sábado, 4 de noviembre de 2017

Izki, el gran desconocido

Por medio de esta y de las siguientes entradas quisiera daros a conocer el Parque Natural de Izki. Fue declarado como tal en 1.998, además de estar integrado en la Red Natura 2000 como ZEC y como ZEPA. 

Pero, a pesar de esto, a día de hoy sigue siendo el gran desconocido, no sólo en Álava, sino en todo el País Vasco. El resto de parques naturales son los que se han llevado la fama...¡y los visitantes! Aunque poco a poco eso va cambiando, me gustaría que conozcáis algo de este lugar que tanto me gusta y por el que siento una especial debilidad.

¿Me acompañáis?



El Parque Natural de Izki se encuentra ubicado en la provincia de Araba, en la comarca de la Montaña Alavesa, extendiéndose por los municipios de Arraia-Maeztu, Bernedo y Campezo. Su extensión es de 9.143 hectáreas, repartidas entre estos tres municipios y con un único núcleo habitado dentro de los límites del parque: Korres, un pueblo medieval declarado Conjunto Monumental en 1996 por el Gobierno Vasco.

Esencialmente, Izki es bosque y roca. Principalmente un marojal, pero también hayedos, carrascales, alisedas, quejigales, bosques mixtos, abedulares, bosquetes de álamo temblón, robledales... cubren gran parte de este espacio natural. Todos estos bosques componen un continuo que supera las 7.300 hectáreas, siendo uno de los espacios forestales más extensos no sólo en el País Vasco, sino en todo el sur de Europa. Pequeños ríos –Izki, Molino, Berrón–, surcan el valle. En algunos puntos aflora el agua formando charcas, trampales e incipientes turberas. En estos humedales, aparte de una interesante fauna de anfibios y aves se desarrolla una valiosa flora. En el cielo, planeando por encima del bosque, destacan las esbeltas figuras de aves rapaces que descansan y crían en los majestuosos cortados calizos de las cumbres de Izki. Pero a todos estos habitantes los iremos conociendo más adelante.


foto propia

Los amplios pastos de las zonas altas, donde se alimentan vacas, yeguas y ovejas, delatan la presencia del ser humano. Un amplio patrimonio cultural transmite la historia de estos valles y montañas: cuevas artificiales, ermitas, poblados fortificados, túmulos, caleros, castillos, restos arqueológicos... y como colofón el pueblo medieval de Korres, único núcleo habitado en el interior del Parque. La gastronomía, la artesanía, las fiestas tradicionales, las romerías y la existencia de acogedoras casas rurales salpicadas por los pueblos cercanos a Izki incrementan el interés del Parque Natural.


foto propia


Aunque Izki se ubica totalmente en la zona atlántica, los procesos ecológicos de este enclave están claramente influenciados por el ambiente mediterráneo, pudiéndose considerar como un área de transición. Son varios los enclaves de notable interés, pero destaca especialmente la superficie ocupada por un tipo de roble, el rebollo, marojo o melojo, también conocido como ametza en euskera (Quercus pyrenaica). Aunque esta especie está presente en otras zonas de Álava, no existe ningún otro lugar en el que ocupe tanta extensión ni en tan buenas condiciones.


Es un auténtico lujo que, de toda la superficie del Parque Natural, el 80% sea bosque, algo difícil de encontrar hoy en día. Un buen índice de su estado de salud ambiental es la presencia de especies delicadas que sólo sobreviven en bosques de cierta extensión y madurez, tales como la excelente representación de murciélagos y aves forestales tanto rapaces como paseriformes y, en especial, los pícidos o pájaros carpinteros. El protagonista es el pico mediano, cuya población en Izki representa el 30% del conjunto ibérico. 

foto: turismovasco.com


Con estas cifras podéis haceros una idea de la importancia de este lugar y de su gran valor ecológico. En las próximas entradas conoceremos más sobre los habitantes del lugar, tanto animales como humanos, su flora, su cultura y, en definitiva, todo lo que tiene para ofrecernos este paraje sin par.

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