lunes, 12 de octubre de 2015

Hayedo de Montejo: Conservación versus Uso Público

Antes del amanecer suena el despertador. No es mucha la distancia que nos separa de Montejo de la Sierra pero queremos estar pronto para conseguir dos de las autorizaciones que se van a repartir para poder visitar el Hayedo de Montejo. Nos han dicho que dan pocos pases (unos dicen que 60, otros que 100) y que la gente hace cola desde buena mañana.

Al llegar a Montejo, poco más de las 8 de la mañana, ocupamos el número 26 de una fila que quizá comenzó a las 7 con unos 6 ºC de temperatura. Sabemos que los profesionales de la empresa “Senda Viva UTE” no abrirán las puertas hasta las 9:30. A esas horas, quizá en la fila fuéramos ya unas 250 personas, en su mayoría familias madrileñas que han decidido pasar un día del puente del Pilar en uno de los espacios más emblemáticos de su región. Otros, como nosotros, han llegado de distintas zonas del país.
Comienza el reparto de autorizaciones y conseguimos uno de los 50 primeros pases. Nuestra ruta comenzará a las 12:30, hasta ahí todo bien, aunque nos aguardaba una sorpresa en el interior del centro, una nueva prohibición (debidamente explicada, pero en el interior, tras el frío y la hora y media de espera): al hayedo no se puede acceder con animales de compañía. En nuestro caso eso supone volver al apartamento en Puebla de la Sierra para dejar a “Nico” solo toda la mañana, porque ni nos planteamos seguir su consejo de dejar a nuestro perro dentro del coche. Pero lo que más nos disgusta no es tener que hacer unos cuantos kilómetros, lo triste es que se perderá la principal visita por la que desde Valencia nos hemos desplazado a la “Sierra del Rincón” de Madrid. Y nosotros, ya lo sabéis los que nos seguís, somos de viajar en familia, de patear todos juntos.
A las 12:30 estamos puntuales y sin “Nico” en la caseta de recepción del hayedo. También puntual comienza la ruta guiada por este entorno protegido, siguiendo la senda junto al río, aunque hacemos una pequeña variante. Pese a que es cierto que el guía que nos acompaña hace una buena interpretación del patrimonio natural, esto es importante remarcarlo, la visita en sí resulta un tanto decepcionante. Veamos por qué: la visita duró 1 hora y 18 minutos y recorrimos 2 kilómetros en total; el paisaje es encantador, la diversidad biológica interesante y algunos ejemplares de árboles eran impresionantes; pero si hacemos balance (40 minutos para llegar + 1 hora y 30 minutos en la cola para recoger la preciada autorización + 80 minutos para devolver a “Nico” = 3 horas y media), creo que la experiencia queda pobre, simplona, corta.

Panorámica desde el puerto de Puebla de la Sierra
Un lugar singular, una rareza natural, un espacio que es un ejemplo de la conservación del territorio de nuestro país, declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1974, merece, en nuestra opinión, mucho más, una visita mucho más larga e interesante.
Pero queremos analizar algo relevante. En un lugar como “la sierra pobre de Madrid”, donde han hecho falta los recursos para sobrevivir como se ha podido, que se haya conservado este reducto, es digno de admiración y, por supuesto, merece todo tipo de cuidados y esfuerzos para su mantenimiento y protección. Según nos explica el guía, durante el siglo XV el pueblo compró a un noble de Sepúlveda la finca llamada “El Chaparral”, terreno de hayas y robles junto al río Jarama (justo en los lindes con la provincia de Guadalajara). Con averiguaciones posteriores hemos sabido que, décadas más tarde, el propio Emperador Carlos V dejaría claro que el bosque era de Montejo frente a un contencioso con los señores de Buitrago.

Queremos mostrar nuestra gratitud y admiración a los habitantes de Montejo que, ya 500 años antes de que comenzaran las políticas de conservación, permitieron que podamos disfrutar en el siglo XXI de un espacio tan singular y que ahora forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, siendo Sitio Natural de Interés Nacional y Zona de Especial Conservación, formando parte de la Red Natura 2000 de Europa. Son muchos títulos, ahora muy necesarios, pero el más importante título de protección se lo dio el propio pueblo de Montejo al darse cuenta del tesoro que poseían.


Lo cierto es que es un lugar que se debe visitar. La Sierra del Rincón entera te espera con rutas muy agradables entre robles centenarios y pueblos tranquilos. Quizá, quién sabe, si con la respetuosa presencia del lobo.
"Haya de la roca" - árbol singular
Edad +- 200 años

1 comentario:

  1. No se si lo hicisteis pero desde la M-139 que es la carretera que va al hayedo sale la GU-187 que en 74 espectaculares km os llevaria hasta Riaza pasando por el hayedo de Tejera Negra y el pico del Lobo . Un recorrido para recordar y sin duda Niko hubiese disfrutado .

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