LA BALSA
Llegamos a la propia fuente. De ella emanaba bastante agua, mucha más que en la actualidad. Esta agua iba a parar a una balsa, no muy grande, que había más allá de la fuente, por una senda que baja y deja la fuente a la derecha. Por esta senda, después de bajar unos metros, se encuentra la actual balsa rehabilitada, situada en el mismo sitio que la antigua.
La antigua balsa no era muy profunda. En el borde no cubría y en una de las paredes había unos escalones donde se sentaba la gente para bañarse. En la parte de arriba de la balsa había una higuera que daba higos blancos, y que todavía se conserva, mientras que la higuera de la parte de debajo de la balsa era de higos normales. También en la parte de abajo, pero a la derecha de la higuera, construyeron y estuvo en funcionamiento unos años, hasta que no se pudieron mantener unas casetas que servían como vestidores. Pero, antes de la construcción de los vestidores, el lugar más común para cambiarse era, como no, los cañares que por allí abundaban. Y claro está, siempre que se combinaban cañas y mujeres cambiándose, allí estaban las cuadrillas de niños para intentar ver todo lo que podían a escondidas.
Lo cierto es que las collas de jóvenes casi siempre tenían que estar acompañadas de un adulto para vigilarlos y evitar las habladurías. De hecho, si decían que iban con los amigos a pasar el día a la Font Amarga, sobre todo si era con una chica, lo primero que los padres preguntaban en casa era ¿Quién os acompaña?, ya que si no merecían su confianza, no les dejaban ir.
Lo que también hicieron, fue construir una piscina más grande en la parte de debajo de la fuente, actualmente enterrada bajo el actual parking, una piscina que no estuvo muchos años en funcionamiento. Para nadar en ella había que pagar un dinero al encargado, que te ponía un cuño en el brazo. Mientras funcionaba la grande para quien subía a refrescarse, la pequeña quedó para un uso más medicinal. La actual balsa que ahora ven rehabilitada quedó sepultada en medio de una frondosa vegetación, y la casa del procurador derrumbada.
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