Ordesa, un siglo de protección. Parte 1

Ordesa fue el segundo Parque Nacional español, motivada su declaración por la protección de sus valiosos bosques, sólo un mes después de la declaración del primer Parque, la montaña de Covadonga. 
Además de sus paisajes y sus valores ecológicos, ya en el siglo XVIII, pireneístas como Louis Ramond de Carbonnières se sintieron atraídos por esta parte del Pirineo. 

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está situado al norte de la provincia de Huesca y abarca la totalidad del macizo de Monte Perdido y los valles que nacen de él: Ordesa al suroeste, Cañón de Añisclo al sur, las Gargantas de Escuaín al sureste y la cabecera del valle de Pineta al este. Los cuatro valles tienen su origen glaciar, patente en los inmensos arcos de sus cabeceras y sus ríos Arazas, Bellós, Yaga y Cinca, han dejado a su paso, profundas gargantas.

Fue creado en el año 1918 y ampliado hasta su actual extensión (15.608 Ha) en 1982. A la figura de Parque Nacional hay que añadirle otras figuras como son la de Zona Especial para las Aves (ZEPA), Reserva de la Biosfera (desde 1977), Patrimonio Mundial de la Unesco ( 1997) y Diploma del Consejo Europeo a la Conservación (1988,1993,1998,2003).
Los municipios que están bajo la influencia socio-económica son: Torla, Fanlo, Puértolas Tellas-Sin, Bielsa.

El Parque presenta un clima variado dado el amplio rango de altitud (700m en la parte baja de Añisclo - 3355m cima de Monte Perdido). 
 Monte Perdido, la montaña calcárea más alta de Europa...según la tradición, se cuenta que un pastor estaba cuidando su rebaño cuando vio llegar a un mendigo muy pobremente vestido. Éste le pidió de comer y un poco de abrigo, pero el pastor le negó cualquier ayuda. Entonces el cielo comenzó a nublarse y se desencadenó tan terrible tormenta que el pastor y sus ovejas quedaron perdidos para siempre en aquellos parajes. El mendigo, en realidad era San Antonio y, al despedirse del pastor,le advirtió que en ese mismo lugar, surgiría una montaña tan grande como su falta de caridad.
Louis Ramond de Carbonnières dijo: "si el Mont Blanc es la reina de las montañas graníticas de Europa, el Monte Perdido es la más bella de las calizas".

El clima de la zona está marcado por dos rasgos fundamentales: su continentalidad debido a la lejanía de los mares y a la presencia de grandes desniveles que dificultan la penetración de los frentes y al régimen de precipitaciones equinoccial con grandes irregularidades interanuales. Todo esto ha dado lugar a la presencia de endemismos como la rana, el tritón o la lagartija pirenaica que conviven con supervivientes de las eras glaciares como el lagópodo alpino y el topillo nival y habitantes de regiones boreales como el mochuelo boreal, gorrión alpino, el sarrio o el armiño.

La sucesión de crestas, profundos valles y cañones muestran las fuerzas que intervinieron en su formación. Inmensa fosa hundida en el interior de un profundo mar, el proceso de formación de montañas que levantaron esa fosa marina dieron lugar a los actuales Pirineos: la orogénesis herciniana (250 millones de años) y la alpina (35 millones de años). Posteriormente, la erosión glaciar y otros agentes erosivos como el agua o el viento, modelaron el terreno dándole el aspecto que ahora conocemos. 

Cada sector del Parque tiene unas características particulares y mostrarlos todos me llevaría más de una jornada. Os propongo calzaros las botas de andar sin prisas y acompañarme hasta uno de sus sectores:el Cañón de Añisclo. 

En las próximas entregas os iremos acercando a los rincones más peculiares, a sus características singulares y sus gentes:

• Ordesa, un siglo de protección. Parte 2
• Ordesa, un siglo de protección. Parte 3
• Ordesa, un siglo de protección. Parte 4
• Ordesa, un siglo de protección. Parte 5
• Ordesa, un siglo de protección. Parte 6

Helena Bueno