En esta entrada os quiero acercar algo que me ha llamado
muchísimo la atención desde que me interesé por el monte, y es que se trata de
la producción y extracción del corcho como un proceso productivo. Teniendo en
cuenta que esta actividad me ha parecido siempre muy interesante y para colmo
lo tengo bastante cerquita de casa me gustaría compartir algunas cosas que he
ido aprendiendo de este proceso con vosotros.
Como os he mencionado varias veces el corcho es un bien de gran
valor en este paraje ya que los alcornocales se extienden por gran parte del
parque y muchos habitantes hacen de él su fuente de ingresos.
(Extracción del corcho/viveelaltopalancia.blogspot)
Este material tiene infinidad de usos y unas características
natural increíbles, prácticamente no sufre transformación en el proceso que lo
adaptamos para nuestro uso, ya sea de tapones de botella, o aislante acústico.
Esto lo convierte en una materia prima muy valiosa y de un interés importante
de cara a un aprovechamiento forestal.
Si se elige bien el momento de máxima actividad
vegetativa, y la operación se realiza con cuidado, es posible separar el corcho
del felógeno (células que producen el corcho). Al quedar a la intemperie, el
felógeno morirá por desecación, al tiempo que, más al interior, se forma un
nuevo felógeno que reinicia la generación del tejido suberoso.
(Alcornocal/foto propia)
El alcornoque genera tres tipos de corcho, según en qué
región nos encontremos recibirán un nombre u otro. El primero al que se le
denomina virgen o bornizo, no es de muy buena calidad ya que su estructura es
irregular y granulada, este se suele moler y utilizar como aislante. Nueve años
más tarde, en la segunda saca es extraído el "corcho secundario", un
material con una estructura más regular, pero suave. Este es utilizado para
pavimentos. A partir de esta saca conseguiremos que el alcornoque produzca el
corcho de mejor calidad que será el utilizado para producir tapones de botella,
a este corcho se le puede conocer como corcho reproducción o amadía.
(
(Máquina de tapones de corcho/foto propia)
Por último mencionaros que la forma de extraer el corcho ha
variado un poco Existen herramientas modernas, adaptadas para este
trabajo. La moto sierra por ejemplo va equipada con un dispositivo que por
conducción eléctrica va regulando la profundidad del corte, permitiendo que la
punta de la espada entre más o menos según sea el grosor de la corteza. Otras
herramientas que facilitan más el trabajo son las tenazas, que nos sirven para
ahuecar la corteza y separarla del tronco, o el “mijuro” que es algo así como
un calzador que sirve para separar la corteza del árbol y que a diferencia de
las herramientas tradicionales, éste es de acero. También podremos encontrar
las herramientas tradicionales mas rudimentarias como el hacha con mango de
madrea para separar la corteza sin dañar al árbol.
Esta tradición sin duda alguna ha servido para que los
alcornoques de Espadán no fueran pasto de las llamas de la industria y el
carbón. Un ejemplo más de un aprovechamiento sostenible de los bienes naturales
que nos rodean.
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