viernes, 14 de enero de 2022

Tradición y cultura

 

Los oficios y tradiciones que perduran en la comarca servían en su día para los trabajos de recolección de la uva, almacenamiento del vino, o elaboración del aguardiente. Los cambios en la sociedad llevaron a que muchos de estos oficios se fuesen perdiendo en las últimas décadas, pero recientemente el movimiento de recuperación y valoración de los mismos es cada vez más intenso.

El trabajo del latón y del cobre, por ejemplo, servía para fabricar las alquitaras o alambiques, para destilación de aguardientes, pero los cambios en la normativa hicieron que la producción casera de esta bebida, con la figura del augardenteiro ambulante, dejase de ser habitual en Ribeira Sacra.


Augardenteiro en sus labores.
Fuente: Flickr Ángel González

Tradiciones, cada vez más escasas, como el trabajo de los cesteiros (cesteros), dieron lugar a jarras y culeiros, los característicos cestos para uvas empleados tradicionalmente en la vendimia, aprovechando las plantas de mimbre.


Avelino García (†) fue el último cesteiro tradicional
de la Ribeira Sacra. Foto: Miguel Muñiz




Otro oficio tradicional es la olería (alfarería), ligada al mundo del vino desde la época romana y a otros usos cotidianos, que tiene su epicentro en la aldea de Gundivós (Sober) y se caracteriza por su color negro.


Interesantísimo vídeo muy corto sobre este tipo de alfarería.


En cuanto a la cultura más ancestral de la zona podemos destacar las Fachas de Castelo, estas son unos largos palos de madera de pino de hasta diez metros, recubiertos de tallos de una planta llamada agucio y su elaboración es muy trabajosa. La quema de las fachas se lleva a cabo en el castro de Castelo desde tiempos inmemoriables y su función resulta un poco dudosa, se dice que podría ser una forma de comunicación entre los antiguos poblados castreños, aunque podría formar parte también de ciertos rituales mágico-religiosos. Por la tarde se llevan las antorchas al castro y se disponen clavadas en círculo. Por la noche, se encienden y el lugar se convierte en un espectáculo que se divisa desde todo el entorno.  Otra tradición castreña muy similar es el Folión das Fachas de Vilelos, estas antorchas, encargadas de amenizar la fiesta, se harán lo más grandes posible. La procesión de las fachas ilumina el camino hacia el Castro da Besta, desde el cual se avisa a todas las parroquias cercanas de que el lugar estará de fiesta. Según se cuenta, esta procesión servía como ofrenda a los dioses para agracederlles las buenas cosechas.


Quema de las "fachas" en el castro de Castelo.
Fuente: Asociación Cultural As Fachas


Y en cuanto a las tradiciones es obligatorio mencionar el Entroido Ribeirao, ya que se trata de una de las muestras etnográficas más características de la zona. En sus inicios se celebraba en varias de las parroquias de las riberas del Miño entre las cuales existía incluso una gran rivalidad, hoy únicamente se mantiene viva la tradición en la pequeña aldea de Santiago de Arriba (Chantada).


Así es el Entroido Ribeirao, pura tradición.


En este carnaval rural y tradicional, la figura más característica es el colorido “volante” con su pucho de cintas, muñecos y flores de colores, que puede alcanzar los 15 kg, fajas en colores rojo y amarillo, un cinturón de campanillas y un pañuelo “portugués” sobre los hombros. De forma más descuidada visten los personajes que les acompañan y que se encargan de abrirles paso a los volantes: Peliqueiro, meco y maragato.


Volante, personaje principal.
Fuente: Asociación Amigos do Entroido Ribeirao

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