lunes, 31 de enero de 2022

Revitalizando cuerpo y alma


    
El agua ejerce un poder ineludible de atracción, una llamada natural a la que todos respondemos tentados de un modo u otro. Ya de lejos, el sonido de su corriente nos invita a acercarnos, a descubrir la fuente que reclama nuestros instintos primordiales. Es inevitable, donde el agua es anfitriona, la vida es huésped. Sacia nuestra sed, limpia nuestra piel y donde se encuentra reunida nos obsequia con la posibilidad de adentrarnos en ella. Un baño, un chapuzón, sumergirnos y flotar suspendidos, libres de cualquier tribulación, mecidos bajo su amparo de cristal.

 

Nadando en el Pou de la Reixa. Foto: Amics i amigues del Pou Clar.

 

     Frío, tan odiado y tan amado, en invierno y en verano. Pues aquí en el Pou Clar, darse un baño en julio o mayo, es tan frío como en fin de año. Es por eso que aunque nieve, aún verás que alguien se adentre. Por qué el agua de manantial, refresca siempre por igual. Esto lo aprovechan deportistas y no deportistas, que encuentran virtudes fisiológicas muy beneficiosas. Vienen niños a jugar, dando saltos desde lo alto o nadando, nada más. Los mayores también van, que aunque tantos saltos ya no dan, si que acuden a meditar. Pero al margen de la edad, vayan o vengan a mirar, muchos buscan en realidad remojarse en el Pou Clar.

 

Joven saltando al agua del Pou de la Reixa. Foto: Joan Castillo.

 

 

       Si que es cierto que en verano, a más gente verás llegar, aunque durante el resto del año a muchos encontrarás. En los meses de calor, las visitas buscan refrescarse, pero el regalo de un buen baño nos lo ofrece todo el año. Haz la prueba, ven sudando y seguro te vas a tirar. Luego asómate anocheciendo y su magia verás brillar, reflejando la luna en su manto y seguro pensar en nadar te hará despertar y soñar.

 

Pou Clar en verano de 2020. Foto: elperiodic.com

 

       Creerás que al paraje la fama le viene de nuevo, que las redes lo han expuesto y se abusa con excesos. En pleno agosto, verás que es famoso, que familias y familias lo anhelan visitar. Pues te digo que, si bien es cierto, hace ya medio siglo que se suele abarrotar. Creeme, que en los sesenta ya subían en bus al Pou Clar, que accedían a pie por la senda o aparcaban al llegar.

 

Pou Clar en la decada de los 60. Foto: Juanma PG.
 
Bus que subía al paraje en los 60. Foto: Amics i amigues del Pou Clar.

     A mediados del treintaitrés, hace ya casi cien años, publicado en "La Paz Cristiana", se denuncian las andanzas de nudistas forasteros:

"Del sonrojo que les causa ver empeñada la nitidez del cielo de esta Ciudad de la Purísima con el negro manchón de la colonia naturo-nudista bisexual que toma los domingos por asalto el Pou Clar con escándalo de los incautos que se aventuran por paraje tan típicamente onteniense"

 

    Y es que claro, parece que el paraíso invita, y el encuentro como mínimo, inquietud suscita. Si a ti te ruboriza, seguro que esto te tranquiliza, pues seis años más tarde se publica un edicto que explicita:

"En vista de las innumerables denuncias que han llegado a alcaldía relativas a los constantes ataques a la moral y decencia públicas que se cometen por los que, en forma indecorosa acuden a bañarse en distintos puntos del río Clariano, se conviene tomar enérgicas medidas en evitación de tales actos intolerables e incompatibles con el espíritu y las normas moralizadoras de la España Nacional, por lo que se publicarán bandos advirtiendo a los bañistas la obligación de vestir trajes decorosos”

 

    Es querido, de eso no hay duda, pues amigos y amigas lo cuidan asociándose en su nombre. Se reúnen en concilio y atesoran sus pasajes, haciendo honrosas memorias de este preciado paraje. Entre archivos y registros, comparten historias de éxitos, algunas de aquellos años setenta. Como el caso de un amante, enamorado del Pou Clar, que originario del levante llevó su gloria a un glaciar. Hablamos de Hèctor Verdú, alcoyano de nacimiento y aventurero de renombre, que a Ontinyent enorgullece con gestas de bautismo. De expedición al Ártico, coronó la gran isla de hielo, Groenlandia, donde gracias a él una cima es llamada Puig Ontinyent.

