lunes, 6 de noviembre de 2017

¿Qué me ofrece Izki? Valores naturales: flora y geología

En la entrada anterior (aquí), os presenté al Parque Natural de Izki. En las próximas entradas quiero mostraros lo que este espacio natural tiene que ofrecernos. ¿Qué lo ha convertido en un ENP? ¿Cuáles son las peculiaridades de este lugar? 

Empezaremos por la flora y la geología.

Flora 


Izki se encuentra en los límites entre la región atlántica y mediterránea, lo que favorece que exista una gran variedad de árboles y arbustos: marojos, hayas, abedules, quejigos, encinas, arces, álamos temblones, acebos... Algunos están catalogados como Árboles Singulares, debido a sus peculiares características de tamaño y edad. Es el caso del tejo y el tilo de Antoñana. 

foto propia

foto propia

Pero también hay que destacar un elevado número de plantas no leñosas; como las adaptadas a vivir en las grietas y repisas de los roquedos, las bellas orquídeas o interesantes especies que crecen en las zonas húmedas del Parque Natural, entre las que destaca una singular atrapamoscas (Drosera longifolia), planta carnívora muy rara en el País Vasco. 


foto: aquí


No puedo dejar de mencionar el rebollo, marojo, malojo o ametza (Quercus pyrenaica). Este árbol tiene en Izki una gran representación y no existe en toda la Península, ni siquiera en todo Europa, un lugar donde haya una extensión tan grande y tan  bien conservada de esta especie. Se asienta sobre la cubeta del río Izki, en suelos arenosos, bien drenados y edificados sobre sustrato silíceo en ambientes soleados y poco neblinosos. La localización del Parque, a caballo entre el clima mediterráneo y atlántico, favorece que se den las condiciones propicias para la existencia de considerables superficies de marojal. Esto, unido a la fuerte insolación y sequedad atmosférica, le dan ventaja sobre el haya y la escasa retención de agua en el suelo le permiten prosperar sin la competencia del roble. La extensión del melojar es de 3.498 ha, abarcando el 47,94% de la superficie arbolada total.


foto: aquí


Geología


En sus orígenes Izki fue agua. Hace entre 40 y 100 millones de años esta zona estaba cubierta por un mar somero. Así lo atestigua la presencia de fósiles de bivalvos, corales, algas y otros seres vivos marinos, en las rocas de este Parque Natural. También se han encontrado restos fosilizados de grandes vertebrados, como huevos de dinosaurios. Posteriormente, diferentes fuerzas geológicas plegaron y elevaron los materiales depositados en el fondo marino. Las areniscas y calizas así formadas, y tras miles de años de erosión, dieron lugar a un amplio valle circundado por abruptas montañas, que es el relieve actual. Entre los distintos puntos de interés geológico de Izki como son el barranco del Molino, el de Korres o la laguna de Vírgala, destacan las minas de asfaltos naturales de Atauri y Maestu.

foto propia

Algo que llama muchísimo la atención de todos los que visitan este parque es que, sobre todo en la zona central del bosque, el suelo es de arena. Pero arena como la de la de playa, sólo que un poquito más oscura.


Ya habéis conocido un poco más de este ENP, pero aún nos queda mucho por ver. Os espero en las próximas entradas para seguir descubriendo Izki.

¡Hasta la próxima!

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