuridad, por ello, si se tienen alguna apertura, ellas mismas lo cerrarán. Para que las abejas salgan de la colmena tiene que hacer buen tiempo, si está nublado, o lloviendo con frío, no salen. Se mueven en un radio de unos 3 km a la redonda del enjambre.

Hay años en los que tienen poco alimento, como este año, entonces llevan tierra para rellenar las celdas del panal y alimentarse con ellas. Las abejas duran 5 o 6 meses.

La reina por el contrario unos cuatro años, su capacidad de producción de huevos es impresionante unos 2000 al día.

Los zánganos son más grandes que las otras abejas. Según contaban los mayores, una de sus labores era transportar agua. En cuanto llega una época de carestía de alimentos, los zánganos son los primeros en ser sacrificados.

Colmenas en Ziharte


Las abejas tienden a robar a otros enjambres. Primero penetra una, después otra y, finalmente, acudirán muchas más a robar en otras colmenas, si es que ven la posibilidad.

 A las abejas no les gusta el ruido. Si se hace una labor que conlleve cierto ruido cuando ellas se entran, se corre un gran riesgo de que ataquen al que lo realiza.

No solo el ser humano es aficionado a la miel. Otros animales, como el ratón, también disfruta de su néctar. Si logra entrar un ratón dentro de la colmena, no dejará nada de miel las abejas se marcharán.

Para que no penetrasen, se recubría toda la rendija de boñiga de vaca y se dejaba muy poco abierta la piquera.

Otro animal temible para las abejas es la lagartija, aficionada a devorar los huevos de la abeja reina.

También es nefasto para las colmenas el arañuelo. Según unos, es el gusano de la mariposa blanca, que trenza una tela que va acaparando la colmena, para otros, es un tipo de araña que penetra en la colmena y hace muchas telas, dejando el lugar muy sucio, impidiendo que las abejas hagan miel y obligatorias a marchar.

Llegando todos Los Santos, es el tiempo de la recogida de la miel. Pero, como manda la tradición; "hay que ser abejero, no mielero" o como como también se dice, "el abejero no tiene que ser goloso", es decir, si es más avaricioso y coge demasiada miel a las abejas, estas morirán en invierno.

Por el contrario, si cuidan bien a las abejas, ella sabrá recompensarle con su rica miel por largo tiempo. El mejor momento para elaborar la miel esa menguante.

 Cuando la abeja tiene mucho brezo para alimentarse sale buena miel. Si no tiene brezo, la abeja acude a la zarza.

El pino le dará mal sabor a la miel.

Era frecuente que los viejos árboles de Badaia, de tronco hueco, se asentaran los nuevos enjambres.

Un enjambre, aposentado temporalmente en un lugar, no se cogía cuando hacía calor, sino al anochecer, cuando estaban más tranquilas las abejas.

Al mediodía, para protegerlas del sol, se colocaban una manta haciendo sombra.

La miel es buena para cuidar la piel, para el estreñimiento de los niños, también se utilizaba para las quemaduras a modo de pomada y para los huesos. Algunos como tenían reuma, hacían que les picase una abeja y, con ello, conseguía mejorar.

BREZO "El berozo"

 Se subastaba el berozo de la sierra de Badaia. El que sea quedaba con él, disponía del berozo de toda la Sierra, cortándolo y bajándolo cuando quisiera, lo utilizaba para hacer escobas.



Casi siempre solía quedarse con el brezo un vecino de Kuartango.  Con frecuencia le compraban las escobas a él, por ser de la zona.

Las escobas se ataban con zarza. No servía cualquier zarza, sino que se elegían con cuidado las más apropiadas. Se recogían en época de invierno, cuando la panta no sudaba.

Las escobas de brezo hoy en día no se utilizan demasiado, pero en tiempos pasados no faltaban las casas rurales.

AJÁN, ENREDADERA, BRIZGAZA

Tiene varios nombres; clementilde, enredadera, liana, aján, birigaza, hierba de los pordioseros...

En Trespuentes hacían con ellas las angarillas. Eran como una camilla con el suficientemente abultamiento como para llevar carga. Estaban hechas con barras de avellano verde y ajan recogido en invierno, con menos de un año. Al hacer el trenzado, había que cuidar que al final de la brigada nunca coincidiera con los largueros, sino con otros puntos del recorrido.

Normalmente, las agarillas se hacían en la propia casa. Se utilizaban para transportar diversos materiales principalmente basura. Se llevaban entre dos personas. En algunos hogares había un par de ellas.