 

Hèctor Verdú en Groenlandia en 1970. Foto: Amics i amigues del Pou Clar.

 

    Y si aún dudas de cuán fría está el agua del Pou Clar, atiende: Verdú en Groenlandia puso su nombre a un glaciar.

 

Hèctor Verdú acompañado en el Pou Clar nevado. Foto: Juanma PG.

 

🏞️
 

El reino de los cielos

LA ESCALADA


El barranc de La Fosch alberga una de las joyas para la escalada de la comarca de la Costera, cercano al municipio de Montesa. Ofrece un tipo de escalada técnico y exigente, con vías largas (necesitaremos cuerdas de 80 metros para algunas rutas), sobre placas grises y anaranjadas, abundantes en chorreras.

foto propia



Parte de sus aproximadamente cuarenta vías acaban de ser reequipadas gracias al trabajo principalmente de Ramon Navarro Juan (ayudado por Andrés), financiadas con el dinero recolectado por la venta de la 'Guía d'Escalada de l'Estret de les Aigües i de la Costera', del local Ismael Mollà , que recopila todas las zonas de escalada deportiva, y alguna de bloque, de estas ricas comarcas, y cuyos beneficios se reinvierten en seguir desarrollando la escalada en la región.

 Raffaela en 'Smashing pumpkinks" (7b+),



Ismael Mollà en 'Orellut' (6b+).

¡Importante! La escalada en la Fos está regulada por nidificación, solo está permitido escalar aquí del 1 de julio al 31 de diciembre.


recomendaciones
foto propia


Por esta zona no solo se puede escalar en el barranc, sino que cerca del castillo de Montesa tenemos el paraje natural Las Molas de Montesa, el cual cuenta con sectores en todas las orientaciones posibles, lo que permite escalar a cualquier hora del día y en cualquier época del año.

La roca que nos encontraremos en esta zona será una caliza muy porosa con una gran cantidad de agujeros, por lo que resulta algo abrasiva por lo que las vías mas repetidas comienzan a manifestar un ligero desgaste tanto en la roca como en los mosquetones de descuelgue.

La altura máxima no supera los 20 metros y en los sectores principales, el grado es bastante asequible, lo que hará que siempre nos vallamos con un buen sabor de boca.


foto propia


Equipo necesario para la escalada: Cuerdas, mosquetones, magnesio, casco, pies de gato y sobre todo mucha agua.

También recomiendo ir siempre 2 o más personas y a poder ser que una tenga bastante experiencia en la escalada.



foto propia

NORMAS A TENER EN CUENTA

Actualmente no hay restricciones a la escalada en toda la escuela (excepto las indicadas en el apartado otras regulaciones o limitaciones.

 Sector Regulado / Afectado

Prohibido equipar o escalar en el sector Pedra Senyora. En el resto de la escuela no hay ninguna restricción a la escalada.

Otras Regulaciones o Limitaciones

Hay que mantener limpias las zonas de escalada y el parking. Después de coger agua en la fuente, asegurarse de que queda bien cerrada la válvula. Está prohibido equipar en la Pedra Senyora. También está prohibido limar, picar cantos o sikar en toda la zona, ha de conservarse un lugar natural y limpio.

Información Adicional

Está prohibido acampar pero se puede conseguir permiso en el ayuntamiento. Se puede vivaquear a cubierto en algunas balmas o zonas de techos bajos de varios sectores. Está previsto abrir un refugio para escaladores en octubre de 2002. Para más información llamar al Centro Excursionista de Montesa, tfno: 610 40 03 01. No hay hoteles ni hostales en la zona, lo más cercano se encuentra a siete kilómetros.

Fecha de Actualización 01/11/2020


foto propia


Para cualquier duda sobre zonas de escalada consultat la web de la federacion Valenciana de montaña y escalada

Federacion Valenciana de montaña y escalada

oficina.valencia@femecv.com

Telf: 96 357 18 22

Whatsapp: 694 436 689

C/ Campaners, 36 Bajo

46014 València.

Desconozco alguna regulacion para la zona de escalada Mola de Montesa, para otras regulaciones dentro del territorio nacional consultar la web mapa regulaciones y prohibiciones de España.

foto propia


Bueno amig@s y para finalizar os recomiendo iniciaros o probar la escalada ya que es un deporte muy satisfactorio y que ayuda a mejorar tanto la fuerza como la concentración y la coordinación.
Es muy adictivo y divertido, aunque como he dicho anteriormente al ser un deporte de riesgo es importantísimo el ir bien equipado y acompañado por alguien con experiencia.


