Joaquín Araújo nació
el 31 de diciembre de 1947 en Madrid. Naturalista, escritor, periodista,
director de cine documental, conferenciante en radio y TV, además de ser asesor
del ministerio de medio ambiente y presidente de ecofórum, entre otros cargos.
Agricultor, ganadero y selvicultor, con métodos ecológicos. Recibió el premio
Global 500 otorgado por la ONU (1991) así como dos veces el premio nacional de
medio ambiente.
Aunque ya había oído
hablar de este naturalista, con mas de 40 años de su vida dedicados al
ecologismo y un impresionante currículum a sus espaldas, fue un día escuchándolo
por la radio cuando verdaderamente me impresionó la labor que esta realizando
como director del colectivo BOSQUE DE BOSQUES.
Joaquín, durante la
entrevista radiofónica, hablaba sobre un libro que había leído en su juventud y
que le marcó profundamente. El libro en cuestión se llama “el hombre que
plantaba árboles” (de Jean Giono). Explica la historia de un pastor (ficticio)
que dedica su tiempo a plantar arboles en un paraje yermo de los Alpes de la
alta Provenza, obedeciendo a una generosidad sin precedentes y sin pretender
recompensa alguna.
-“Es tan sencillo y
directo, tan transparente, que por su simplicidad llega a la consciencia. Este
libro hace querer el hecho de plantar árboles”.
-“Como
escritor que soy tengo una deuda con los árboles. Éstos han sido durante siglos
los emisarios de la cultura, ahora hay que devolverles el favor”
De esta manera en 1988 nacía el proyecto de
educación ambiental, en su fase inicial llamado TRENTI, en el ayuntamiento de
Ruiloba (Cantabria). En un
principio se limitó a la convocatoria pública para acudir a una o dos jornadas
anuales de plantación de robles (día del árbol), en cada primavera. Entre 1988
y 1992 se efectuaron plantaciones en 4 municipios de Cantabria.
A partir
de 1992, y en colaboración con las administraciones cántabras, el Proyecto cambió
de nombre llamándose BOSQUE DE BOSQUES y se orientó hacia la regeneración de
masas forestales autóctonas en las cabeceras de los ríos. Las
zonas escogidas correspondían al litoral de Cantabria, caracterizado por la preocupante
pérdida de sus bosques. Estas zonas se encuentran fuertemente castigadas por la
deforestación producida por talas e incendios de carácter periódico anual, lo
que ha provocado una importante alteración de las condiciones ecológicas del
lugar y muy especialmente de las cuencas fluviales. Hasta el 2002, el proyecto había
hecho que se plantaran más de 160.000 árboles autóctonos y 65.000 bellotas en
177 hectáreas de 14 términos municipales. Desde el punto de vista educativo se
habían realizado casi 700 actividades en las que se contó con la participación de
casi 9.000 alumnos y cientos de voluntarios a titulo individual o integrados en
un sinfín de asociaciones y colectivos de diversa naturaleza. Todas las
actividades se llevan a cabo gracias a la participación de voluntarios y
alumnos de los diferentes centros educativos de Cantabria. Dentro de las
actividades de reforestación, el número de árboles plantados anualmente suele
oscilar entre los 8.000 y 10.000 ejemplares (robles, alisos, hayas, fresnos,
arces, etc.).
En la actualidad el
proyecto sigue en marcha. Él solo ha plantado 22.000 árboles y ha promovido por
parte de correos de España, cajas de ahorros y ayuntamientos, la plantación de más
de un millón y medio de ejemplares de árboles autóctonos.
· Enlaces de interés:
Adrià Perales Mejías 1ºGF
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