martes, 10 de noviembre de 2015

A buen tiempo, buena cara.

Diario de un Peregrino Primitivo IX
(Fonsagrada - O Cadavo; 25kms)

Un manto de nubes que persistirá, como un suelo algodonoso entre montañas, durante toda la mañana nos invita a un suave paseo de 25kms. El sol asoma lentamente. La humedad del alba nos embriaga.


El lento caminar me permite rememorar momentos, disfrutar del tiempo, del vivo color de los petirrojos que nos acompañan saltarines entre las zarzas.



Nos dedicamos a disfrutar. Observamos cada piedra, los hongos que adornan el camino, los arboles y su corte. Paisajes, pueblos, paisanos, ganado, fuentes y riachuelos, todo prescindible en el paisaje pero no por ello menos importante.

Me pierdo identificando árboles. Atravesamos bosques de pinos silvestres con sus copas encendidas (Pinus silvestris), pinos de monterrey y sus deformes piñas (Pinus radiata), castaños que atacan con sus espinosos frutos (Castanea sativa).

Observo reforestaciones de eucalipto que adornan con ese verde tan particular (Eucalyptus spp.).

Junto a una pequeña ermita o un cementerio, un gran y longevo tejo (Taxus baccata).


En el sotobosque, un emblema navideño, el acebo (Ilex aquifolium) junto a algún arranclán ya sin sus venenosos frutos (Frangula alnus spp. alnus).



En los márgenes las varas casi desnudas de abedules que nos ayudan a agarrarnos en alguna subida (Betula pubescens).


Pasan las horas hasta que llegamos a nuestro momento, la comida!.
En el bar Cada Miranda en A Lastra. De primero lentejas, pero que lentejas... De segundo, tercero y cuarto, patatas fritas cortadas a mano, costillas, churrasco y ensalada mixta y pan, pan. Postre, tarta o fruta regado con un más que generoso chorro de Cointroau por el propietario y cafés. 9€. Sí, 9€.

Seguimos, a paso más lento si cabe. Llegando al final del camino y Gustave encuentra nuestra cena.

Un enooooorme Boletus edulis.
Llegamos a nuestro albergue en el que estamos solo los 4.

Compramos lo necesario en el super y nos regalan aceite de oliva en el bar.
Unos estupendos espaguetis al suave sabor del boletus. Y de postre, plátano con chocolate, ahí es nada...


Un día más agradecemos los frutos de la naturaleza antes de que acabe este maravilloso día en el Camino de Santiago.

***

Aprovecha algún momento libre para volver a conectar.



.Jose Alemany

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