domingo, 30 de enero de 2022

Vámonos de fiesta

 FIESTAS PATRONALES DE MONTESA


Para que no todo sea deporte y aventura, hoy haremos un paréntesis para conocer las principales fiestas de Montesa, su historia y cuándo se celebran.

La hoguera de sant Sebastià

Un momento de la quema de la «foguera» de Montesa


El erudito Pedro Sucías, escribió a principios del siglo XX: «Existe la tradicional costumbre en esta villa de la fiesta a san Sebastián, en que la víspera de este santo, sobre la acera de cada vecino, se encienden grandes hogueras de leña verde».

Testimonios orales nos hablan también de la dedicación de otra hoguera a sant Antoni Abat, hipótesis muy probable dentro de una comunidad totalmente agrícola como era y es Montesa. Además, sant Antoni era titular de una capilla de la iglesia parroquial antes de la última guerra.

En los años setenta, la tradición hoguerera se había perdido casi por completo, tan solo los niños se atrevían a hacer alguna que otra hoguera.

En 1989, un grupo de vecinos del pueblo, posteriormente organizados en l’Associació Cultural d’Amics del Castell fra Miquel d’Aràndiga, prepararon una hoguera en la plaza de la Vila, con la idea de celebrar la fiesta del patrón de Montesa, sant Sebastià.

Desde entonces, todos los años, el sábado más próximo al día del santo –20 de enero–, se quema la ya tradicional hoguera, de la que participa gran parte del pueblo.

Las fiestas de sant Vicent

San Vicente Ferrer. Detalle del retablo de Ánimas de la iglesia.

Esta fiesta está dedicada a sant Vicent, la cual ha ido intentando arraigar durante el siglo XX, ha estado condicionada a la voluntariedad de los festeros o personas que han querido organizarla. Aunque hay algún indicio en los años veinte del siglo pasado, la fiesta, de la manera como la entendemos ahora con baile y cabalgata, además de las celebraciones religiosas–, posiblemente se inició en los años cincuenta. Los actos organizados solían durar unos dos días, durante los cuales se hacían las celebraciones religiosas, misa y procesión, además de la tradicional cabalgata. Otras veces se añadían una verbena, una cordà y alguna que otra traca.

La imagen del santo, cedida a la iglesia parroquial por José Mª. Domínguez Borja, solía permanecer en su casa, calle sant Vicent, núm. 24 la víspera de la fiesta y se trasladaba al día siguiente a la parroquia. Finalizada la misa, donde los niños ofrecían una especie de bizcochos, realizaban un pasacalle, acompañados por la banda de música.

Actualmente y desde 1992 en que volvió a celebrarse, se hace la víspera la procesión, y por la noche baile de disfraces. Al día siguiente se celebra la Eucaristía, y por la tarde la cabalgata.

Las Fiestas Patronales


varias fotos de las calles en fiestas



Tratar de las fiestas patronales de Montesa equivale también a hablar de la orden de caballería del mismo nombre, puesto que los símbolos religiosos que se veneran proceden del convento que la Orden tuvo en el pueblo hasta el terremoto de 1748: la reliquia de la Santa Espina y la imagen de la Virgen, la Mare de Déu.

Por causas desconocidas, parece ser que antes del terremoto, la villa de Montesa había proclamado patrona a la Mare de Déu que se veneraba en el altar mayor de la iglesia del castillo. Después, la imagen se cedió a la Parroquia y se colocó en el altar mayor, documentándose la primera procesión en 1751.

Antiguamente no obstante, la fiesta mayor giraba en torno a la titular del templo parroquial, la Asunción, por lo que el 15 de agosto participaba de la procesión la comunidad monástica del castillo-convento.

Después del terremoto, la reliquia se recuperó y se trasladó al nuevo convento de la Orden de Montesa en València, en el edificio de el Temple. Años después, atendiendo a una solicitud del Ayuntamiento y del clero de la Parroquia, los religiosos de la Orden regalaron al pueblo un fragmento de la reliquia, que llegó a finales de diciembre de 1785. Así, al año siguiente, empezó a hacerse la fiesta de la Santa Espina, con la procesión correspondiente por las calles de la Villa.

Después, no hubo prácticamente cambios hasta el siglo XX: el primero en 1926, cuando se incorporó el Cristo de la ermita del Calvario; y el segundo alrededor de 1961, cuando se introdujo la fiesta de la Maredeueta, una imagen de la Virgen de Montesa de proporciones pequeñas teóricamente para las niñas y niños.

Las fiestas religiosas consisten en la celebración de la Eucaristía y la procesión de la imagen correspondiente. El resto de actos se centran en las vaquillas, cohetes, baile de disfraces y otros tipos de espectáculos.

Las fiestas patronales de Montesa se celebran durante la segunda quincena de agosto, con algunos días el mes de septiembre según años.

Los Moros y cristianos

cartel de la asociación de moros i cristians de Montesa




En 1982 y desde la escuela de Montesa, se organizó una entrà de moros y cristianos, de la que fueron protagonistas los niños del pueblo, con la idea de conmemorar la fiesta del 9 de octubre.

Al año siguiente, un grupo de jóvenes de Montesa creaban l’Associació Cultural la Fos, con la idea de promover actividades que sirvieran para recuperar la historia y la lengua de los valencianos, la cultura, las tradiciones, etc. Con estos objetivos nacía la Semana Cultural de Montesa. Así, en torno al 9 de octubre de cada año, se organizaron, por iniciativa de esta asociación, exposiciones, teatro, conferencias, concursos y actividades deportivas, nit d´albaes y entrà de moros y cristianos.

Con el paso de los años fueron creándose en el pueblo distintas comparsas, con lo que se consolidó esta fiesta, aunque, poco a poco, fueron desapareciendo de la programación aquellas actividades culturales más serias, inclusas las asociaciones La Fos y La Vila, esta última organizadora de los eventos a partir de 1986. Hoy todas las actividades las organiza la asociación de comparsas.

Actualmente los actos consisten en la organización de juegos de mesa, concurso de paellas, baile de disfraces y el más lucido de todos, l’entrà de moros y cristianos. El calendario continúa siendo el mismo, en torno al 9 de octubre.

asociación de moros i cristians de Montesa









Montesa es un pueblo pequeño de unos 1.149 habitantes, pero es muy bonito y alberga varios lugares de interés.
Sus habitantes son en su mayoría muy agradables y hospitalarios.
Por todo eso recomiendo a todo el mundo visitar el pueblo en fiestas sobre todo los moros y cristians.
Hecho ya este pequeño paréntesis para conocer las fiestas y costumbres de este bonito pueblo, ahora toca coger la mochila, las cuerdas y los pies de gato, que el próximo día nos vamos a hacer uno de mis deportes favoritos, la escalada.








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