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martes, 7 de noviembre de 2017

Sendero circular GR-10

Segart - La canal - La pedrera - Segart



Datos técnicos
Tipo de ruta: circular
Dificultad: fácil- moderado.
Longitud: 6,4 km.
Desnivel: 400 metros
Tiempo empelado: 2, 30 h aprox
No recomendable en días lluviosos o muy húmedos o en las horas centrales del día en verano.


Canal por donde subiremos
Fotografía del autor

Para realizar esta espectacular ruta tendremos que desplazarnos hasta la localidad de Segart, pequeño municipio del Camp de Movedre de 200 habitantes, enclavado en un fantástico entorno rodeado de montañas.
Para llegar tendremos que acceder en coche por la autovía A- 23 Valencia Teruel y saldremos por la salida 7 en dirección CV 329,  en 4km llegamos al citado pueblo, también podremos empezar la ruta a la altura del km 3 en una curva pronunciada a la izquierda donde hay hueco para aparcar varios vehículos, aquí un poste vertical nos indica el sendero, si empezamos en el pueblo tendremos que retroceder ya a pie por la carretera de donde vinimos 900 metros.
Como recomendación empezar en la plaza del pueblo donde podremos llenar nuestras cantimploras ya que en todo el recorrido no encontraremos agua, desde aquí empezaremos la ruta siguiendo las marcas roja -blanca que identifica los GR.

Fotografía del autor.

Vamos a realizar una variante del sendero GR-10 y Europeo E7 que con sus nada mas y nada menos 1600 km une la población Valenciana de Puzol a orillas del Mar Mediterráneo con Lisboa en el Océano Atlántico cruzando toda la península.
El primer tramo del recorrido lo realizaremos a pie por la carretera hasta llegar a un poste vertical en el margen izquierdo, aquí empieza la auténtica ruta, que presenta dificultad técnica por lo que no se aconseja a personas con vértigo o miedo a las alturas.


La ruta empieza en ascenso por un frondoso barranco rodeado de lentiscos ( Pistacea lentiscus ) jaras ( Cistus ) brezos ( Erica arbórea , multiflora ) cantueso ( Lavandula estoechas )y lianas como la zarzaparrilla ( Smilax áspera ) que nos acompañaran durante prácticamente toda la subida y un bosquete de pino carrasco que desaparecerá a los pies de la canal dando paso a las carrascas ( Quercus rotundifolia )  y palmitos ( Chamaerops humilis ).

Una vez llegados a la canal empieza la verdadera y emocionante  subida, donde tendremos que trepar,y saltar sobre los grandes bloques de piedra, en los pasos mas complicados hay instaladas unas cadenas a modo de pasamanos que  nos ayudaran a subir, pronto los pinos dejan lugar a las carrascas y madroños los cuales nos endulzaran el camino si venimos en otoño.



Fotografía del autor.

Durante la subida iremos escuchando el  canto de los mirlos ( Turdus merula ) y de las currucas capirotadas ( Sylvia atricapilla) yendo y viniendo entre los arbustos, tampoco es raro encontrar pequeñas pozas con agua si ha llovido recientemente donde acuden los pájaros a beber, sobre nuestras cabezas no será raro ver o escuchar cernícalos (Falco tinnunculus ) cuervos ( Corvux corvux ) y acróbatas del aire como aviones roqueros ( Ptynoprogne rupestris ) y  vencejos reales (Tachymarptis melba ).

Fotografía del autor.

Una vez en lo alto ( Plá del Garbí ) nada mas empezar a llanear podremos variar la ruta por un sendero que nace a la derecha y que en diez minutos nos acercará al mirador del Garbí, el cual será el protagonista de otra de las entradas.

Fotografía del autor

Si seguimos las marcas del GR10 avanzaremos en dirección Sur por un bosque inmaduro de pino carrasco ( Pinus halepensis ) y demás vegetación arbórea como brezos y jaras a nuestro lado derecho, al izquierdo empiezan a tomar protagonismo los pinos rodenos ( Pinus pinaster ), este espacio es el Puntal de L'Abella declarado como microreserva de flora, por lo que no debemos abandonar la senda.
Fotografía del autor

Llegamos al poste vertical donde se bifurca el sendero, pudiendo optar regresar al punto de inicio o seguir la aventura por el GR.
Ante nuestros ojos se abre una panorámica del mar y la ciudad romana de Sagunto, así como montañas cercanas como la Mola o la Redona
Empezamos el descenso por la pedrera, tomando precaución pues la senda tiene bastante pendiente y hay mucha roca suelta.