foto propia


Dicho esto, después de tanta actividad, toca relajarse en los merenderos de la zona y disfrutar de las vistas.
También hay un restaurante en el que se come espectacular llamado el Ramallar, en el que recomiendo probar la pluma ibérica y los choricillos a la sidra.
No hay nada mejor para recuperar fuerzas y disfrutar de un buen día del que seguro que guardaréis buenos recuerdos y ganas de repetir.
Ahora solo queda despedirme, no sin antes deciros que ha sido un placer poder compartir con todos vosotr@s este emocionante viaje y solo espero que os animeís a venir y a disfrutar de esta maravillosa experiencia.
Un abrazo muy fuerte, nos vemos pronto😉

Fuentes consultadas:

https://agroambient.gva.es/es/web/parajes-naturales-municipales/pnm-barranc-de-la-fosch-montesa

https://www.valenciaturisme.org/blog/el-barranc-de-la-fosch-en-montesa/

http://www.museumontesa.com/

https://www.comunitatvalenciana.com/es/valencia/montesa/espacios-naturales/paraje-natural-municipal-barranc-de-la-fosch

https://www.faunaiberica.org/

https://www.valenciabonita.es/2021/04/07/senda-del-barranc-de-la-fos/

http://turisme.lacosteracanal.es/

https://www.montesa.es/es/pagina/castillo-montesa








 

domingo, 30 de enero de 2022

Vámonos de fiesta

 FIESTAS PATRONALES DE MONTESA


Para que no todo sea deporte y aventura, hoy haremos un paréntesis para conocer las principales fiestas de Montesa, su historia y cuándo se celebran.

La hoguera de sant Sebastià

Un momento de la quema de la «foguera» de Montesa


El erudito Pedro Sucías, escribió a principios del siglo XX: «Existe la tradicional costumbre en esta villa de la fiesta a san Sebastián, en que la víspera de este santo, sobre la acera de cada vecino, se encienden grandes hogueras de leña verde».

Testimonios orales nos hablan también de la dedicación de otra hoguera a sant Antoni Abat, hipótesis muy probable dentro de una comunidad totalmente agrícola como era y es Montesa. Además, sant Antoni era titular de una capilla de la iglesia parroquial antes de la última guerra.

En los años setenta, la tradición hoguerera se había perdido casi por completo, tan solo los niños se atrevían a hacer alguna que otra hoguera.

En 1989, un grupo de vecinos del pueblo, posteriormente organizados en l’Associació Cultural d’Amics del Castell fra Miquel d’Aràndiga, prepararon una hoguera en la plaza de la Vila, con la idea de celebrar la fiesta del patrón de Montesa, sant Sebastià.

Desde entonces, todos los años, el sábado más próximo al día del santo –20 de enero–, se quema la ya tradicional hoguera, de la que participa gran parte del pueblo.

Las fiestas de sant Vicent

San Vicente Ferrer. Detalle del retablo de Ánimas de la iglesia.

Esta fiesta está dedicada a sant Vicent, la cual ha ido intentando arraigar durante el siglo XX, ha estado condicionada a la voluntariedad de los festeros o personas que han querido organizarla. Aunque hay algún indicio en los años veinte del siglo pasado, la fiesta, de la manera como la entendemos ahora con baile y cabalgata, además de las celebraciones religiosas–, posiblemente se inició en los años cincuenta. Los actos organizados solían durar unos dos días, durante los cuales se hacían las celebraciones religiosas, misa y procesión, además de la tradicional cabalgata. Otras veces se añadían una verbena, una cordà y alguna que otra traca.

La imagen del santo, cedida a la iglesia parroquial por José Mª. Domínguez Borja, solía permanecer en su casa, calle sant Vicent, núm. 24 la víspera de la fiesta y se trasladaba al día siguiente a la parroquia. Finalizada la misa, donde los niños ofrecían una especie de bizcochos, realizaban un pasacalle, acompañados por la banda de música.

Actualmente y desde 1992 en que volvió a celebrarse, se hace la víspera la procesión, y por la noche baile de disfraces. Al día siguiente se celebra la Eucaristía, y por la tarde la cabalgata.

Las Fiestas Patronales


varias fotos de las calles en fiestas



Tratar de las fiestas patronales de Montesa equivale también a hablar de la orden de caballería del mismo nombre, puesto que los símbolos religiosos que se veneran proceden del convento que la Orden tuvo en el pueblo hasta el terremoto de 1748: la reliquia de la Santa Espina y la imagen de la Virgen, la Mare de Déu.

