Una sima es
una fisura que aparece en suelos rocosos, que se forma generalmente como
consecuencia de la actividad geológica del lugar, como por ejemplo sobre el
borde entre placas tectónicas, dando lugar a unos conductos verticales que en
algunos casos son de grandes dimensiones pudiendo conectar en la parte inferior
con cavidades del subsuelo.
Unos pocos
cientos de metros antes de llegar a la cima, independientemente del sendero
elegido, nos encontramos con un cruce donde se unen todos los sendero y desde
donde parte un único sendero por el que se accede a la cima de la sierra de
Aitana, es en este mismo punto donde encontramos las simas de Partagat.
Una de las simas más
profundas, una grieta de uno o dos palmos de ancho y con al menos 100 metros de
profundidad.
Una sima es
una formación geológica muy común, existiendo infinidad de ellas distribuidas
en los más variados entonos, pero en este caso, estas simas, destacan sobre
todos las demás, y es que en las simas de Partagat podemos encontrar cavidades
de dimensiones espectaculares, con oberturas en la parte superior de hasta 15 o
20 metros, siento algunas de estas cavidades muy profundas.
Es tal su
importancia que hace doscientos años ya fueron citadas por Cabanilles, a quien
le sorprendió la profundidad de estas, al poder comprobar que al arrojar una
piedra en el interior de una de ellas, se podía escuchar como esta rebotaba
contra las paredes, hasta que el sonido se perdía en la profundidad.
En la imagen, una de
las simas con mayor obertura.
La formación
de las simas de Partagat, se debe a que la geología del lugar, en su parte
superior se compone de una capa de margas, sobre las que se asienta una capa de
roca caliza, que es la capa que observamos en la parte superior.
La capa de
roca caliza, se caracteriza por ser rígida, y la capa de margas, que se
encuentra inmediatamente debajo de la capa de roca caliza, se caracteriza por
ser plástica y deformable, debido a su alto contenido en arcilla (las margas
contienen más de un 50% de arcilla), así con el paso del tiempo esta capa
plástica y maleable, se ha ido deformando a favor de la pendiente,
extendiéndose en longitud, y arrastrando a la capa caliza que se encuentra
encima, esta capa al ser rígida se fragmenta formando grandes bloques de roca,
separados por unas grietas que se extienden hacia el subsuelo, lo que conocemos
como simas.
En la imagen, corte en
el perfil del suelo, en el que observamos los distintos bloques de piedra que componen el paisaje y el
proceso de expansión de estos, descrito anteriormente.
(Imagen
de: petreraldia.com)
Además, tras
formarse las simas, la actividad geológica continua, ensanchándose cada vez más
las grietas, llegando al extremo de que algunos de los bloques que algún día se
encontraron cerca de la cumbre, hoy se amontonan sobre la falda de la montaña
formando un paisaje espectacular y un abrupto relieve con el que nos tenemos
que enfrentar para llegar a la cumbre.
En la imagen, grandes
bloques que se acumulan en el fondo de una de las simas.
Enlace a página principal:
No hay comentarios:
Publicar un comentario