Fotografia del autor.

En unas decenas de metros salimos de la pedrera para continuar por la serpenteante senda sobre la ladera, hasta llegar a unos antiguos bancales de olivos y algarrobos, que nos acompañarán hasta casi el pueblo, en este tramo predominan los pinos carrascos, romeros ( Rosmarinus officialis ) albaidas ( Anthyllis cytisoides ) y otras plantas aromáticas entre las asalvajadas higueras ( Ficus carica ).

Fotografía del autor

En el último tramo andaremos por  el bonito barranco “Barranc de La Font” con sotobosque de adelfas ( Nerium oleander )que desemboca en la misma plaza del pueblo, donde podremos tomar un bocado en cualquiera de los bares del pueblo.



lunes, 13 de febrero de 2017

S'ALBUFERA DES GRAU: Migraciones

Imagen: es.gizmodo.com

Menorca es un destino excelente para los apasionados de la ornitología, ya que tendrán la oportunidad de observar multitud de aves en su medio natural gracias a las características geológicas y climáticas de la isla que han propiciado una amplia variedad de hábitats, y en consecuencia, una importante diversidad de especies. Su situación geográfica también juega un papel estratégico, ya que está situada justo en medio de las rutas migratorias del Mediterráneo, teniendo la oportunidad de observar más de 200 especies de aves distintas, repartidas por diferentes zonas húmedas, barrancos, tierras de cultivo, acantilados marinos e islotes.





Imagen: www.proyectosloreto.wikispaces.comfauna/



La mayor riqueza ornitológica se encuentra en s'Albufera des Grau, zona núcleo de la Reserva de Biosfera, siendo la mayor zona húmeda de la isla y una de las más importantes de las Islas Baleares.

 
Imagen: Naima Montes


En s’Albufera, se puede disfrutar durante todo el año de una gran variedad de aves, aunque en invierno hay más abundancia al coincidir con el inicio de la invernada de muchas especies procedentes del norte de Europa. Durante la primavera se pueden observar aves que vuelven desde regiones africanas dirigiéndose a sus zonas de cría, al norte de Europa, siendo en otoño el viaje a la inversa buscando zonas más cálidas. En ambos casos la laguna es uno de los puntos que encuentran en sus largos recorridos y les sirve para descansar y reponer fuerzas.


Imagen: Grullas común en Aragón. Antonio Torrijo

La ventaja primaria de la migración es energética, ya que los días más largos de verano en el norte de Europa proveen mayores oportunidades a las aves en reproducción, para alimentar a sus polluelos. La extensión de las horas del día les permite a las aves diurnas producir nidadas más grandes que las especies emparentadas no migratorias que permanecen en los trópicos todo el año. A medida que los días se acortan en otoño, las aves regresan a las regiones cálidas donde el suministro de alimento disponible varía poco con la estación.
 


Imagen: Garza imperial. www.naturalezaaragonesa.com

S’Albufera des Grau alberga poblaciones de plantas acuáticas como la Ruppia cirrhosa o el Potamogeton pectinatus que, junto a algunas poblaciones de peces, hacen que sea un lugar de estancia y/o reposo para multitud de aves, abasteciendo alimento. El hecho de que algunas fuentes se hayan secado y, sobre todo, la sobreexplotación de los acuíferos, ha originado cambios en el régimen hidráulico, provocado la obligación actual de controlar permanentemente el contacto del agua de la albufera con la del mar para mantener el ecosistema en buenas condiciones.


Imagen: Cerceta carretona.notasdecampoyjardin.blogspot.com.es

Las aves están entre los vertebrados mejor conocidos del mundo, formando parte de los mejores bioindicadores del estado de conservación de la naturaleza. La presencia de aves se puede utilizar como herramienta para ayudar a una buena gestión y conservación de la biodiversidad de los diferentes ecosistemas, propósito que se fomenta en el Parque Natural de s’Albufera des Grau, donde a través del estudio se pretenden establecer tendencias poblacionales de las especies más comunes, así como posibles causas de estas tendencias que indiquen problemas o variaciones en los ecosistemas y/o su uso y gestión. El cambio climático es, según los expertos, uno de los problemas más grandes con que se encuentran las aves migratorias en estos momentos, juntamente con la caza y la disminución de hábitats disponibles, siendo las  principales causas en la disminución de ejemplares de este tipo.


Cuando vayáis a observar avifauna, ...no os olvidéis los prismáticos !!

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