Por causas desconocidas, parece ser que antes del terremoto, la villa de Montesa había proclamado patrona a la Mare de Déu que se veneraba en el altar mayor de la iglesia del castillo. Después, la imagen se cedió a la Parroquia y se colocó en el altar mayor, documentándose la primera procesión en 1751.

Antiguamente no obstante, la fiesta mayor giraba en torno a la titular del templo parroquial, la Asunción, por lo que el 15 de agosto participaba de la procesión la comunidad monástica del castillo-convento.

Después del terremoto, la reliquia se recuperó y se trasladó al nuevo convento de la Orden de Montesa en València, en el edificio de el Temple. Años después, atendiendo a una solicitud del Ayuntamiento y del clero de la Parroquia, los religiosos de la Orden regalaron al pueblo un fragmento de la reliquia, que llegó a finales de diciembre de 1785. Así, al año siguiente, empezó a hacerse la fiesta de la Santa Espina, con la procesión correspondiente por las calles de la Villa.

Después, no hubo prácticamente cambios hasta el siglo XX: el primero en 1926, cuando se incorporó el Cristo de la ermita del Calvario; y el segundo alrededor de 1961, cuando se introdujo la fiesta de la Maredeueta, una imagen de la Virgen de Montesa de proporciones pequeñas teóricamente para las niñas y niños.

Las fiestas religiosas consisten en la celebración de la Eucaristía y la procesión de la imagen correspondiente. El resto de actos se centran en las vaquillas, cohetes, baile de disfraces y otros tipos de espectáculos.

Las fiestas patronales de Montesa se celebran durante la segunda quincena de agosto, con algunos días el mes de septiembre según años.

Los Moros y cristianos

cartel de la asociación de moros i cristians de Montesa




En 1982 y desde la escuela de Montesa, se organizó una entrà de moros y cristianos, de la que fueron protagonistas los niños del pueblo, con la idea de conmemorar la fiesta del 9 de octubre.

Al año siguiente, un grupo de jóvenes de Montesa creaban l’Associació Cultural la Fos, con la idea de promover actividades que sirvieran para recuperar la historia y la lengua de los valencianos, la cultura, las tradiciones, etc. Con estos objetivos nacía la Semana Cultural de Montesa. Así, en torno al 9 de octubre de cada año, se organizaron, por iniciativa de esta asociación, exposiciones, teatro, conferencias, concursos y actividades deportivas, nit d´albaes y entrà de moros y cristianos.

Con el paso de los años fueron creándose en el pueblo distintas comparsas, con lo que se consolidó esta fiesta, aunque, poco a poco, fueron desapareciendo de la programación aquellas actividades culturales más serias, inclusas las asociaciones La Fos y La Vila, esta última organizadora de los eventos a partir de 1986. Hoy todas las actividades las organiza la asociación de comparsas.

Actualmente los actos consisten en la organización de juegos de mesa, concurso de paellas, baile de disfraces y el más lucido de todos, l’entrà de moros y cristianos. El calendario continúa siendo el mismo, en torno al 9 de octubre.

asociación de moros i cristians de Montesa









Montesa es un pueblo pequeño de unos 1.149 habitantes, pero es muy bonito y alberga varios lugares de interés.
Sus habitantes son en su mayoría muy agradables y hospitalarios.
Por todo eso recomiendo a todo el mundo visitar el pueblo en fiestas sobre todo los moros y cristians.
Hecho ya este pequeño paréntesis para conocer las fiestas y costumbres de este bonito pueblo, ahora toca coger la mochila, las cuerdas y los pies de gato, que el próximo día nos vamos a hacer uno de mis deportes favoritos, la escalada.








La joya de la corona

 EL CASTILLO DE MONTESA

Hoy vamos a Montesa a conocer a una imponente estructura que preside al pueblo y es, el Castillo de Montesa.
Cerrad los ojos y viajemos juntos a la edad media.


foto propia
El castillo de Montesa representa el elemento turístico más importante del pueblo y uno de los de visita obligada en la comarca de La Costera. Fue un castillo majestuoso y su historia no deja indiferente a nadie. Visitarlo es trasladarse a las épocas musulmanas, cristianas y templarías.

foto propia


De posible origen íbero-romano el castillo se asienta sobre una gran roca. En 1277 Pere III conquista el castillo de Montesa invadido por los musulmanes y en 1289 se repuebla la zona con 120 familias cristianas. Pero es en 1319 cuando Jaime II negocia con el papa Juan XXII y declaran al castillo de Montesa la sede de la nueva orden religiosa y militar de Santa María de Montesa. Una de las muchas razones de ello fue su lugar estratégico, donde actualmente se puede disfrutar de unas vistas impresionantes. La orden pasó a ser una de las cuatro órdenes de España y la más importante del Reino de Valencia. Son muchos los grandes mestres que pasaron por el castillo y algunos de ellos realizaron grandes remodelaciones como el claustro, la sala capitular o la iglesia. 


