lunes, 12 de diciembre de 2022

 FIGURAS PROTECTORAS DEL PARQUE PIEDRA TOSCA



La protección más importante para el Bosque de Tosca llegó el 1982 cuando se creó el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Aun así, no fue hasta el 1983, cuando se dotó este espacio natural protegido de un mínimo equipo técnico de gestión y cuando se tuvo una capacidad real de gestión sobre el espacio. 

Precisamente, al 1985 llegó el primer instrumento urbanístico específico: el Plan Especial del Bosque de Tosca, redactado por el Ayuntamiento de les Preses y aprobado definitivament el 13/02/1985. 

Este plan especial intentó poner en orden las actividades y usos que se desarrollaban en el Bosque de Tosca. Cuatro años más tarde, se redactaba un estudio geobiológico del Bosque de Tosca (Mirambell, 1989) que ampliaba el conocimiento natural del espacio. En cuanto a normativa municipal, actualmente, las actividades en el Bosque de Tosca están reguladas mediante el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) de Olot (2004), que incluye el sector Bosque de Tosca - Tossols (un espació contiguo de gran valor natural) en el Catálogo de Bienes Protegidos, clasifica canto-lo como Bien de Interés Natural (BIN) y las Normas Subsidiarias de Ordenación del municipio de les Preses (2003). 

El vigente Plan Especial de la Zona Volcánica de la Garrotxa (acuerdo GOV 161/2010) califican el Bosque de Tosca como un “espacio singular con tratamiento específico” para el cual es prevista la elaboración de un nuevo plan especial que actualice el antiguo. 

Es importante destacar que la protección del Bosque de Tosca ha sido promovida desde los mismos municipios, conjuntamente con el Parque Natural, utilizando instrumentos de planificación urbanística, como es el plan especial. 

Todo y su innegable y reconocida valía, el espacio no ha contado con ningúna    figura de protección que haya sido propuesta desde instituciones encargadas de velar por la protección del patrimonio cultural. 

En relación en el Bosque de Tosca se tiene la sensación que se ha protegido legalmente, pero que no se han sabido conservar sus elementos ni se ha mantenido su esencia histórica, cuando menos, tal como fuera recomendable y deseable. 

De hecho, la protección aplicada en el Bosque de Tosca se ha orientado hacia el conjunto paisajístico más que no hacia cada uno de sus elementos individuales de interés. Habría que valorar hasta qué punto esta generalización de la protección ha incidido en los procesos y dinámicas sobre el Bosque de Tosca y si realmente han servido para minimizar los efectos negativos sobre el espacio.


-OSCAR RUIZ CALIZ-

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