sábado, 5 de septiembre de 2015

FORMENTERA: Nuestras joyas Pitiusas

Ya lo anunciaron los griegos al denominarlas las Pitiusas, abundante reserva de pinos (pytis, pino en griego).
La Savina al fondo

Esta pequeña isla del archipiélago balear conforma un pequeño reducto del auténtico ecosistema mediterráneo. Roca y agua se funden constantemente en el ir y venir del cálido Mediterráneo. 
Gran cantidad de acantilados forman numerosas calas entorno a la isla.

La arquitectura popular salpica los tradicionales cultivos de vid, higueras y olivos. Los caminos, de tierra en su mayor parte, son franqueados por sólidos muros de piedra seca. 
Cultivo de aloe vera.
Cultivo de vid,
Olivos centenarios junto al mar,

Los diferentes estratos vegetales conservan el suelo y protegen una fauna única en el mundo. 
Formentera tiene entidad. La conservación propia del aislamiento marino ha propiciado una evolución particular de las especies que en ella habitan. Los maduros bosques de pinares y sabinas parecen no conocer el poder devastador de las llamas descontroladas. 

Pinadas maduras en el Parque Natural de las Salinas

Las atrevidas lagartijas de Ibiza y Formentera (podarcis pytiusensis) abren el camino a tu paso.

Camino lleno de lagartijas de formentera.

Si sabes perderte, si tienes tiempo de desconectar, si quieres huir de la masa, esta puede ser tu isla. 

Estructuras de las barcas pesqueras en una tranquila playa.

El sosiego y la tranquilidad te conducen a playas remotas en que puedes encontrarte solo. Ciertos lugares me evocan un turismo de interior pero con mar...

Una de las antiguas torre de vigilancia de las islas para prevenir los ataques piratas.

Pero, y siempre hay un pero, no se sabe cuanto tiempo aguantará el estatus de la isla. Como en todo espacio existe una capacidad de carga que se debe de saber gestionar, pues las especies empiezan a perder territorio, los lujosos chalets comienzan a gobernar emplazamientos privilegiados y la paz puede llegar a disolverse a ciertas horas o en ciertos lugares.

Cola de vehículos esperando para acceder a las playas del Parque Natural de las Salinas.

La experiencia es extraordinaria gracias a la fusión naturaleza-playa-sol-mar-tranquilidad. Pero este es un lugar para descubrirlo sin prisas, para merodear, para andarlo a paso lento y descubrir el verdadero secreto que esta pequeña mota en medio del mar nos ofrece.

Uno mismo disfrutando de las famosas puestas de sol.

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