martes, 3 de marzo de 2015

EL RENACIMIENTO DE UNA ESPECIE


¿Qué pensarías si te dijeran que unas perdices salvaron la existencia de una especie?
Pues sí, en esta ocasión las perdices sirvieron a la “tramussera valenciana” (Lupinus mariae-josephi) como estrategia para perpetuar su existencia en los montes valencianos. 
Todo empezó cuando una cazador se dio cuenta del comportamiento que tenían las perdices a lo largo del tiempo, ¿Qué quiero decir con esto? Pues que este hombre siempre veía a las perdices en los mismos bancales. ¿Porque este comportamiento tan recurrente? Pues entonces este cazador se acercó a estos bancales y empezó a observar que habría allí que podía justificar el comportamiento tan recurrente que tenían estas perdices, entonces empezó a darse cuenta de que aquellos bancales estaban repletos de una plantita que en el resto del monte no la había visto jamás, y, allí estaba.

“La tramussera valenciana” Lupinus mariae-josephi una planta endémica de la provincia de  Valencia.
Entonces este cazador pensó en recolectar unas pocas semillas de aquella planta para cultivarlas posteriormente. Estas semillas son las que sirvieron unos 25 años después para que esta especie pueda perpetuarse en nuestros ecosistemas, ya que hoy en dia solo se conocen cinco poblaciones de esta especie; dos en Monserrat y una en Llombai, Xativa  y en el parpallo de Gandia.

Esta historia nos puede enseñar un principio básico para que la vida de nuestros montes perdure durante el tiempo de una manera sostenible y coherente, que es acercar a la población local a los recursos naturales y favorecer que se viva de forma cercana con la naturaleza y no se dejen de lado los montes, porque sin este cazador o sin estas perdices, la tramusera hoy en día no sabemos cómo se encontraría, pero que pasa hoy en dia con nuestros montes? Desde ya hace años que los intereses de las personas ya no están ligados con el monte y sus aprovechamientos, entonces se retira el interés en que los montes y nuestra naturaleza persistan en el tiempo, algo muy triste pero real.

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