La mejor angarilla se usaba para el fin de transporte de la ropa, después de haber sido lavada en el albergue.

Una expresión muy utilizada en Kuartango era: parece que estás durmiendo a una angarillaCon ello hacen referencia a que la cama en la que descansaban estaba muy hundida.

Los muchachos fumaban las birigazas más tiernas.

SETAS

Hoy en día hay una gran afición por las setas. Las setas con más prestigio han sido en estas tierras el perretxiko.



Su recogida, para la mayoría de los aficionados, no ha superado más que un entretenimiento, gozando después de su sabor en la mesa. Sin embargo, para algunos vecinos representaba un complemento importante en su economía.

 Para los buenos "perretxikeros", la recogida de este tesoro culinario requiere el mayor sigilo. Cada perretxikal conocido solo por el (callandero), era un tesoro que no quería que fuera descubierto por otros vecinos. Buscan cualquier estrategia, recogerlos al amanecer, aprovechar los días de niebla, etc. No faltaba quien le seguía, intentando que los llevara hasta donde guardaban sus mejores perretxikales.

 En Trespuentes, en la época de perretxikos, los cosían con un hilo en forma de collar y los colgaban a secar en la despensa. Estas despensas eran frescas, pues tenía una ventana al norte. Cuando deseaban comerlos, los ponían a remojo y recuperan su frescura.

BASURA

Antiguamente no había mucha basura en las casas para abonar los campos, ya que apenas había vacas en las cuadras, pues casi todas eran de monte. Para conseguir el preciado abono, se aprovechaba el que había en el monte, en lugares donde sesteaban las vacas.

Los pueblos ponían estos lugares a subasta, el que más ofrecía, se quedaba con la basura.

Subían a por ella, la recogían y la echaban las fincas.

Algo semejante ocurría en la sierra, subastándose las de Askegi y las de los pozos el día de San Antonio. En 1946 la sierra  recibe 11 pesetas por parte de Juan Cruz Álava, vecino de Hueto Abajo, por este concepto.

La basura de caballar era muy buena para encender el fuego.

Cuando llegaba el momento de la trilla, en Domaikia y Aperregi se rozaba la era; es decir se quitaba la hierba de la misma, procurando no arrancar más tierra de la imprescindible. Después se echaba con una escoba "berdegada" en las orillas y grietas, para evitar que se perdiera el grano por allí. 

Según una creencia de Ollavarri, a la basura había que darle la vuelta en menguante, a decir de los lugareños, "se nota mucho". En caso de hacerlo en creciente, se convertía en paja.

Cuando escarbaba en una finca, las piedras que encontraban las arrojaban al lindero con la finca del vecino. Si alguna pasaba el otro lado se decía, "en basura te convertirás".

NIEVE

La nieve ha tenido diversos usos. Principal principalmente se utilizaba para curar, baja la fiebre, etc... La otra función más común era para elaborar bebidas frías. Normalmente, los montes altos tenían alguna nevera artificial en donde se almacena la nieve en invierno, para disponer de ella en el verano. Como ejemplo recordar las del Gorbea.

Santa Marina


En otros casos, se utiliza simas naturales para esta misma función; pensemos a la torca de Guinea, en la Sierra de Arkamo.

Afirmaban los mayores que bajaba a nieve de la sierra Badaia para el balneario de Nanclares de la Oca. Podemos sospechar que, para ello, usaban alguna de las numerosas torcas existentes de la sierra.

La tradición también cuenta que, junto al balneario de Zuatzu-Kuartango, existió una nevera.

Cuando caían las fuertes nevadas, recogían la nieve superponiendo las capas de nieve y paja.

CARBÓN

Hubo muchas carboneras. Mi abuelo fue de hecho carbonero, de Navarra primero y luego aquí. 

En varias ocasiones abastecieron a la ferrería de La Encontrada.

También se hizo mucho carbón en los montes de Nanclares de la Oca, Ollavarre, Villodas, etc.

Hacían el carbón de encina y del lentisco. Las carboneras eran altas, de unos 3 metros. Se les llamaba de Betagarri, en contraposición a otras formas de carboneras.

