El agua es el elemento más valioso de este Parque Natural, ya que es abundante y
de calidad, y muy posiblemente, sea el motivo por el cual este sea un lugar con
un rico pasado histórico-cultural.
Las
formaciones geológicas que dan forma a este parque natural, compuesto en su
mayor parte por rocas carbonatadas, calizas y dolomías, predominantemente
fisuradas, y con un alto grado de permeabilización, hacen que cuando cae la
lluvia en estas tierras, se cuelen rápidamente hacia zonas profundas donde se
acumulan y terminan rebosando en forma de manantiales. Es por esto por lo que
este parque natural puede considerarse un embalse subterráneo, con importantes
fuentes, manantiales y cuevas, creadas por el efecto de la erosión a lo largo
de miles de años y que han formado cuevas como la conocida Cueva del Agua, que
en tiempos pasados era utilizada para encerrar al ganado, y que actualmente
está cerrada para su protección.
Seguramente
este hecho no pasó desapercibido entre los seres humanos que habitaron estas tierras hace miles de años,
ya que son numerosas las huellas prehistóricas de actividad humana situadas en
algunos puntos del parque, como por ejemplo, las pinturas rupestres del
neolítico encontradas en cuevas situadas en farallones del parque natural.
Tampoco
al imperio romano le pasó por alto la riqueza de las aguas en este lugar, ya
que aprovecharon el cauce del río Beas, que tiene su nacimiento en esta Sierra,
y canalizaron el agua del rio hasta
Cenes de la Vega, donde tenían ubicada una mina de oro en la cual utilizaban el
agua como sistema para la rotura del macizo mineralizado.
Pero
fue sin duda el legado musulmán el que nos dejó su visible huella en diferentes
puntos del parque en forma de acequias, alquerías o baños árabes.
El
afloramiento de agua más significativo en la Sierra es el de Fuente Grande, que
se encuentra en el entorno del pueblo de Alfacar, contando con unos caudales de
entre 50 y 250 litros por segundo.
Nacimiento Fuente Grande. Foto: propia. |
De este afloramiento parte la acequia de
Anydamar (siglo XI) que es la más importante ya que conducía el agua hasta la
ciudad antigua de Granada, lo que hoy es el Albaicín. Actualmente esta acequia
sigue conduciendo el agua desde Fuente Grande hasta Granada.
Acequia Anydamar. Foto: propia |
En el afloramiento
de Fuente Grande, si caminamos paralelos a la acequia, se encuentra el camino
de los mártires, que es una ruta que transcurre junto a la acequia y que va
desde Alfacar hasta el municipio de Víznar, y que a los pocos metros de iniciar
la marcha, cuenta con un parque homenaje al granadino más ilustre, Federico
García Lorca, que tiene en su interior un olivo catalogado de carácter singular, un
monolito con diversos poemas y una fuente.
Parque Federico García Lorca. Foto: propia |
El parque se encuentra en la zona
donde se cree que fue fusilado el poeta. Si seguimos la ruta podremos observar
una vegetación propia de zonas húmedas y en todas las torrenteras que cruzan la
acequia pasaremos por puentes y muros de piedra de la época nazarí.
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