Así lo ha titulado Sergio: "A veces, las personas nos sorprenden..."
Después de los exámenes, con un poco más de tiempo para el ocio, desempolvé mi bicicleta y me lancé a dar un paseo por un paraje cercano de Peñuelas, un pueblo pequeño de no más de 600 habitantes, situado en la de Granada. Es un pinar de repoblación, de los años 60, que guarda en su interior especies de rapaces y orquídeas silvestres entre otras.
Tal fue mi indignación al ver su estado, en el que además del crecimiento de herbáceas que había tenido lugar en la primavera, la acumulación de basura era evidente (entre ella botellas de vidrio) y el abandono de las técnicas de mantenimiento para evitar un posible incendio era total. En ese momento decidí que había que hacer algo, y llamar “al orden” tanto a las administraciones como a los habitantes del pueblo. Y de esa necesidad surgió la idea de organizar algún acto, tanto para que la gente de allí conociera la existencia de que en ese ecosistema existían especies de gran valor, además de dar un toque de atención en forma de fotografías o videos para que también conocieran el estado de dejadez y la peligrosidad existente.
Comenzó entonces la lluvia de ideas, las llamadas y mensajes a amigos, compañeros y asociaciones concienciadas con el tema, y las redes sociales hicieron el resto del trabajo.
Después de un corto pero intenso periodo de organización, llegó el día, y cuál fue mi sorpresa cuando el local que nos había cedido el ayuntamiento se abarrotó, incluso hubo gente que no pudo entrar.
Entre los ponentes se encontraban José Manuel Rivas Fernández, Presidente de la Estación Ornitológica de Padul, para hablar de las rapaces presentes en la zona, tanto diurnas como nocturnas. A mí me tocó el rol de mostrar a los asistentes, el estado actual en el que se encontraba el pinar y el riesgo de incendio que existía si no se realizaba una actuación inminente.
Posteriormente tuvo lugar un pequeño taller donde los niños fueron los protagonistas, aunque los mayores fueron también lo fueron por un tiempo. Se mostraron tres rapaces nocturnas, un Búho Real, un cárabo y una Lechuza común. Cómo podéis ver, los niños estaban entusiasmados.
Uno de los objetivos primordiales era que se realizaran tareas de desbroce y mantenimiento en el pinar, y al día siguiente los efectivos del ayuntamiento y algunos voluntarios se pusieron manos a la obra.
SERGIO MARTÍNTwitter: @Sergio_SMS
Incluso la gente no pudo entrar y los voluntarios se pusieron manos a la obra
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