Para conocer y valorar el Paraje Natural Marismas de
Isla Cristina es fundamental describir los principales aprovechamientos que se
obtienen o se han obtenido en este tipo de ecosistemas costeros estimando la
importancia que los mismos tienen para la sociedad actual ya sea por su valor
económico o su interés etnográfico e histórico y atendiendo a la necesidad de
su conservación.
En esta línea, debemos analizar con profundidad
los aprovechamientos naturales y tradicionales de las marismas: Molinos de
Mareas, Salinas, Pesquerías, marisqueo, etc.
Se nos antoja fundamental conocer el funcionamiento de
los Molinos Mareales, valorándolos como ingenios que supieron aprovechar una
energía renovable sin costes medioambientales (con entrada propia en el blog).
Molino del Tamujar
Grande, Pozo del Camino
En las
Salinas Artesanales de Biomaris (con entrada propia en el blog), el proceso de extracción de la
sal es completamente natural y tradicional. Se inicia a finales de la primavera
cuando la operación de llenado de los esteros se produce con la marea alta. El
estero alimenta las balsas de concentración que a través de un corredor
principal alimenta las naves de cristalización. Con un sistema de compuertas el
agua se conduce por corredores secundarios que rodean las naves de
cristalización, formadas por grandes cuadrados, pozas o pilas, dispuestas
paralelamente por parejas, donde el viento y el sol culminan su labor: la sal.
Salinas artesanales Biomaris
La pesca de los esteros de las marismas, es una actividad hoy en día
simbólica pero que forma parte de la cultura tradicional isleña. Son pocos los pescadores que siguen
con esta faena pero las personas que tengan el privilegio disfrutar de ella en
algún momento podrán presenciar un espectáculo único en Europa, tan solo
posible en las marismas de Huelva y Cádiz.
Si las salinas fueron un
importante motor económico desde la época romana, en el siglo XX entraron
en crisis, entre otros factores, por la aparición de competencia
nacional y extranjera, por el descenso en la producción de salazones, la consolidación
de la industria del frío y la falta de adecuación técnica de las salinas tradicionales frente a las
mecanizadas.
¿Qué hacer entonces con esas lagunas de agua salada ahora que las pilas están
en desuso? La recuperación de la pesca de
esteros fue la respuesta. Estos bancos de agua salada sirven de estanque
para la crianza de alevines que entran arrastrados por las corrientes.
Los
pequeños peces entran a las aguas de la salina libremente por una compuerta
hasta el mes de abril y allí se van alimentando de mariscos del estero y otros pececillos. A partir de
septiembre los peces han alcanzado un tamaño considerable y se inicia la
temporada del despesque o captura
del pescado de los esteros.
El día del despesque la cita coincide
con la bajamar, momento en el que el estero se descarga de agua y se extiende
el copo para hacer el primer lance. Tras pasar las redes por el recodo del caño
con el agua hasta el pecho, los hombres reúnen las puntas del arte y cierran el
copo donde se acumula la pesca.
Conforme extraen las redes el agua parece que hierve por los saltos de los
peces.
El primer lance es el más productivo con numerosas lubinas,
lisas, anguilas, doradas o lenguados. Después vendrán hasta tres o cuatro
lances más; con pescado de cualidades organolépticas casi idénticas a las de
sus semejantes de alta mar, con poca grasa y sabor intenso.
Despesque de los esteros
Como venimos analizando, en las marismas, se pueden seguir
realizando las actividades tradicionales, siempre que no pongan en peligro los
valores naturales. Otra ocupación histórica es el marisqueo, capturándose
básicamente Almejas (Ruditapes decussatus), Pirulitos (Polititapes aureus), Longuerones
(Solen marginatus), Berberechos (Cerastoderma edule) y Meriñaques (Crassostrea
gigas); bocas del cangrejo “Caballete o Barrilete” (Uca tangeri) y Armiñocas
(del portugués minhoca - lombriz) para cebo de pesca (Nereis diversicolor).
Mariscadores en plena faena con la bajamar: meriñaques en los caños.
Meriñaques, almeja fina y longuerones.
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