A unos 500 metros del túnel llegamos
a una curva del camino desde donde a mano derecha se puede contemplar en la
umbría de la montaña una gran oquedad natural conocida con el nombre de “Boca
de la Ballena ”
o de “Cova de Bou”.Para acceder a ella tenemos que subir por una senda, es la
zona de mayor dificultad de la ruta, aunque la mayoría de los visitantes,
pueden subir sin ninguna dificultad.
En esta parte del recorrido hay
innumerables leyendas de los lugareños, desde que se trata del ojo del diablo
(debido a su ubicación estratégica con vistas a toda la bahía)
El enclave es mágico,otra de las
leyendas de Serra Gelada,
Cuentan los marineros que en las
Peñas de Arabí (como ellos llaman a Sierra Helada) existe un gran tesoro que,
naturalmente, perteneció a los moros. En Albir, que en árabe significa
pozo, se han encontrado muchas monedas, armas y joyas, pero el legendario
tesoro está aún por descubrir. Según los marineros, en sus viajes por tierras
argelinas, habían oído historias trasmitidas por los expulsado en 1609, que
hablaban del tesoro de Sierra Helada. Según ellos, el tesoro se hallaba
escondido debajo del pico más alto de la sierra, que naturalmente es el primero
que recibe los rayos solares (de que me suena a mi esto).
Antes de llegar a la llamada “Boca de
la ballena” nos encontramos con las minas de Ocre
Las primeras labores mineras en Serra
Gelada fueron realizadas por los fenicios y, posteriormente, por los romanos.
En tiempos modernos esta mina (Mina San Francisco) comenzó a explotarse a
finales de los años 40 del siglo XX, manteniéndose su explotación, muy
rudimentaria y artesanal, hasta finales de los 70.
El ocre es un tipo de arcilla con
óxido férrico que le da ese color rojizo característico. Se utilizaba como
pigmentación, podemos hacer una prueba cogiendo un poco de esta tierra y
mojándola un poco en nuestras manos. Existen dos desvíos del antiguo camino del
faro que bajan a las minas de Ocre. En la primera senda encontraremos varias
cuevas rojizas donde se extraía el mineral, aunque recomendamos mejor bajar por
la segunda senda, en la cual encontramos restos de las construcciones
realizadas para el transporte del ocre. Este lugar también es muy popular entre
los pescadores, al existir una pequeña cala que toma el nombre de la mina.
Su laboreo estuvo dedicado a la obtención de ocres que se destinaban a
diversas fábricas de pigmentos y colorantes. En esta mina existe un predominio
de ocres rojos sobre los de otras tonalidades. La denominación genérica “ocres”
corresponde a mezclas de óxidos y/ o hidróxidos de hierro con arcillas.
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