lunes, 11 de diciembre de 2017

Un testimonio que perdura a través de sus muros

Un testimonio que perdura a través de sus restos arquitectónicos 


Con anterioridad hemos hablado del Monasterio de la Orden de los Jerónimos pero a través de esta entrada quiero descubriles un secreto muy bien escondido, que con el paso del tiempo se ha ido marchitando hasta desvanecerse en escasos restos de piedra, lo que en antaño eran las once Ermitas del Valle de los Milagros. Teniendo en cuenta que el monasterio de la murta estaba conectada con las once Ermitas formando una metrópolis.


El muro de lo que queda de una de las once ermitas que desaparecieron.


Las ermitas eras las siguientes: La ermita del Calvario, la ermita de Santa Marta, de Santa Sofía, de San Juan, de San Pablo, de San Salvador, de San Benito, de San Onofre, de San Miguel, de San Jerónimo y la ermita de Santa María. Las construcciones de las once ermitas se cree que deriva de los once ermitaños que convivían con los monjes de la Orden de los Jerónimos. De todas las ermitas nombradas en la actualidad solo se conservan diversos elementos arquitectónicos de la ermita del Monte Calvario y la ermita de Santa Marta.


La ermita de Santa Marta esta ubicada en las inmediaciones de una planicie muy característica por la que recorre el sendero que comunica la vía de acueductos con la Fuente de la Murta. La ermita de Santa Marta era una construcción de planta rectangular, de manera que se puede apreciar observando los muros que todavía quedan en pié. La ermita disponía de bancos, de una pequeña fuente, y de un altar del cual apenas se puede apreciar sus restos. También llama la atención una pared adornada con una imagen de San jerónimo con su símbolo más representativo, el león.


Equipamiento  para evitar el deterioro de la pared


Pintura de San jerónimo con el león



La ermita del Monte del Calvario es de la dos ermitas la que mejor se conserva. Está se encuentra situada en la orilla de la formación montañosa más cercana a la balsa que conecta con el acueducto. Se puede acceder a través de un sendero de muy corto recorrido, que se caracteriza por la abrupta pendiente por la cual se sube. Entre sus restos arquitectónicos de su edificación llama la atención una torre cuadrada que se conserva bastante bien, y desde el punto superior de la torre podremos ser testigos de unas vistas panorámicas espectaculares del valle.


La entrada a la ermita del Monte del Calvario con el detalle de la torre


Vistas al valle por medio de una de las ventanas de la ermita del Calvario



En las paredes de las ermitas se han encontrado graffitis ancestrales muy distintos a los representativos del Siglo XXI. Estos símbolos se encontraban ocultos tras las capas de cal. Cada uno de los símbolos lleva consigo un tipo distinto de representación entre las que destacan las náuticas, elementos arquitectónicos, sistema de contabilidad, un rostro humano o una simbología religiosa de cruces. No cabe duda de este testimonio viviente que nos da a entender las diversas actividades, actos religiosos o sistemas de numeración que se desarrollaban en la Valle de la Murta.


Representaciones en símbolos 








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