lunes, 10 de noviembre de 2014

Construcciones naturales en la costa (Dexo Parte 6)


La costa de Dexo-Serantes se encuadra totalmente en la unidad de esquistos cristalinos de Bergondo, rocas metamórficas muy sensibles a la erosión, lo cual se refleja en el paisaje de acantilados fuertemente desgastados y con perfil costero aserrado.
Vista general del acantilado, con una piscina natural que se forma en marea baja y días de poco oleaje en el margen derecho
Alternando entre los acantilados del espacio natural se presentan elementos del paisaje de gran belleza, como pequeñas calas y ensenadas, espectaculares cuevas marinas (furnas) y algunos islotes como los de Islote de Montemeán y A Marola.

O Seixo Branco
El nombre de O Seixo Branco (Guijarro blanco) viene dado por la existencia de un gran filón de cuarcita, el único existente en la costa de Dexo-Serantes. Este filón, muy llamativo por sus dimensiones y su color blanco, corta claramente el acantilado de esquisto, rasgo por el cual los especialistas en la materia le asignan un origen posterior a la Orogenia Hercínica.
Vista de la beta de cuarcita de O Seixo Branco

El mar labra cuevas en el acantilado
Labradas en las paredes rocosas del acantilado aparecen las furnas (cuevas), cuevas marinas que se originan por el continuo desgaste que genera la fuerza del oleaje.
La fragilidad del acantilado a la constante arremetida de las ondas depende de la combinación de varios factores. La naturaleza del material geológico, la topografía del terreno, la cantidad de lluvia, la presencia de fracturas en la roca y la orientación de esta en relación con el mar, así como el grado de exposición de la pared rocosa al oleaje, son variables cuya combinación determinan la morfología de las cuevas marinas.
En este sentido, las partes más blandas y débiles del acantilado se degradarán más rápidamente que las rocas próximas, y es en ellas donde se originan, poco a poco, las cuevas, que evolucionarán desde estados incipientes a verdaderas cavidades que se meten en la tierra.
Ilustración de cómo se crea una cueva marina
A veces, en etapas más evolucionadas del proceso de erosión, se produce la unión de dos cuevas contiguas, quedando aislados añicos del acantilado en forma de islotes. Este fenómeno también es observable en la costa de Dexo-Serantes.
Furna A Regocha
En ocasiones, el techo de la cueva se derriba, dando lugar a impresionantes huecos en el terreno. En este tipo de cuevas se origina un pozo o conducto vertical que conecta la superficie con el fondo de la cueva. Ejemplos de eso son las cavernas de Ollo Grande, A Regocha y Ollo Pequeno, todas ellas localizadas en O Seixo Branco.
Vista de como el agua se cuela por los orificios de las cuevas y crea bonitas fuentes en días de temporal
La escasez de luz reinante en las cuevas limita el crecimiento de organismos fotosintéticos, por lo que sólo unas pocas plantas podrán vivir en estos ambientes. No obstante, constituyen un ambiente de especial importancia, ya que aves como el cormorán moñudo, con un elevado interés científico y conservacionista, elige lugares como este para instalar a su nido.
Las furnas constituyen un hábitat de interés comunitario, bajo la denominación de cuevas marinas sumergidas o semisumergidas (código 8330).

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