A los pies de Uña podemos encontrar una pequeña laguna enmarcada por grandes paredes rocosas, donde cielo, naturaleza y villa se ven reflejados. Se trata de un paraje incomparable de unas 15 hectáreas a 1.150 metros de altitud que tiene su origen en el Arroyo del Rincón, que como su nombre indica, nace en el rincón de Uña, bajo la Muela de la Madera, y se extiende desde éste hacia su confluencia con el río Júcar.
Rincón de Uña. Fuente: propia |
En la antigüedad, esta laguna era mucho más pequeña (apenas tenía 2-3 hectáreas) y tenía forma de trébol. De hecho, sus aguas cuando colmaban sobresalían por los límites de lo que hoy en día son sus orillas hasta desembocar hacia el cauce del Río Júcar, a través de una cascada que dejó unas formaciones de toba caliza travertínica de naturaleza singular.
Tobas travertínicas de la laguna de Uña. Fuente: Propia |
En la actualidad esta laguna ha cambiado mucho. Además de recibir caudal del mencionado arroyo, a partir de 1.925 se empezó a utilizar como depósito de agua para la producción de energía eléctrica. Para ello se construyó un canal artificial que le suministraba agua del Júcar, más concretamente del pantano de La Toba. Esto provocó que su superficie aumentara de tamaño hasta cinco veces.
Embalse de la toba. Fuente: propia |
Esta pequeña masa de agua, de escasa profundidad, es un rico ecosistema de flora y fauna. Es el hogar de multitud de especies animales, como aves acuáticas, reptiles y, por supuesto, peces. Todo esto hace que sea un lugar privilegiado para los pescadores, amantes de la fotografía u observadores de aves. Además, dispone de un pequeño observatorio, lugares de descanso, paneles informativos y pasarelas hacia su interior para disfrutar mejor estas actividades.
Observatorio de fauna. Fuente: propia |
Pasarela de acceso al interior de la laguna. Fuente: propia |
La Laguna de Uña siempre ha estado rodeada de misterio y leyenda. Al igual que sucede en el lago Ness, existen leyendas sobre temibles bestias (salvando las distancias, por supuesto). Por ejemplo, la de dos hermanos que, entre los juncales, vieron una serpiente o, quizá, un lagarto alargado. O la del labrador que huyó despavorido al ver un enorme lagarto el día que acercó a sus mulas a abrevar. Hechos que se recogen en el libro «Historias y Leyendas de Cuenca», de Manuel Tirado Zarco. No se sabe si estas leyendas tendrán algo de cierto, o si habrán sido inventadas, al igual que ocurre en otros lugares para atraer el turismo a la zona.
Halo de misterio de la laguna de Uña. Fuente: propia |
Por todo esto, la Laguna de Uña es una visita imprescindible, ya sea para observar su fauna o simplemente para dar un paseo relajante alrededor de ella, especialmente durante los días de otoño o simplemente para contemplar el sol pinta de naranja sus aguas para despedir el día.
Atardecer sobre la laguna de Uña. Fuente: Casa rural El Escalerón |
- https://casaelescaleron.com/blog/la-joya-de-una-su-laguna/
- https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/laguna-misterio-naturaleza-201008090000_noticia.html
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