jueves, 24 de diciembre de 2015

ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL, LOS RESTOS DEL PASADO.

Pasear al lado de estos imponentes edificios fabriles al lado del río, ahora silenciados por su inactividad no deja indiferente a nadie. Cuando recorres la “Ruta dels Molins” vas observando las ruinas de lo que fueron grandes complejos fabriles donde se fabricaron y manipularon libritos de papel de fumar que en una época concreta, principios del siglo XX, gozaron de fama y prestigio mundial.

Foto antigua: Molí Sol


El Molí Sol se construyó en 1856, y estuvo en actividad hasta 1964. Durante su primera etapa se realizaba el papel de fumar a mano, luego llegó la Revolución Industrial y aparecieron máquinas que cambiaron los procesos productivos, aparecieron las máquinas continuas de hacer papel y otras innovaciones. Se mecanizó el trabajo. También cambió la energía para mover todas las máquinas, de la energía hidráulica pasamos a la energía creada con las calderas de vapor que funcionaban con leña y carbón. De todos estos cambios los edificios que observamos en la “Ruta dels Molins”, fueron testigos.



Chimenea del Molí Sol


Quedan todavía en pie las grandes chimeneas de la época del carbón y el vapor, de estas chimeneas ya no sale humo, inactivas en el presente nos hace reflexionar cómo funcionaban en el pasado. De esto trata la arqueología industrial, de interpretar el pasado a través de lo que ha quedado. Juan Castelló nos explica en este vídeo la gran chimenea del Molí Sol, símbolo de la Industrialización:





La arquitectura de los molinos presenta un patrón común:

  • Eran de planta rectangular, con un semisótano cubierto con bóvedas para soportar el empuje del terreno y con dos o tres tramos de anchura. Aquí se localizaba la rueda hidráulica y la maquinaria para hacer papel.


Bóvedas del Molí Pont


  • La primera planta, construida con jácenas y viguetas, era el lugar donde se preparaba el trapo para su utilización como materia prima. También albergaba las viviendas de los dueños o de los encargados.
  • La segunda o tercera planta cubierta de tejado a dos aguas y con numerosas ventanas, servía para poner a secar el papel. 

Esta tipología constructiva se repite en todos los molinos de papel. A parte del edificio del molino en sí, se construyeron otros edificios anexos que completaban el proceso productivo. Y en algunos la decoración  de los cerramientos exteriores destaca por su elegancia y nobleza.   Nos referimos al Molí Sol, en el que destaca su fachada construida con exquisitez con elementos en sillería por un arquitecto de prestigio de la época: Timoteo Briet.

Detalles fachada Molí Sol

Banyeres de Mariola cuenta con un importante Patrimonio Arqueológico Industrial.  Estos grandes edificios al lado del río, ahora en estado de ruina, guardan en su interior mucha historia y nos hace plantearnos muchas cuestiones: ¿Quién construyó estos edificios?, ¿Quiénes eran sus propietarios? ¿Cómo eran las relaciones entre los trabajadores? ¿Hubo conflictos laborales? ¿Cómo eran las condiciones de trabajo?, etc. 

Foto antigua: Molí Torró y Molí Sol

Interpretar el pasado a partir de los restos actuales forma parte también de lo que pretende ser la “Ruta dels Molins”, conocer las historias y anhelos de futuro que se forjaron entre estos muros.  

En el siguiente vídeo se puede apreciar el estado actual del Molí Sol, donde se ubicará un Centro de Interpretación de los Molinos en uno de sus edificios, cuando se desarrolle el B.I.C. y lleguen las subvenciones por parte de la Generalitat. Luis Domenech antiguo trabajador del mismo nos explica como estaban distribuidas las diferentes dependencias del molino.



Foto antigua: Molí Pont
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Publicado por:

Arcadio Peris Baldoví
Manuel Sancho Galdón

1 comentario:

  1. ¡Qué interesante conocer la historia de un lugar como este, antaño lleno de actividad!
    Fantástica entrada e impresionantes fotos.
    FELICES FIESTAS

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