Cuando oímos
hablar del PRUG (Plan Rector Uso y Gestión) o del PORN (Plan Ordenación
Recursos Naturales), tenemos que tener en cuenta la gran dificultad que
conlleva redactar este tipo de documentos para plasmar en un papel lo que será
el “ángel de la guarda de nuestro espacio natural protegido”. Para esta ardua
tarea se tienen que tener en cuenta los puntos de vista de usuarios, población
local, colectivo de personas que desarrollan actividades en ese medio,
políticos, ecologistas y así un largo etcétera.
En el caso
particular de nuestro Parque Natural del Turia no va a ser menos y si podéis
echarle un vistazo a dichos documentos, sobre el papel veréis una gestión para
la protección y conservación impecables, es decir, la teoría está muy bien pero
en la práctica todavía queda mucho trabajo por hacer. Lo cierto es que no se si
estoy tirando piedras sobre mi tejado puesto que la finalidad de este trabajo
era potenciar los valores de este espacio y lo que en esta entrada se va a
tratar es justamente todo lo contrario.
Varias son
las cosas que he visto que no me cuadra en un Parque Natural. La primera es
referente a plan de prevención de incendios puesto que a lo largo de 20 km de
vegetación tan inflamable como pueda ser las cañas o el matorral seco, no hay
ni un solo cortafuegos y en ciertos lugares se puede apreciar zonas de gran
acumulación de materia vegetal seca o incluso restos de poda.
Segundo,
todavía queda gran cantidad de construcciones ilegales muy próximas al cauce
del río, además lo peor de esto es el uso que se les sigue dando, como por
ejemplo venta de bicicletas usadas de “dudosa” procedencia o también los
múltiples chiringuitos clandestinos. Estos lugares al no estar sometidos a
ninguna legislación, no cumplen con las normas establecidas de seguridad e
higiene las cuales por estar en un entorno mucho más sensible de lo habitual,
deberían ser más estrictas.
Esta imagen
lo plasma claramente, como una de estas construcciones, en la que se venden
bicis y chatarras está rodeada por un incendio que hubo el verano pasado y
quemo varias hectáreas de ribera.
En estos
momentos ya se ha retomado la actividad en dicho lugar pero la actividad del
bosque quemado tardara unos años en reponerse.
Supongo que
la solución no es fácil pero hasta que esto no se solucione, los gestores del
Parque Natural del Turia tendrán una gran deuda pendiente.
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