La geología, además de explicar por qué el paisaje actual es así, también puede funcionar y mucho, como un reclamo turístico y de puesta en valor de la Ribeira Sacra. Esta zona es un territorio muy antiguo, con rocas de hasta 500 millones de años (la época del súper continente Pangea).
Existen puntos de interés
esparcidos a lo largo y ancho de la zona como los Penedos do Castro, por las
interesantes formas de erosión del granito que rodea al monasterio de Santo
Estevo, una formación cuarcita armoricana de 477 millones de años, el parque
granítico Penedos da Moura o rocas volcánicas y sedimentarias en Os Peares. El Penedo
do Garabullo, una formación rocosa de gran tamaño por cuyo lateral discurre la
cascada del río Fondós, y enfrente a estos al otro lado del Miño, la Fervenza
(cascada) de Augacaída de 40m de altura y la formación rocosa sobre el río
donde se asentó el Castro de Marce.
También hay lugares de interés
como los miradores de Cabezoás, Los Balcones de Madrid, el de Santiorxo o as
Penas de Matacás, desde dónde disfrutar del Sil y sus cañones. Otros, como el
mirador do Cabo do Mundo, nos permiten disfrutar del río Miño y el
impresionante meandro que este forma en las proximidades de la zona conocida
como A Cova.
Cabo do Mundo. Foto propia. |
Otros puntos relevantes son la pasarela sobre el río Mao, San Vítor de Barxacova y el mirador de Chao de Medeiros, los miradores del cruce Vidueira, el de Xirás y el de A Galeana. La erosión fluvial y el afloramiento de la formación Ollo de Sapo se pueden contemplar en la ruta de la cascada de Cachón en el río Vaos.
Mirador de Vilouxe/Cabezoás. Foto propia. |
El río Sil, que parece ser de los
más viejos de la península, empezó a encajarse en una planicie. Cuando se
rompió esa llanura el río no se desvió a zonas más bajas sino que siguió su
camino, pues ya tenía una gran profundidad a causa de la erosión y formó el
cañón. Los 25 últimos kilómetros que recorre hasta su encuentro con el
Miño en Os Peares constituyen uno de los mayores prodigios geológicos de
Galicia. La profunda garganta originada por fuerzas tectónicas y por la erosión
que el curso fluvial ha ido labrando, hace de divisoria entre las provincias de
Ourense y Lugo y es el buque insignia y una de las maravillas de la Ribeira
Sacra.
Vista aérea Canón do Sil. Foto propia. |
El cultivo de la vid en bancales de fuerte pendiente hace de este espacio un lugar lleno de dinamismo que en los últimos años se ha consolidado como un referente para el turismo rural y enológico y ahora también para el geoturismo. La zona más abrupta y escarpada del Cañón, con desniveles de hasta 500 metros de altitud, forma desfiladeros sobre los que caen múltiples cascadas.
Para disfrutar de este espacio
natural en todo su esplendor, podemos hacerlo navegando por el embalse de Santo
Estevo, realizando una ruta en coche por los miradores más emblemáticos, en
tren turístico y en los últimos tiempos incluso en globo aerostático.
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