sábado, 2 de marzo de 2024

Hitos de la evolución

Los senderos de la Murta guardan conexión con las diferentes localidades que lindan con la sierra y con la continuidad montañosa, yendo desde Tavernes de la Valldigna, pasando por Corbera y por Alzira, llegando hasta Simat y conectando cadenas montañosas hasta Xàtiva. Durante las diferentes épocas a lo largo de la historia, estos han sido vitales para el desarrollo humano y, a veces, lugares de pérdida. 


Los primeros indicios del uso de estos senderos se remontan a la época romana. La calzada romana de Saetabis a Valentia, que discurría por el paraje de La Murta, era una de las vías más importantes de la Hispania Romana. Esta calzada conectaba la ciudad de Saetabis (actual Xàtiva) con la capital de la provincia, Valentia (actual Valencia). También se conoce presencia de los Íberos, pues existen en la Sierra de Corbera vestigios de los Romanos y restos de una muralla Ibérica. El uso de la calzada romana por parte de los comerciantes y viajeros romanos contribuyó al desarrollo económico y cultural de la región. La calzada también facilitó la expansión del Imperio Romano por la Península Ibérica. 

Además, en las cuevas de Alzira se hallaron restos de poblaciones prehistóricas Íberas y Romanas, encontrada una necrópolis en 2012 que datan de finales de la época romana.


Fotografía de la Sierra de Corbera, de FotosLuis


Durante la dominación musulmana, los senderos se convirtieron en rutas de vital importancia para el comercio agrícola y ganadero. La Murta era un importante centro de producción de seda y cítricos, productos que se exportaban a través de estos caminos. Así siguieron durante la presencia de los jerónimos, siendo importantes puntos comerciales de montaña entre los diferentes pueblos que se conectaban.


En el siglo XIX, con la expansión de la agricultura y la industria, los senderos se adaptaron a las nuevas necesidades. Se construyeron nuevos caminos y se mejoraron los existentes para facilitar el transporte de mercancías y el acceso a los campos de cultivo.


Los senderos del paraje de La Murta fueron de gran valor estratégico por su ubicación entre las ciudades de Valencia y Xàtiva, siendo un escenario estratégico de la batalla de Alzira en Julio de 1938.

Los combatientes de ambos bandos utilizaron los senderos para desplazarse por el terreno y para atacar las posiciones enemigas. Los caminos también fueron utilizados por la población civil para huir de los combates y buscar refugio en las montañas.


Obra teatral que representa los muertos en Alzira durante la Guerra Civil


Ofensiva de Levante. Conmemora.com




En la actualidad, los senderos del paraje de La Murta han sido recuperados y acondicionados para el senderismo y el ciclismo. Estos caminos ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de la belleza natural del paraje y de conocer su rica historia.



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