miércoles, 27 de enero de 2021

FUNCIONES ECOLÓGICAS Y GESTIÓN TRADICIONAL

 -SUS FUNCIONES ECOLÓGICAS Y SU GESTIÓN TRADICIONAL

-Estructuras complejas
Corteza gruesa y agrietada, troncos huecos, vacíos al final, empalizadas de leña, agujeros en el pájaro carpintero. Múltiples posibilidades para una amplia variedad de organismos típicos de los ambientes forestales.

-Continuidad espacial y temporal
Las choperas brindan continuidad en el espacio y el tiempo. Esto es importante para los escarabajos saproxil con movilidad limitada y alta dependencia de la madera muerta.

-Oasis largos
En muchos valles, son los únicos entornos forestales. Bosques estrechos y largos entre arroyos y campos, entre llanuras y montañas.

-Humedal sobre el árbol
El agua de lluvia se filtra en la cabeza y puede emerger de la corteza del tronco donde cae, creando un río que puede durar días. La piel húmeda permite el desarrollo de un limo oscuro, que es todo un ecosistema de bacterias, algas, protozoos y nematodos.

-Sombrea el río
La sombra de los exuberantes promontorios de álamos reduce la temperatura del agua del arroyo y, por lo tanto, aumenta el suministro de oxígeno al agua.

-Mucha vida en madera muerta
La madera muerta en árboles en pie o caídos es esencial para una amplia variedad de insectos, especialmente los escarabajos cuyas larvas viven en el interior. Las piezas grandes, como las cabezas de álamo antiguas, son particularmente valiosas.


-Madera muerta en el lecho del río
Los troncos y ramas del canal crean diversidad en el hábitat del río y protegen a los peces de los depredadores.


-Vida mucha vida
Los álamos son árboles viejos y grandes, con mucha madera muerta. También cuentan con agujeros, grietas, pequeñas piscinas y fuentes. Incluso los muertos que están de pie y tirados en el suelo son el sostén de una comunidad de algas, líquenes, musgos y plantas altas. Los filamentos de las setas penetran en toda la planta, favorecen su desarrollo y descomponen la madera muerta.

Originalmente, los humanos obtuvieron la cabeza de álamo a partir de especímenes silvestres de álamo negro. Con el tiempo, los obtuvo mediante la plantación y el cultivo. Esta especie necesita crecer en suelos en los que circula el agua subterránea, como los sedimentos de la llanura aluvial acumulados por los ríos. Los campesinos lo plantaron en los márgenes de los campos cerca de las orillas, a lo largo de arroyos y acequias, así como cerca de fuentes y estanques.

Se obtiene un árbol nuevo de una ramita (planzón) de la copa de otro chopo. Después de echar raíces y crecer durante varios años, la formación fue podada a unos tres metros del suelo, produciendo ramas que brotan cerca de la copa, la futura cabeza. Después de una docena de años, el tronco y las ramas ya se habían engrosado. Era el momento del primer corte, poda completa de todas las ramas (vigas).

Escamonda es un esfuerzo de equipo. El leñador, con un hacha (antes) o con una motosierra (hoy), corta las ramas en la cabeza del propio chopo. Es un trabajo que requiere agilidad, fuerza y destreza y no está exento de riesgos. Su compañero, desde el suelo, dirige la caída de las vigas cortando las ramitas, separando la madera según su destino.

Al repetir el turno de doce años, el árbol produce una nueva cosecha de vigas en cada ciclo. Durante este tiempo, el tronco y la cabeza continúan engrosándose. A lo largo de su vida, un árbol puede recibir muchas guarniciones.



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