Posible vista del castillo antes de los terremotos. Detalle del lienzo Santa María de Montesa y las mártires Lucía y Águeda ejecutado hacia 1720 por José Amorós y conservado en la iglesia de Montesa.


Como podemos leer en la anterior fotografía el Castillo de Montesa fue asolado por un terremoto del 23 de marzo de 1748, el cual ocasionó el derrumbamiento de gran parte del castillo. Siete años más tarde, el 1 de noviembre de 1755, y durante la celebración de la eucaristía, se produjo un nuevo movimiento sísmico que provocó el pánico entre los oficiantes y fieles que llenaban la iglesia del castillo. Y tras esos sucesos el castillo quedó abandonado, aunque sus restos fueron declarados monumento arquitectónico-artístico en 1926, durante el reinado de Alfonso XIII.

foto propia

En el castillo solían vivir unos veinte freiles, cuya ocupación principal era la liturgia, siguiendo la regla de san Benito. Del gobierno de los religiosos se encargaba un prior, hasta el año 1658 monje del monasterio de Santes Creus. Un caballero de la Orden con el título de subcomendador, hacía las funciones de alcaide del castillo, mientras que otro, el subclavero, ejercía la jurisdicción que tenía la orden de Montesa en los pueblos de Montesa y Vallada.

Cuando una persona quería recibir el hábito de caballero, una vez realizados los trámites prescritos por los estatutos montesianos, pasaba al castillo de Montesa o a una iglesia, preferentemente de la Orden.

Una vez cruzado caballero debía residir en el castillo de Montesa, como mínimo, cuatro meses, para aprender las ceremonias y oficios de la Orden.

Esta práctica se sigue realizando a día de hoy aunque parezca increíble.


plano del castillo


En su interior se encontraban el convento, la iglesia de la Orden, el palacio del Maestre, los cuarteles, etc. Fue centro y refugio de los musulmanes disidentes hasta que en abril de 1277 el rey Pedro III de Aragón consiguió tomar el castillo por asalto.

vistas desde el castillo
foto propia




Hacia 1868 compró el castillo Leopoldo de Pedro y Nash, marqués de Benamejís de Sistallo y caballero de la orden de Montesa, el cual lo cedió posteriormente a su hijo, Joaquín de Pedro. Este último lo vendió a Ramón Jorge de Dalmau y Falces, también caballero montesiano y marqués de Olivart, hasta que, posteriormente, el ayuntamiento de Montesa lo adquirió en 1970, después de un pleito con el marqués.

El 13 de abril del año 1926, las ruinas del castillo-convento de la orden de Montesa fueron declaradas monumento nacional.

Durante la última década se han realitzado importantes intervenciones, que han permitido recuperar la rampa original de acceso al castillo, la consolidación de estructuras, limpieza de aljibes y en 2008, la reconstrucción de la sala capitular.


puente de acceso
foto propia

Por cierto, se me ha olvidado recalcar que el castillo es de estilo gótico.
Como podreís observar soy un enamorado de el medievo y su historia y estoy seguro de que si visitais el castillo os transportará igual que a mi a épocas pasadas.
Así que ya sabéis el castillo puede visitarse los sábados, domingos y festivos, y cuenta con servicio de visitas guiadas, para lo cual podeis contactar con: montesaturisme@outlook.es / Facebook: Montesa Turisme / Twitter: montesaturisme / Telf. 673 419 775




























Recursos naturales de la tierra de can Marroig

MARÈS

La capa cuaternaria que recubre la isla, presenta en la franja costera de la zona de poniente, que va desde la cantera (Punta de sa Pedrera) al pequeño puerto de "Es caló des Banc”, unos afloramientos rocosos que nos permiten hablar de la importancia que tuvo durante años en esta zona la explotación del marès. 

El marés és una roca sedimentaria calcárea, de constitución arenisca y compuesta fundamentalmente de carbonato calcico e integrada sobretodo por granos de arena procedentes básicamente de organismos marinos o de restos de otras rocas, de tamaño variable compactados a partir de las playas existentes en los ultimos diez millones de años.

