Hace ya una década, concretamente el 12 de Noviembre de 2002 el petrolero Prestige se hundió frente a las costas gallegas con 77.000 toneladas de fuel a bordo, causando uno de los peores desastres medioambientales de la historia del país, y a su vez uno de los mayores actos de solidaridad que se recuerdan.
Miles de ciudadanos anónimos se convirtieron en los protagonistas aquellos días junto con el negro chapapote; según los datos oficiales, más de 65.000 personas acudieron de toda España y Europa para retirar fuel con muy pocos medios, pero con la firme voluntad de hacer frente a la marea negra.
Acomodados en polideportivos después de durísimas jornadas, y viendo como nuevas manchas arruinaban el trabajo del día anterior, fueron un ejemplo de humanidad y altruismo, una respuesta social sin precedentes que empequeñeció a nuestros gobernantes, y que aún a día de hoy sigue siendo un ejemplo que bien podría hacerse extensivo a nuevos problemas sociales que nos amenazan.
Diez años después, el petrolero con bandera de Bahamas, con sede en Liberia, armador griego, y propiedad de una empresa registrada en Gibraltar, sigue dispersando su fueloil por toda la cornisa cantábrica al amparo del silencio mediático y donde numerosos voluntarios lo siguen retirando en silenciosa labor.
El municipio pontevedrés de A Guarda rinde homenaje a los “héroes blancos”. Sempre na nosa memoria.
Vídeo: Se busca voluntariado del Prestige. Interesante video donde una voluntaria, diez años después hace una breve retrospectiva de la experiencia vivida a nivel humano entre compañeros voluntarios y lugareños.
Fueron numerosos los voluntarios que sufrieron problemas de salud como resultado de las emanaciones tóxicas del fueloil:
GABRIEL RABADAN
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