Para iniciar el camino hacia estos mundos de espiritus y criaturas del inframundo, comenzaré por relatar una bella historia sobre la creación de los astros. Dice así:
" Cuando en la tierra dominaba la oscuridad, los humanos se dirigieron a la madre tierra para rogarle que les ayudara a luchar contra los malos espíritus. La madre tierra, escuchando sus ruegos, creo a su hija, la luna. Los humanos agradecieron su creación, pero su luz no era suficiente para luchar contra el mal. Entonces, volvieron a rogarle a la madre tierra que les trajera algo que logrará aportar más luz y que pudiera vencer a la oscuridad. La madre tierra escuchando el ruego creo a su segunda hija, el sol, y de esta manera se creo el día. Desde entonces, ningún mal espíritu les acechaba durante el dia, pero cuando el sol se hundía en los enrojecidos mares, nacía la noche, y el mal, salía de su escondite para seguir acechando a los humanos. Entonces lo humanos pidieron a la madre tierra que les diera algo para ahuyentar a los malos espiritus durante la noche, y la madre tierra creo el "eguzki-lore" (flor del sol). La madre tierra les dijo que pusieran dicha flor sobre las puertas de sus casas y no salieran de ellas durante la noche. Desde entonces, los humanos no volvieron a sufrir las amenazas del mal ".
Eguzki-lorea |
Es el personaje femenino de la mitología vasca por excelencia, la diosa madre que preside las tormentas y derrama lluvia abundante para fertilizar la tierra, o castiga a los pueblos con grandes sequias. Es conocida por los nombres de: Txindokiko Marie (en Amezketa); Muruko Damea (en Ataun); Sugarra (en Ataun) y Ararlarko Damea (en Amezketa).
Diosa Mari |
Según las creencias en Amezketa Mari pasa unas temporadas en Aralar, otras en Aitzkorri y otras en Murumendi. Se cree también que tiene una devanadera de oro en Aralar. Con frecuencia se oye hablar de sus siete hijos. Se dice en Ataun y en Azkoitia: " Mari muruko, zazpi seme munduako, eta bat bakarra ere ez zerurako ", es decir, " Mari de Muru, siete hijos para el mundo, y ninguno para el cielo ". Se dice que durante las tormentas Mari surca los cielos con un carro tirado por cuatro caballos.
GENIOS
En la cueva de Putxerri existe un genio - el eco - que contesta el que lanza voces hacia dentro. Es fama, que atraviesa la peña hasta el lado opuesto donde termina en un portal en el que se levanta un tejo. Se dice que en las raíces de este árbol, se halla un pellejo de oro lleno de oro.
En Ataun sostienen que el eco es producido por las montañas, lo cual expresan diciendo: " Mendik eantzun dik "(ha contestado el monte). Si se da un grito en la cueva de entrada del Putxerri, luego se oye su eco que viene del fondo del antro. Los pastores y leñadores que andaban en aquella montaña decían que tal eco era contestación del genio que tenía allí su mansión.
" En el camino que va de Lizarrusti a Ormazarreta se le presentó a un pastor alguien montado en un caballo blanco, y le preguntó a ver donde estaba la cueva de Putxerri. El pastor se la mostró y a cambio le dio en premio una moneda, y luego partió y desapareció de la vista del pastor. Y su dinero en las manos del pastor se convirtió en polvo ".
SORGINAK (BRUJAS)
Cuentan en Ataun que entre varias costureras surgió una disputa a cerca de si había o no brujas en el mundo. Por fin todas se inclinaron por la opinión afirmativa, menos una que siempre se mostro incredula en ese punto. Volvía esta al anochecer a su casa cuando de pronto se le aparece un grupo de brujas diciendo: "Ez geala, baino bagatittun. Maripetrallin ez beste guztik hemen gaittun" (que no somos, pero si estamos, aquí estamos todas menos Maripetrallin). Y diciendo esto cada bruja le arrancó un pelo. Añaden que la infeliz costurera se quedó sin un cabello. Calcúlese cual sería el número de brujas.
Sorginak (brujas) |
EL GENTIL DE MUSKIA
Muskia es un monte de Ataún, situado al sur de San Gregorio. Cerca de su cumbre existe una gruta que se señala como antigua habitación de los Baxajaunes y del gentil del presente relato.
Un gentil que vivía en la cueva de Muskia, se apoderó de un cristiano. Para que este no se apartara de allí, le puso en un dedo de la mano una misteriosa sortija que continuamente decia a gritos: "aquí estoy, aquí estoy". Una vez se ocultó dicho cristiano entre las pieles de ovejas que el gentil tenía amontonadas. Sin duda, al gentil le parecieron las voces de la sortija un poco lejanas y se puso a pensar si procedería de fuera. Abrió la puerta y salió de la cueva; a su vez el cristiano se sacudió el montón de pieles que le cubría y se dió a la fuga alejándose de allí. Al oir el gentil la voz de la sortija corre tras ella; el cristinao desesperó de su salvación, en esto se le ocurre cortar el dedo con una piedra y lanzarlo con su sortija al rio Mikolalde. Cuando el gentil llegó a Mikolalde oyó la voz de la sortija que salía del pozo y creyendo que dentro estaría el cristiano se lanzó a él y allí quedo ahogado.
Gentiles |
TARTALO
Es un hombre gigante de un solo ojo, pastor de oficio. Este gran hombre rapta a los jovenes de los pueblos y se los come, por ello siembra el miedo en muchos valles de Euskal Herria. Este cíclope es muy conocido en mitologías de otros países, por ejemplo, en la mitología griega clásica, como en Castilla y el Cantábrico, llamado en Castilla Ojancano.
Tartalo |
Según el relato, fueron dos hermanos la monte a cazar y les cayó una enorme tormenta encima. Queriendo resguardarse, se refugiaron en una gran chabola que había por allí. En seguida, se les metió dentro un rebaño de ovejas y por detrás un hombre gigante con un solo ojo. Tan pronto como acabó de entrar cerró la entrada con una enorme piedra, y en ese momento se dieron cuenta que estaban dentro. Entonces Tartalo les dijo que se comería la mayor de los hermanos para la cena, y que dejaría la más joven para el día siguiente. Así pues, le metió el aguijón al mayor, lo quemó y se lo comió. Después de llenarse bien el estomago, se quedó dormido en el suelo. Viendo eso, Antimuño, el hermano pequeño cogió el aguijón, lo quemó en el fuego y se lo metió a Tartalo en el ojo. Este se levanto gritando con el aguijón en el ojo queriendo encontrar al joven, pero las ovejas se lo impedían. A la mañana, quitó la piedra y se puso delante con las piernas abiertas. Empezó a llamar a sus ovejas una por una por su nombre para que pasaran entre sus piernas a fin de coger al joven. Este, con una piel de oveja sobre su espalda paso entre su piernas y logró escapar. Tartalo se dio cuenta de ello, y escuchando sus pisadas al correr siguió trás el. El joven cayó a un pozo, Tartalo no sabía nadar y el joven murió ahogado en el fondo del pozo.
Esta ha sido mi última entrada, aunque creo que no sería justo cerrar este circulo sin homenajear al más ilustre arqueológo del Pais Vasco, quien como yo, muchos jovenes de nuestra época tuvimos el honor de visitar en su casa de Ataun cuando todavía vivía. Así que en la última entrada hablaremos de Joxe Miguel de Barandiaran. Hasta pronto, nos vemos!!
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