Estaban unos 20-30 días recogiendo leña. Les apilaban en forma de cono y le echaban fuego. Las cocían durante unos 30 días. Los carboneros se pasaban toda la semana en el monte. Vivía en unas chabolas hechas en madera de V invertida. Las hacían con ramas gruesas y las que después entrelazaban ramas delgadas y sobre ellas ponían el césped. Por dentro, en el centro, había un fuego permanente de carbón, que mantenía la chabola tan caliente como una casa. El fuego estaba en el agujero, en el suelo. Había una salida de humos, por lo que dentro no quedaba nada de humo. La ceniza de este fuego estaba sobre el césped de la chabola, formando una protección que impedía que entrase el agua. Si había una gotera, se colocaba césped y se echaba ceniza en el lugar.

El carbón se bajaba en burros, cuatro sacos cada vez.

Un lugar donde se hacía mucho carbón era en Santorkariz.

 La vida de carbonera era muy dura.

En el monte de la Oca, los carboneros compraban las mochas (bases de los árboles) de "la suerte" de la leña y con ellas, junto con restos de leña que quedaban, hacían carbón.

Algunos pueblos aprovechaban alguna de sus montes para hacer carbón. Un ejemplo en Trespuentes con el valle de Kobatxa. Venían de fuera, normalmente del valle Navarro de Lana, de donde era mi abuelo.

Cuando tenía hechas las carboneras, pasaban por el pastor para que calculase la cantidad de madera utilizada, y según ello, debían pagar.

Con las leñas menudas hacían cisco, sin tener que pagar por ello.

Bajaban el carbón en mula, con grandes sacos.

Los carboneros hacia chabolas con paredes de troncos y techo de bardas y tepes. En el suelo colocaban helechos. No faltaban los que, después de haber pasado los carboneros, se acercaba para hacer cisco con los restos de la leña no utilizada por ellos. El cisco se hacía normalmente donde había agua. Una vez reunido un montón de ramas, le daban fuego. Cuando estaba en ascuas, echaban agua y lo apagaba.

Lo trigueraban para quitar el polvo, y lo colocaban en sacos.

Había otra forma hacer cisco y era tapándolo con tierra como los carboneros, pero era mucho más costoso en tiempo, aunque la calidad era mucho mejor.

La mejor leña para hacer cisco era la de encina, aunque también utilizaba la de boj y haya. El cisco se usaba mucho para los braseros.

A veces eso lo hacían los jóvenes para sacar dinero para fiestas o para ir a la mili.

En Zuia aseguraban que el carbón vegetal de allá era muy bueno para las fermentaciones intestinales. Lo utilizaba también para desinfectar la dentadura.

Los carboneros necesitaban agua, tanto por su consumo como para el trabajo de las carboneras. Badaia cuenta con un sistema kárstico que no facilita ni las fuentes, ni de los pozos naturales, por eso debían ser muy hábiles en la búsqueda y acumulación de este preciado líquido. Así, aseguran que bajaban la torca situada más abajo de Santorkariz a por agua, para ello, tenían una escalera hecha con dos troncos de árbol.

Si nos dirigimos a la barrera de Mendoza por el camino de la derecha, no tardamos en encontrar, a mano derecha, un viejo pozo. Lo construyeron los carboneros, cuando trabajaron por estos montes. Después lo agrandaron para que sirviese para ganado. Fruto de esta actividad en Badaia quedó el topónimo "Camino de los carboneros", que es el viejo camino de Urbina-Eza en la sierra Badaia, el cual sube un poco más arriba de camino actual.

Entre las muchas subastas de leña que se sacaba la comunidad de Badaia para hacer carbón, nos encontramos con una en 1772 formada por seis suertes de leña, ubicada entre concejo de Etxabarri y el pozo de Flakiturri, dando un total de 400 carros.

CALERAS

Afirman los lugareños que había Caleros en las laderas situadas entre Mendoza y Martioda.

Entre Aperregi y la sierra hubo un calero. Una vez abandonado, aquí se depositaban los animales muertos de la localidad.

En Nanclares de la Oca había varios, uno de ellos el medio de la villa, se encuentra en buenas condiciones. Se construyó en mediados del siglo XIX se conoce con el nombre del Calero.

Calero en Nanclares de la Oca


Es de construcción cuadrada y unos 15 m de altura. Una escalera exterior endosada permite el acceso a la parte superior, mientras que el combustible se introducía en la parte inferior. Mientras que el combustible se introducía por la parte inferior. Cada jornada requería una semana aproximadamente, con una temperatura de 900-1000 grados.

La cal se utilizada para la construcción. Este Calero funcionaba de manera continuada.

Aquí se hizo Cal hasta principios del siglo XX. 

