domingo, 28 de febrero de 2016

RETOS A LOS QUE SE ENFRENTA

En el aspecto legislativo, aún no se ha aprobado el preceptivo Plan Rector de Uso y Gestión, tras tumbar la justicia el anterior en 2012; el nuevo, sin estar aún en vigor, ya ha cosechado críticas de colectivos ecologistas. Y en lo relativo a los visitantes, la falta de dotaciones se ha plasmado en la demanda por parte de distintas asociaciones, empresas y colectivos de un plan de uso público, que permita llevar a cabo actividades de educación y divulgación, a la vez que situar el espacio entre los destinos preferidos de los turistas de naturaleza.

Desde que en 2011, en pleno centenario de la titularidad municipal, Juan Cotino, entonces Conseller de Medio Ambient, dijese que l’Albufera sería reserva de la biosfera al acabar el año, no han hecho más que sucederse las acusaciones cruzadas entre las partes implicadas por la ausencia del reconocimiento. El trámite es largo y requiere un consenso y un impulso decidido por parte de las instituciones que, de momento, ha brillado por su ausencia.


Alcanzará l’Albufera el empuje  que necesita para ocupar una merecida posición de centralidad medioambiental valenciano, sino estatal y europeo. Dependerá de los  gestores y de su capacidad para deshacer el entuerto legal y visibilizar el patrimonio natural, si es verdad que lo más difícil que es que el  lago llegue hasta nuestros días, ya está hecho.

foto de internet

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