UN LUGAR PARA LA REFLEXIÓN
El Monasterio de Sant
Joan de Penyagolosa, está declarado Bien de Interés Cultural con categoría de
monumento.
Paco, Javi, Juanjo y Susi en la explanada de acceso
a Sant Joan
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Este Monasterio data de
la época medieval. Posteriormente se fue ampliando con construcciones
neoclásicas y barrocas que junto a su enclave, le dota de cierta magia y
misticismo.
Parte trasera del antiguo monasterio
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Este santuario recibe año tras año desde tiempos inmemoriales las
peregrinaciones de la mayoría de los pueblos de alrededor, como Culla, Vistabella, Xodos y Puertomingalvo.
Algunas de ellas se remontan a la Edad Media, siendo la más conocida la de los
“Pelegrins de Les Useres”, declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial, que
se celebra el último viernes de abril. En ellas, los pueblos piden paz, agua y
salud a la imagen románica del santo.
El santuario, de origen gótico, pudo ser fundado por los monjes que asistían las tropas del rey Jaume I en la conquista de Valencia. La parte más antigua es la formada por el patio interior y las dependencias que en él recaen. En ellas los salones están cubiertos con rústicas techumbres de madera. En el muro lateral de acceso al templo por el interior se encuentran unas pinturas murales que datan de 1592. Precisamente fue en la segunda mitad del siglo XVI cuando en ermitorio sufre grandes transformaciones, debido al auge de peregrinos.
Detalle del claustro y Juanjo en primer plano |
En
el siglo XVIII el ermitorio tomó la configuración en forma de “U” que conocemos
hoy en día, cuando se construyeron dos cuerpos con arquerías de medio punto en
la planta baja formando pórticos, sobre los que se edificaron habitaciones para
ampliar la hospedería. El de la derecha desapareció y actualmente en él se encuentran
dos grandes chimeneas.
La iglesia también se amplió a finales del siglo XVIII. Es de una nave,
con bóvedas de lunetos y una capilla lateral, dedicada a Santa Bárbara. Su
fachada es interesante, con dos cuerpos adintelados entre pilastras con
hornacina en el superior, albergando una imagen del santo. A la derecha del
prebisterio se encuentra una puerta que conduce a la sacristía y camarín de la
iglesia. El primer espacio está lleno de exvotos de San Juan Bautista, mientras
el segundo desempeña un papel auxiliar.
Una
muestra de los exvotos
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La imagen románica
de Sant Joan de Penyagolosa se trata de una escultura de madera policromada,
que incluso ha sufrido algún incendio a lo largo de su historia, como en la
Guerra Civil de 1936. La desproporción que la figura muestra de su cabeza y
cuello con respecto al resto del cuerpo se interpreta como un intento de
resaltar el hecho de que el Santo muriera degollado. La imagen lleva un ramo, una
cruz y un libro, y encima de éste un cordero. Es una figura frontal, rígida,
sin expresión ni movimiento.
En la actualidad el ermitorio del Monasterio sirve como hospedería
y restaurante. La hospedería es el lugar ideal para amantes de la escalada o
senderismo o simplemente para aquellos que les guste estar en contacto con la
naturaleza y desconectar de la rutina diaria. No hay cobertura de móvil pero,
lejos de ser un inconveniente, se convierte en una ventaja al permitirnos conectar
con nuestro interior y con quienes nos rodean.
Detalle
del comedor. A la derecha observamos la mesa donde comían el párroco de
Vistabella, el obispo y otros dos sacerdotes.
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En el comedor ofrecen comida de calidad a buen precio y el trato
es familiar y agradable. Es un ambiente rústico pero acogedor. Muy
recomendable.
A continuación el enlace de la hospedería con los teléfonos de
contacto y acceso a facebook.
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