Cantera de "mares" en la Punta Pedrera, extremo norte de Can Marroig. Foto Juan Pérez Escribano.

Según la influencia de las olas, la arena estará muy lavada y su compactación no presentara fracciones más finas y por lo tanto no habra variación en su constitución siendo una sedimentación homogénea, però en zonas más tranquilas tambien se habrá depositado limos y arcillas por lo tanto encontraremos variaciónes en su homogeniedad, unas variaciones en profundidad o bien lateralmente que provocan el abandono de un agujero de extraccion de cantones.

El marès presenta una cierta facilidad a la hora de modelarlo, por lo cual, esta piedra sera bastante utilizada en la construccion, y tiene un papel esencial en la configuración de la zona costera de can Marroig, con los yacimientos entre la punta de sa pedrera y el racó des Banc como puntos destacados: de allí no solo salieron muchisimas carros cargados destinadas a las obras públicas o privadas de Ibiza y de Formentera, sinó que los rompedores de piedra también fueron uno de los pilares esenciales de la explotación viticola de la finca de can Marroig, como posteriormente veremos.

Detalle del uso de la piedra de "mares" en el "sefereig des molí gros". Foto propia.


ARCILLAS

También en las inmediaciones del area, en ciertos puntos de la costa de l'estany des peix, se pueden localizar algunos yacimientos de arcilla, material muy usado tambien para las cubiertas de las casas y corrales por su capacidad impermeabilizante en combinación con el alga marina.

Detalle de las diferentes capas de las que se forman los tejados en la arquitectura en las pitusas, cuyo principal capa exterior o más superficial esta formada por arcillas como las que se extraían en Can Marroig, además de alga (Posidonia oceanica) y cal, todo productos que también se entraían de la finca. Foto Josefina Torres, prodecente la exposición "Del sostre al terrat", realizada en la casa Can Jeroni (Sant Josep de la Talaia) en 2017. 




Flora de la finca de Can Marroig

En el ámbito terrestre, la finca de can Marroig acoge una representación magnífica de la mayoría de especies vegetales existentes en las islas Pitiusas, y muchas de las 178 registradas especies que existen aproximadamente en el Parc Natural de Ses Salines. 

Lo primero que percibe el visitante son los pinares mediterráneos, los sabinares costeros, las praderas de salicornia y demás vegetación halófila (plantas adaptadas a suelos salinos) que rodea los estanques, los sistemas dunares y la vegetación litoral de acantilados.

La comunidad de la roca litoral, dificilmente diferenciable de las comunidades de suelos arenosos o dunares, presenta el hinojo marino (Crithmum maritimum), diversos Limonium, lletreres (Euphorbia), gramineas…

Ejemplar de "fonoll marí", foto www.eei.org



La comunidad de los suelos arenosos y de las dunas, los humedales salados y la costa baja, contituida fundamentalmente por las salicornias o solceres (Arthrocnemum glaucum y Arthhrocnemum fructicosum), juncos (Junus acutus), junquillos (Schoemus nigricans sobretodo), “aubada”(Anthyllis cytisoides), el lirio de playa (Pancratium maritimum), carrizo (Ammophila arenaria), “lletreres” (Eurphorbia), el “esteperol” (cistus clusii), la “botja” (Ononis natrix), diversas gramineas (Sporobolus arenarius), cardo de playa (Eryngium maritimum), rabo de mar (Cakile maritima), hinojo marino (Crithmum maritimum), Crucianella maritima, pala marina (Thymelaca hirsuta), esparraguera (Aspargus stipularis), ravenissa marina (Diplotaxis catholica), manzanilla (Helycrisum stoechas)... En esta comunidad es donde aparece la majoria de flora endémica (especies propias de Formentera en general y únicas en el mundo) y ejemplares de Chaenorhinm formenterae o Silene cambessesdesii (llamado “molinet”), Diplotaxis ibicensis y diversos tipos de Limonium (gibertii, retusum, scorpioides, wiedmaninii i formenterae).


Los sabinares, formados principalmente por Juniperus phoenicea, que con unos ejemplares de carácter arbustivo y arbóreo, tienen una gran importancia para la retención de la arena trasportada por el viento, contribuyendo a la formación de dunas que hacen la función de barreras protectoras de las tierras interiores tanto de la finca como de la isla en general. Suelen estar acompañadas de alguna mata o Pistacea lentiscus, la pala marina, esparragueras y plantas reptiles de diferentes tipos.

