El Parque Natural de la Albufera de
Valencia, con 21.000 hectáreas de superficie, constituye uno de los espacios
naturales más representativos e interesantes de la Comunidad Valenciana, y se
ha reconocido su valor en el ámbito nacional e internacional, constituyendo un
magnífico ejemplo de la interacción hombre-naturaleza en la generación de
paisajes y formas de vida de excepcional valor e interés.
La Albufera de Valencia, localizada a
unos 15 kilómetros del extremo sur de la ciudad de Valencia, constituye el
mayor lago de la Península Ibérica. En torno al lago de la Albufera, antiguo
golfo marino cerrado por una restinga o cordón litoral y alimentado por las
aguas dulces de barrancos, acequias y surgencias denominadas ullals, se
localiza uno de los paisajes humanizados tradicionales más interesantes del
mediterráneo español y una de las áreas de mayor valor ecológico de la
península.
El Lago de la Albufera es, junto con el
marjal y la Devesa, uno de los ambientes esenciales del Parque Natural con una
superficie media de unas dos mil ochocientas hectáreas, de las cuales 350 son
de vegetación palustre. En él hay que diferenciar, de una parte, las aguas
libres y, por otra, las orillas y matas, cuya conjunción posibilita el
desarrollo de su característica diversidad de comunidades vegetales y animales.
Los ecosistemas dunares tienen un elevado
valor ecológico por la especialización de las formas de vida que albergan,
debido a la extremada aridez del medio como consecuencia de la permeabilidad de
la arena, la elevada salinidad originada por el viento salino, las altas
temperaturas que puede alcanzar la arena y la baja consolidación del sustrato.
La mayor diversidad botánica de este
ambiente favorece la existencia de distintos grados de cobertura vegetal que
permitirá el asentamiento de una fauna muy variada, de características
termófilas y de amplia distribución, similar a la propia de un matorral o de
una maquia. Los matorrales densos de coscoja, palmito, labiérnagos, lentiscos,
aladiernos, etc. se cuentan entre las formaciones más interesantes y peculiares
de la Devesa de la Albufera.
La necesidad de protección integral de estos
espacios queda, pues, fuera de toda duda, siendo imprescindible el
desescombramiento, des aterramiento y recuperación de todos aquellos ullals que
hayan sufrido algún tipo de degradación.
foto de internet
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