Avenc de Son Pou

En el mismo valle de Coanegra encontramos una cueva llamada Avenc de Son Pou o Cova del coloms, debido a la gran cantidad de aves salvajes que anidaban en su interior. Se accede a través de un pasadizo realizado en 1894, de unos 50 metros de largo, 1,70 metros de altura y un metro de anchura. La intención principal de este pasadizo que conectaba con la cueva era, según el propietario del terreno, para recoger los excrementos de las aves, muy preciados por el abono de la tierra. Desde entonces se puede entrar a la cueva fácilmente.

Entrada a la cueva. Elaboración propia

Se trata de una cueva muy original, sorprendente por sus grandes dimensiones de aproximadamente unos 150 metros de largo por unos 70 de ancho. Realmente, ocupa el interior de una montaña hueca, que tiene en su parte más alta, a unos setenta metros del suelo, un agujero que constituye la única entrada natural, con un diámetro de unos diez metros de largo y ancho. Dentro de la cueva podemos observar multitud de concreciones cársticas en forma de estalactitas y estalagmitas, e incluso columnas, resultado de la unión de estalactitas y estalagmitas.

Interior de la cueva. Elaboración propia

En la parte más baja de la cueva, en la parte izquierda, hay otra sala redonda, que queda bastante oscura debido a su falta de luz natural, donde podemos encontrar un suelo formado por las irregularidades naturales, llamados “gours”, formadas por la erosión cárstica.

A parte, en la misma parte baja de la cueva, a la derecha, también encontramos otra sala que se puede acceder con una escalera artificial, más pequeña que la anterior pero con la misma ausencia de luz natural y con semejantes formaciones cársticas.

Entrada de luz natural. Elaboración propia.

Por otra parte, a mediados del S.XX, en esta cueva se concentraban los poetas de la Escola Mallorquina, estimulados por el espíritu romántico y paisajístico. Autores a destacar son Miquel Costa i Llobera, Joan Rosselló de Son Fortesa y Antoni Maria Alcover i Sureda. Se reunían en esta cueva para celebrar diferentes jornadas literarias. En la primera sala descrita anteriormente podemos encontrar un fragmento con los siguientes versos:

Veniu, fadrines, veniu.
Beveu l’aigua de la vida
Que la bella cançó diu:
El qui en beu, prest s’amarida.

Científicamente, esta zona de acuerdo del Consejo de Gobierno del 27 de marzo de 2015 se declaró Zona de Especial Conservación (ZEC). Debido a que en la cavidad se encuentran troglobios endémicos como el Hernotius jordai (coleóptero) y Roncus neotropicus (pseudoescorpión). Endemismos muy localizados en las cavidades de la isla de Mallorca, del Terciario, que han sobrevivido gracias a que la humedad y temperatura se mantienen casi constantes. Por otra parte los Quirópteros utilizan muchas de estas cavidades como área de reposo e invernada.

Hernotius jordai (coleóptero): “Tamaño 10-12 mm. Despigmentado, variable del rojizo testáceo al pardo rojizo oscuro. Esbelto y paralelo; cabeza con las mejillas abultadas, sin ojos, solo se aprecia una fina cicatriz blanquecina sin pigmento. Antenas largas y gráciles con numerosas sedas sensitivas. Pronoto con los ángulos anteriores muy agudos, los posteriores rectos. Élitros paralelos con los húmeros salientes.” Reitter (1914).

Hernotius jordai. Fotografia de Jose Luis Lencina

Roncus neotropicus (pseudoescorpión): Se trata de una especie endémica de Baleares, robusta, de grandes dimensiones (3-4mm de longitud corporal y 2mm de pinza). Debido a esta insularidad y la falta de competencia, este taxón ha ido colonizando y adaptándose a diferentes nichos ecológicos.

Fotografía Mateo Vadell

Como podemos observar, se trata de una cueva muy simbólica en el Valle de Coanegra, se inició su exploración por el simple hecho de recoger los excrementos de las aves para abonar las tierras de los cultivos, siguientemente formó parte, por un tiempo, de la Escola Mallorquina, y actualmente forma parte de una zona recreativa. Sufriendo así una evolución, en la que la cueva de las aves se ha convertido en una atracción para la sociedad sin apenas presencia de aves, con lo cual, se ha limitado el acceso al público para garantizar la conservación de la cueva y de su hábitat.