Los pinares, dominados principalmente por el pino carrasco (Pinus halepensis), un arból poco exigente con la climatologia y los suelo que habita, los cuales se han visto sin duda favorecidos por la intervención humana (a pesar de la intensa tala a la que fueron sometidos) y su propio rapido crecimiento. Presentan un sotobosque con un tapiz de “brucs” y estepas (fundamentalmente de estepa blanca o “d'escurar”, cistus albidus, pero tambien estepa borda cistus salvifolius i esteperol cistus clusii) y algún acebuche (olea europea var. Sylvestris). Se presentan acompañados de la “marina” calcicola de romero (Rosmarinus officinalis), con tomillo (Thymbra capitata), “tomillo borde” (Micromeria inodora), “raspall” (Cneorum tricoccon) y algun lentisco (Pistacea lentiscus) y enebros (Juniperus oxycedrus), además de ejemplares dispersos de brezo (Erica multiflora) y de “albada” (Anthillis cytisoides). Hay constancia de una plantación en la decada de 1870 en la zona norte de los campos de cultivo proximos a la zona des Banc, que fue deforestada a mediados del siglo pasado.


Ejemplar de Lliri de mar, foto www.eei.org

En los campos de cultivo interiores, ya en desuso, predominan también casi absolutamente las comunidades arvenses y ruderales, constituidas por especies muy ligadas a la actividad humana y favorecidas por la actividad ganadera de las tierras. Están presentes la amapola (Papaver rhoeas), el hinojo (Foeniculum vulgare), gramineas diversas, diferentes cardos, “lletreres” (Euphorbias), “ravenisses” (Diplotaxis), “margall (Lolium rigidum), “llevama” (Calendula arvensis), vinagrillo (Oxalis pes-caprae), entre otras. Podemos citar también una buena adaptación de plantas favorecidas por el hombre como la chumbera (Opuntia ficus-indica) y la “pitrera o pita” (Agave americana), ambas en claro retroceso actualmente por la perdida de interes en su uso o explotación (“artesania, corda,...” a més de ser invasores i volerse exterminar o deixar de potenciar)

Campos de cultivo en desuso colonizado por especies arbustivas y arvenses. Foto propia.



Fauna asociada de la finca de Can Marroig

Si tenemos que destacar otra de las principales ventajas del entorno natural de la finca de Can Marroig, es sin duda el refugio que aporta a las diversas especies animales de gran valor biológico. Esta característica fauna va desde pequeños mamíferos vertebrados endémicos exclusivamente de la isla de Formentera como podría ser la rata de “coa blanca” o Lirón careto de Formentera (Elyomis quercinus ophiusae) u otros invertebrados como la lagartija de Formentera (Podarcys pitiusents formenterae) de un color que puede variar desde un marrón claro hasta un verde intenso como las aguas turquesas de la pequeña bahia des Caló de s'Oli, con la que delimita la finca. Las lagartigas son muy abundantes en la isla pero especialmente en la zona de can Marroig donde existen menos depredadores y son favorecidas por la protección del espacio natural.


Podarcys pitiusents formenterae, la lagartija endemica de formentera. Fuente eeif.cat.



Rata de "coa blanca" (Elyomis quercinus ophiusae). Foto extraida de l'enciclopedia d'Eivissa i Formentera.

Las aves han jugado un papel muy importante en la historia de la finca, ya que permitieron la supervivencia a los primeros pobladores a ser cazadas para alimentarse. Actualmente el parque natural permite la libre circulación, proliferación y protección de especies difíciles de ver en las baleares, como la pardela balear (Puffinus mauretanius), una ave marina que solo se reproduce en las costas escarpadas de las islas baleares y que actualmente se encuentra en peligro de extinción, la gaviota de Audouin (Larus audouinii) también protegida, o el corb marí (Phalacrocorax carbo) con sus alas extendidas al sobre peñascos junto al mar. 


