La España rural de hoy en día desgraciadamente está en
retroceso. El abandono del ser humano huyendo o buscando una nueva vida en las
urbes es cada vez más frecuente. Nuestra densidad demográfica se acumula en las
zonas costeras donde el trabajo en el sector servicios acaba siendo más
asequible para cubrir nuestras necesidades. Esto está provocando que las zonas
rurales de nuestra península, con mayor rapidez estén quedando deshabitadas, y
con ellas toda la flora y prácticas culturales tan beneficiosas para llegar a
un futuro sostenible. Al igual que la degradación de las vías pecuarias, Pero,
¿deberíamos culpar a esa gente por buscar una nueva vida, o ponernos en su
lugar y pensar que estas personas quieren la vida que llevamos la mayoría de
nosotros?
Densidad poblacional española |
Aunque también, podríamos pensar que es normal que todos
queramos optar a una vida con muchas mas comodidades, aunque juzguemos a otros
de querer tenerlas.
La respuesta es
obvia, tener las comodidades de hoy en día nos gusta a todos y no se vive mal,
pero todo esto tiene un precio. Y un precio que desde mi punto de vista creo
que es el más alto precio que está pagando la humanidad.
Que no es otro que la destrucción de nuestro planeta debido
a la insostenibilidad de nuestra forma de vida respecto a él.
Y aunque muchos no
crean en esto, pienso que el abandono rural y de las antiguas costumbres está
perjudicando gravemente nuestros bosques y ecosistemas.
Entre las costumbres abandonadas, tras empezar esta
reflexión, me voy a centrar sólo en las consecuencias del abandono de la
trashumancia* (* acción de llevar al ganado a pasturar a los valles y montañas
por el cambio de estaciones y falta de disponibilidad de alimento). Y las
ventajas que contiene esta práctica.
Trashumancia |
Pero antes de empezar a mencionar las consecuencias del
abandono de la trashumancia veremos una de las causas actuales que nos
dificultan su práctica. Y hablamos de la degradación y desaparición de las vías
pecuarias, que son ni más ni menos los caminos de trashumancia que unen los
lugares tradicionales de pastoreo de España, para que los pastores y ganaderos
puedan llevar el ganado caprino, ovino y bovino a los mejores pastos
aprovechando la bonanza del clima. De ahí la importancia de conservarlas ya que
son también de dominio público y una parte vital de nuestra cultura. Aunque
también es verdad que muchas han desaparecido o se han degradado
inconscientemente por culpa de muchos de nosotros, debido a cambios de
titularidad propietarios o extensión del suelo agrícola. Muchas veces porque no
sabíamos o valorábamos las grandes funciones de estas, ya que hoy en día
también pueden tener otros usos como la educación e interpretación
medioambiental o la mejora de la biodiversidad.
Vía pecuaria sustituida por una carretera |
Dicho esto, podemos comprender que, si no conservamos
nuestras vías pecuarias, no podemos llevar a cabo la trashumancia y esto, tiene
consecuencias directas como por ejemplo son los incendios forestales.
Cada vez son más
frecuentes en nuestra península, y esto es debido a la gran cantidad de
combustible que hemos dejado en el bosque a sus anchas, haciéndolos imparables,
los incendios de nuestros bosques deterioran nuestros suelos.
y llegados a este punto puede que algunos digan... que la
naturaleza hay que dejarla como está y no interactuar en ella para mejorarla ya
que siempre ha sido así. Por una parte, creo que es verdad, pero una verdad
antigua, ya que hemos modificado tanto el ecosistema rompiendo sus ciclos, que
hoy en día es imprescindible actuar en ésta para recuperar el equilibrio, por
no mencionar las necesidades de la población mundial que va en aumento. Pienso
firmemente que una de las formas de
volver a ese equilibrio es la trashumancia ya que con los desplazamientos de
ganado limpiamos monte mediante el desbroce selectivo de nuestra vegetación peninsular, porque
dependiendo de las especies ganaderas con las que hagamos la trashumancia
quitaremos unas especies u otras, consiguiendo así: unos montes limpios,
quitándoles combustibles y por lo tanto previniendo los incendios forestales,
siendo así la mejor extinción que podemos conocer, la prevención.
