domingo, 1 de marzo de 2020

UNA MARAVILLA DE LA NATURALEZA










Hay una fotografía de Extremadura que siempre me ha encantado, cada vez que la he visto he dicho: pedazo de sitio y foto, donde estaba ese lugar tan increíble.

Después de la gran comida, nos dirigimos a Arrolobos pedanía de  Las Hurdes, declarado como patrimonio cultural y natural, lugar que ni siquiera sabía que existía, justo entre el límite de Extremadura y Castilla, donde sus calles son admirables por el tipo de arquitectura que tienen( se lo reproduciría mejor pero son palabras de mi suegra). También tenemos el puente sobre el Río Hurdano con su belleza chopera. Siempre ha sido considerado como un pueblo de pescadores.



Pero la visita no terminaría ahí, volvemos a subir en los coches y nos metemos por un pequeño camino de tierra y empezamos a subir la montaña…por el momento sólo se ven pinos a ambos lados…cuando de repente al mirar a la izquierda ahí estaba, LA FOTO de Extremadura que siempre me había gustado, en directo es todavía más alucinante. Describir una imagen así es complicado, era como si estuviese observando el Amazonas cuando sale en los documentales, no habíamos llegado todavía al mirador pero tuve que detener el coche y hacer una foto propia de aquello, había tantos verdes juntos de la inmensa vegetación recubriendo todo que no se podían ni contar.

El río Alagon tomando una curva y creando una pequeña península que según épocas del año se convertirá en isla al cerrillo de Romerosa. La Sierra de Francia va muriendo ya por estos parajes anunciando las llamadas del sur. Pero aún ofrece perfiles que apuntan de manera modesta hacia arriba y enormes manchones de bosque que resaltan aún más su belleza.

Este río es la principal arteria hídrica de la alta Extremadura. Este tramo que discurre entre Coria y el embalse de Gabriel y Galán, con una longitud aproximada de 50km, forma parte de la Red Natura 2000 y está declarado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).

Junto a su afluente el Río Jerte, conforman uno de los corredores ecológicos más extensos de la región, comunicando con la Sierra de Gredos con Portugal. Su principal valor son las riberas que se asientan en sus orillas, en las que predominan los alisios, fresnos y los sauces, formando un bosque continuo a lo largo de su recorrido. Se puede realizar una visita interpretada al corazón del río en una zona de altísimo valor medioambiental.

Sus aguas acogen una interesante fauna piscícola, como el barbo, la parrilla o el calandino. También podemos destacar sus libélulas, de las cuales algunas están en peligro de extinción.

Avanzamos un poco más y llegamos al mirador o balcón llamado “La Antigua” desde el cual hicimos todo tipo de fotos a aquella maravilla visual. Lo contemplamos durante un rato, los niños siguen con cara de asombro, incluso más que yo. Pedro, mi suegro comenta que hay una ruta de senderismo para recorrer a lo largo de la orilla del río conocida como la vereda de los pescadores para que podamos verlo todo desde otra perspectiva pero es tarde y tenemos que declinar la oferta.



Volvemos a Arrolobos, donde se encuentra el Río Hurdano con un inmenso paisaje verde lleno de choperas, para que los niños jueguen. Al llegar esta lleno de piedras planas por lo que los adultos, como si de niños se tratase, nos ponemos hacer “ranas” con ellas. Para después después despedirnos del lugar. Cuando nos despedimos todos Pedro comenta que nos falta otra cosa por ver, que tendríamos que volver. Un volcán.

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