Phalacrocorax carbo, secandose al sol. Foto www.23rf.com

Puffinus mauritanicus o Baldriga. Foto www.cram.org

Pero también podemos observar, con un poco de paciencia y dependiendo de la época del año, cualquiera de las 210 especies de aves censadas dentro del parque natural y que se desplazan en busca de alimento, yacen los estanques o en la vegetación para reproducirse o simplemente viven sedentariamente dentro de la finca. Podemos destacar las poblaciones de alagunas aves acuáticas, como la cigüeñuela común (Himantopus himantopus) o el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), además de la presencia de rapaces el macho de aguila pescadora (Pandion haliaetus), que vino a asentarse en busca de una pareja para reproducirse, y que puede verse compartiendo los cielos de can Marroig junto a Aguiluchos laguneros (Circus aeroginous) o cernícalos (Falco tinnunculus) en busca de su alimento. Las aves más abundantes en la zona boscosa son, el gorrión (Passer domesticus), el jilguero (Carduelis carduelis) o el verderón (Chloris choris), además de las vistosisimas abubillas (Upupa epops), alcaudones (Lanius senator) o abejarucos (Merops apiaster). Y en los antiguos campos de cultivo tenemos codornices (Coturnix coturnix), perdices (Alectoris rufa), tórtolas (Streptopelia turtur) y curruca cabezinegra (melanocephala).


El Charadrius alexandrinus o Picaplatges, es muy común en los márgenes de los estanques salineros del parque natural donde anida. Foto www.ebird.org

El Himantopus Himantopus o Xerraire, presenta también en los humedales del parque natural. Foto www.ebird.org

Y si hablamos de mamiferos debemos destacar la presencia del lirón careto de Formentera (Elyomis quercinus ophiusae) de Formentera, el conejo (Oryctolagus cuniculus) que es prácticamente un plaga en la finca, el “ratolí de rostoll” (Apodemus sulvaticus), o el erizo (Erinaceus algirus), todos ellos fáciles de observar en una breve ruta por la finca. Pero para acabar recordar que existen diversas especies de caracoles y escarabajos endémicos, además de las grandes colonias de insectos polinizadores como las abejas que disfrutan de un entorno ecológico y sostenible para realizar su buena labor, producir miel.

Senderos con historia

 Vamos al lío


A los que os gusta disfrutar de la naturaleza y el deporte, os tengo preparada una sorpresa y es una ruta por un sendero con mucha historia.

Itinerario 1: SL CV-61:Barranc de la Fosch

El sendero SI-CV61 recorre el Barranc de la Fosch en un recorrido de ida y vuelta de unos 10 kilómetros. Se puede llegar sin problemas desde Montesa, y tiene un desnivel de 100 metros, sin ofrecer grandes dificultades para los niños. De hecho, su riqueza natural y su valor ecológico lo convierten en un aula de educación ambiental. Otra posibilidad es realizar el sendero en bicicleta. Eso si, algún tramo del recorrido pasa por el lecho del barranco, por lo que conviene ir bien calzado y no realizar la excursión si se prevén lluvias fuertes.


foto propia






El río Cànyoles marcará nuestra entrada al Barranc de la Fosch, que acaba en la Fuente del Meló. A medida que avancemos nos encontraremos a izquierda y derecha con los diversos afluentes del barranco. Al poco de empezar pasaremos por la Casa de Ana Terol, y más adelante por las Casas del Parroro. Son las ruinas de las casas de antiguas familias adineradas, propietarias de los bancales que todavía se conservan en el paraje.



El sendero recorre la mayor parte del barranco, con punto final en la fuente del Meló. El camino recorre en algunos tramos el propio lecho del barranco, de manera que debemos llevar calzado adecuado. Por la misma razón, no es recomendable recorrerlo si hay previsión de lluvias fuertes. A derecha e izquierda nos iremos encontrando diversos afluentes, como las espinas de un pez, y grandes contrastes de vegetación entre las zonas de solana y las de umbría. un poco antes del final, en las llamadas Casas de Parroro (ruinas), sale a mano izquierda una senda sin señalizar que lleva a la Basseta Roja, un abrevadero natural que debe su nombre a la arcilla que forma su fondo y la impermeabiliza. Este último tramo, sólo es recomendable para senderistas avezados, porque el recorrido es más o menos como el que ya llevamos hecho y con mucha más pendiente.


casa del paporro
foto picozorrubio



  

En la Font del Meló encontraremos un manantial que nos servirá para reponer fuerzas y emprender el camino de vuelta. Junto a él están la Umbría del Pastor y la Penya de la Saladella, un importante hito paisajístico. Desde el Barranc de la Fosch podemos contemplar los restos del Castillo de Montesa, al que podemos acercarnos para acabar nuestra visita a esta localidad de La Costera.

foto propia



Bueno amig@s aquí lo dejaremos por hoy.

Ahora recuperaremos fuerzas y al próximo post vamos a retroceder en el tiempo, en concreto al medievo.