Todo comienza con un brindis con palinka (orujo de ciruelas), por supuesto todos en pie "NOROC", comienza el festin bajo la sombra de una parra de vid y pronto tienes la sensación que nuestros anfitriones se han vestido con las mejores galas y que van a mostrarnos todos los placeres gastronómicos del pais.
De los entrantes pasamos a una sopa que le llaman "Ciorba de Perisoare", riquísima y entre otros platos el "Sarmale", rollitos con hojas de col rellenos de carne, y todo esto debidamente marinado con vino casero (la parra que ahora nos da sombra es capaz de producir un mosto adecuado para la preparación de un vino joven), al final para terminar con el café y los típicos dulces rumanos un licor de maceración de cerezas. Los que hemos tenido la ocasión de disfrutar de la hospitalidad y buen hacer de esta familia lo recordaremos siempre.En nuestros viajes debemos practicar cada uno de los sentidos para hacer la experiencia mas enriquecedora y perdurara en el tiempo en nuestro recuerdo, este es uno de los principales principios de la interpretación, por lo que si nos dedicamos a preparar experiencias deberíamos tenerlo siempre en cuenta.
Gracias Liviu y Cornelia por darnos la oportunidad de disfrutar del placer de la buena mesa rumana en un entorno tan encantador.

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