Ganado pastoreando durante la trashumancia |
Otras causas del abandono de esta práctica es la pérdida de
esa cultura rural y conocimientos ancestrales,
que está desapareciendo a medida nuestros mayores dejan paso a la juventud
inexperta y poco entusiasmada en estas antiguas labores.
Siendo irónico que esto sea lo único que si recuperamos nos
hará evolucionar hacia un futuro más estable y sostenible.
También podemos hablar de una pequeña solución indirecta
pero que de una forma sería una solución directa al problema ambiental más
grande al que se enfrenta la humanidad. Sabéis de qué hablo, ¿no?, pues os
hablo del cambio climático.
¿ Y qué beneficio
trae la trashumancia frente a la mitigación del cambio climático? Pues ni más
ni menos que la fijación de carbono por parte del suelo, producida por nuestra
vegetación. La explicación es muy simple, la trashumancia del ganado hace que
la dispersión de semillas de las especies vegetales sea mucho mayor, de esta
manera tenemos más hierba que fija carbono realizando la fotosíntesis, es
decir, absorbiendo Co2 y creando material vegetal. El cual se volverá a comer
el ganado y defecara en forma de materia orgánica abonando nuestros bosques de
forma natural y mejorando el suelo, ganando fertilidad, de paso que, como ya hemos visto, prevenimos
en incendio al eliminar combustibles.
Ciclo del Co2 |
Económicamente tampoco hay excusas posibles, ya que la
trashumancia nos ofrece un ahorro importante en el gasto de alimento para el
ganadero.
Y aquí una idea que
supondría un ahorro mucho menor pero beneficioso para el monte también. Se
podría imponer un impuesto por el pastoreo, a un precio mucho menor que el
costo del pienso e invertir ese dinero en selvicultura o fomento de la
trashumancia sin que estos impuestos fueran a parar a una caja única. Pero como
decía, es sólo una idea que se tendría que estudiar más detenidamente, por la
complejidad de una gran variedad de factores.
Ahora vamos a la parte que menos nos gusta que son los
inconvenientes. Pensando positivamente no hay problema que no tenga solución,
pero como reflexionábamos al principio, la renuncia a mucho tiempo libre y
comodidades que nos quita la ardua labor de ser pastor para realizar
trashumancia, no es grata. Aunque pensándolo bien, no es preciso renunciar a
tanta comodidad, pero ¿cómo? Pues una posibilidad podría ser combinar
diferentes actividades como: el pastoreo, turismo y agricultura. Yo lo
enfocaría empezando por tener algo de ganado, y sabiendo que eso no me
aportaría gran cantidad de ingresos lo combinaría intentando realizar para el
público actividades interpretativas. Otra idea que está muy de moda en estos
tiempos por su gran demanda sería, crear una casa rural, que diera albergue a
las personas que disfruten de este tipo de actividades. Además, con el fin de
integrar mayores experiencias y de paso favorecerme de la tierra, implantaría
la agricultura ecológica. De este modo conseguiría productos de calidad tanto
vegetales como cárnicos.
Plantando especies herbáceas proporcionaría al ganado su
alimento, despreocupándonos de buscar zonas donde puedan comer, repercutiendo
esto en tiempo libre para dedicarme a otras cosas.
En todo caso nos
tiene que gustar el mundo rural para realizar todo esto ya que al fin y al cabo
como hemos dicho podemos minimizar los inconvenientes pero no hacerlos
desaparecer.
Aun así, creo que es indispensable, a nivel mundial, volver
a estas prácticas para sostener algunas de nuestras comodidades que tenemos hoy
en día. Si no sacrificamos todos algunas de nuestras comodidades, nos
quedaremos sin ninguna de ellas debido a los problemas medioambientales a los
que nos enfrentamos. Catástrofe que nos dejará en un planeta inevitablemente
infértil, inestable e imposible de albergar vida debido a la rotura de los
ciclos de la tierra que tantos millones han costado de crearse y volverse
estables.
Diciendo esto tenemos dos opciones: una es, podemos renunciar
a todo y vivir unos años bien o renunciar a una parte de nuestras
comodidades y tener una vida más longeva
dejando que nuestros descendientes puedan disfrutar esta vida tan maravillosa
de la que estamos disfrutando nosotros. Tú eliges. Porque solo eligiendo
podemos hablar del futuro de la trashumancia.
Alejandro Mollá Orenes
No hay comentarios:
Publicar un comentario