martes, 20 de octubre de 2015

El camino cambio mi vida

El camino de Santiago es la ruta que recorren miles de personas al año para llegar a la ciudad de Santiago. Se trata de un peregrinaje histórico que se viene realizando desde el siglo IX con motivos religiosos, debido a que se cree que el apóstol Santiago realizo ese largo camino para divulgar el cristianismo. Por lo que en definición se puede decir que es un viaje de culto religioso.

Según las creencias religiosas, el camino original de peregrinaje del apóstol, es conocido como el camino Francés que tiene inicio en un pueblo francés cercano a la frontera española y un recorrido total de 775km. A lo largo del tiempo, diferentes personajes históricos como reyes y obispos, hicieron otras rutas de peregrinaje con inicios en otros puntos geográficos y crearon así, caminos como el primitivo, el del norte o el de la plata.
Aunque como ya he dicho, la definición dice que es un viaje de culto religioso, en esencia es un viaje personal para encontrarse a uno mismo.

En 2009, junto a un amigo, realice el camino primitivo. Esta ruta tiene como origen Oviedo, y termina uniéndose en las dos últimas etapas con el camino Francés. Tiene una duración de 15 días a pie. Este viaje, marcó un antes y un después en mí y no es algo raro, cualquiera que realice el camino primitivo dirá lo mismo. El camino primitivo es el camino que cruza casi de punta a punta la cordillera cantábrica, lo que lo hace un camino deportista por sus grandes subidas y bajadas de montaña, con muy poca población (apenas unas cabañas refugio y pueblos de 200 habitantes al terminar la etapa) y un paisaje sin igual que no se olvida nunca. El primer día, nos lo tomamos con calma, hablando, admirando el paisaje, tomando fotos y demás. Pero el resto de días, empieza el viaje espiritual. El camino a uno mismo.

Roberto y yo en el camino
Cuando te alejas del albergue y caminas una hora, llegas a un punto en que mires por donde mires, solo hay silencio, monte, mucho tiempo y ninguna prisa. El ambiente que te rodea, la naturaleza, es tan precioso y perfecto, que dejas totalmente al margen cualquier pensamiento negativo, para guardar, para siempre, ese cuadro de vida que tus ojos no pueden dejar de ver. No hay nada más y no necesitas nada más. Después, tu mente se da cuenta que solo estas tú y tus pensamientos y te preguntas quien eres tú y porque eres tú, y empiezas a encontrarte con tus recuerdos más emotivos, los que nos marcan, los que nos hacen ser lo que somos.
Camino a Pola de Allande
Cuando me encontré a mí mismo, es cuando me fije en lo demás. En mi caso, uno de los puntos más importantes de los que tome conciencia, fue el respeto a la vida. Fue como despertar y darme cuenta de toda la vida que había a mí alrededor. Árboles, plantas, flores, vacas, mi colega… y todo ello con vida, como la mía. ¿Puede una vida tener mayor o menor valor que otra?. A día de hoy, esa filosofía de respeto, siempre me acompaña.
No es de extrañar, pues, que tanta gente haga el Camino de Santiago. Si se tiene la posibilidad, es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida.

Con este viaje, despertó, sin duda, mi conciencia ambiental, y desde entonces, la naturaleza es mi compañera espiritual y personal y espero que algún día también lo sea en lo profesional. 


Jonas Gomera
1º de Gestión Forestal 2015/16
EFA "La Malvesía"

2 comentarios:

  1. Me gustaria conocer este famoso camino, talvez un dia lo haremos mi esposo yo ya lo hemos imaginado.

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  2. Buena entrada que expresa de forma clara aquello que puede ofrecer la peregrinación por antonomasia.
    Si todo va sobre lo previsto, este mes de noviembre emprenderé la aventura de recorrer el Camino Primitivo.
    Por supuesto os narraré mis experiencias en la segunda parte de "Diario de un Peregrino".
    Saludos y hasta pronto

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