lunes, 17 de noviembre de 2014

La pegada humana de Dexo (Dexo Parte 8)


Nuestros ancestros
Desde tiempos remotos la costa de Dexo-Serantes estuvo poblada. Prueba de eso son los restos de antiguos asentamientos fortificados que podemos encontrar en la zona. Dentro de los límites del monumento natural hay registrados cuatro castro: el castro de Subiña, el de Castromén, el de punta Roza y el de punta Torrella. Excepto el de Castromén, presentan un buen estado de conservación, aunque la vegetación que los recubre impide ver sus estructuras. 
Los castros de punta Roza y punta Torrella son dos buenos ejemplos de castro costeros gallegos. Ambos presentan características similares: están abiertos hacia el mar y se localizan sobre puntas rocosas y acantiladas que forman pequeñas penínsulas. La defensa natural que les proporciona el mar se complementa con varias murallas concéntricas semicirculares y fosos hacia el interior del continente.
Recreación de los castros habitados por campesinos
Posiblemente los castros estuvieron habitados por campesinos dedicados a la agricultura y a la ganadería, que combinaban estas actividades con la recogida de frutos silvestres, y la pesca y el mariqueo en el caso de los castros costeros.
La mayor parte de los castros gallegos llevan asociada la creencia popular de que esconden tesoros encantados guardados por los moros. Los moros son seres místicos que vivieron en un tiempo antiguo. Se diferencian de los humanos porque no son cristianos, salen de noche y duermen de día, y viven bajo tierra o dentro de las rocas. Construyeron los castros y los sepulcros y son los guardianes de los tesoros encantados escondidos en ellos.
El agua dulce es indispensable para la vida, por eso desde la antigüedad el ser humano ideó construcciones para poder aprovecharla, como son las fuentes y lavaderos. 
Dentro de los límites del espacio protegido de la Costa de Dexo-Serantes podemos encontrar varias fuentes y lavaderos, como son el lavadero y la fuente de Canabal, el lavadero del río de la Piedra y los manantiales de Fontenla y Fuente Ornela. Según creencias populares, alrededor de ellas existen seres míticos que guardan tesoros o hechiceros que les otorgan virtudes mágicas a las aguas.
Fuente de Canabal
Baterías militares
Sobre O Seixo Branco aun hoy pueden observarse los restos de una instalación militar. Se trata de la antigua batería de proyectores de O Seixo Branco diseñada antes de la Guerra Civil y que contó con un proyector de 150 cm de diámetro durante un breve lapso de tiempo a comienzos de los años cuarenta. Al terminar la II Guerra Mundial sufrió un lento proceso de abandono hasta quedar desafectada por el Ministerio de Defensa en 1993. Sus instalaciones, hoy en ruinas, constan de un puesto de combate con dos estructuras:
- Un pequeño edificio abovedado o almacén donde se guardaba el proyector con una zona anexa para el cuerpo de guarda. Por detrás, aun se puede observar el foso del proyector.
Restos del edificio donde se guardaba el proyector
- Un pequeño búnker o puesto de observación para los vigías.
Restos de la batería de proyectos en O Seixo Branco
La I Guerra Mundial había supuesto un fundamental hito en la mentalidad geoestratégica de las potencias occidentales. En España dio pie a un importante debate sobre la defensa de aquellos puntos vitales del territorio como eran los puertos. Ferrol era uno de los más relevantes astilleros militares de la época, por el que se decidió dotarlo de un férreo escudo protector. Como resultado de todo eso surgieron varios planes de artillado del golfo Ártabro que culminaron, durante la dictadura de Primo de Rivera, en el Plan de 1926, que convertiría las rías de Ferrol y A Coruña en uno de los enclaves mejor defendidos del mundo.
Vista desde uno de los caminos de O Seixo Branco donde se divisa al fondo el puerto exterior de Ferrol
Este plan preveía la creación de varios grupos de baterías de costa y antiaéreas con el apoyo de grupos de proyectores de exploración y tiro para buscar e iluminar los posibles objetivos. El grupo de A Coruña contaría con las baterías de proyectores de Suevos, la Torre de Hércules y O Seixo Branco.
Vista de A Coruña desde la ensenada de Canabal

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