El gobierno vasco lo ha concedido la categoría de "Monumento".

CANTERAS

Este monte ha sido muy explotado en la extracción de piedra.

En la jurisdicción de Anda hubo una cantera de mármol negro con vetas blancas. Una bonita muestra de su piedra la encontramos en una mesa de sacristía. Otra mesa que hay en la casita de la sacristía de la iglesia de San Pedro, en Vitoria.

Al convento de San Francisco, de Santo Domingo de la calzada, se llevaron 1500 piedras.

Además de la acción industrial, los vecinos también han sacado piedras para diversos usos, construcción de casas, reparación de caminos, paredes de huertas, construcción de eras, etc.

Los vecinos de Nanclares de la Oca aseguran que la piedra del seminario de diocesano de Vitoria se sacó de una de sus viejas canteras.

El sistema tradicional de arrancado de la piedra consistía en golpear con una barra de hierro sobre la roca madre. Poco a poco, y ayudados de agua para la limpieza del polvo, perforaba un agujero. En el introducían un cartucho de dinamita, tapándolo con arcilla. La explosión de la dinamita reventaba un trozo de roca, permitiéndoles llevar la piedra que necesitaban.

Actualmente podemos ver dos canteras en activo, en Nanclares de la Oca y en Trespuentes.

TEJERAS

 Las tejas era un elemento fundamental en la construcción de las casas, por lo que no es de extrañar que hubiese tejeras cerca de los pueblos. Una la encontramos en Nanclares de la Oca, ubicada sobre el Hoyo Frades.

ALIMENTOS TEMPORALES

La naturaleza ofrece numerosos alimentos al alcance de la mano. Años atrás era frecuente utilizados como complemento de la alimentación.

Algunos de los más utilizados eran:

-Miel silvestre.

-Setas. Además del perretxiko se cogía pardilla, boletus, platera, champiñones etc.

-Avellanas. Las hay caseras y de monte. Las ardillas son muy aficionadas a ellas.

-Nueces. Cuentan que los cuervos le gustan las nueces y se las llevan para comérselas.

-Bellotas. Se comían las dulces no las amargas.

-Pan de haya (obe) cuando está maduro en fruto. Es lo primero que comen las palomas de paso.

-Bortos (frutos del madroño), aseguran que si se come demasiados frutos te dolerá la cabeza.

-Fresas silvestres, "marrubiak".

-Puntas de zarzas y moras.

-Tapaculos; se come solo la parte exterior.

-Endrinas, sirven para hacer pacharán. 

-Nabos y brotes de los mismos. 

-Frutos de espinas de albar.

-Cangrejos. Una de las maneras de captúrales era con carne.

-Anguilas.

-Loínas.

-Caracoles.

-Ranas. Para capturar ranas, colocaban un hilo a un palo largo, a modo de caña, y en su extremo un caracol. Acercaba lentamente el caracol a la rana. Cuando la rana tragaba el caracol, la capturaban. Se comían las ancas.

-Mitxarros (lirones).

-Ratas de agua.

-Erizos. Les acusaban de llevarse las manzanas, clavándolas en las espinas de su lomo. Algunos se comían su carne.

-Culebras.

-Gorriones. Años atrás fue habitual en los muchachos capturar gorriones. Una de las técnicas consistía en colocar un cedazo en la nieve, sujetado por un palo; debajo del cedazo depositaban basura y, sobre ella, unos granos de trigo. Los gorriones no tardaban en divisar la basura, destacada sobre el fondo blanco. Con una cuerda, previamente atada al palo, derribaban el cedazo, capturando a varios pájaros debajo. Otro sistema de caza era dejar una ventana del gallinero; la cerraban cuando entraban.

En verano utilizaban otro sistema. Cuando el rio estaba bajo, quedando algunos pozos con agua, colocaban un junco en el suelo sobre dos piedras, embadurnado de liga. Cuando el gorrión se acercaba a beber al pozo, no era difícil que se posara en el junco, quedando pegado a él.


*Los datos y la información para la realización de este blog la he obtenido de: Wikipedia, el libro "La Sierra Brava de Badaia" de Carlos Ortiz de Zarate y de vecinos y familiares.

*Las fotos son propias, del libro de "La Sierra Brava de Badaia" de Carlos Ortiz de Zarate. y  de google; Provervio Georgiano de; https://twitter.com/isabelisa010/status/1367395982825185283?lang=zh-Hant

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