Introduciendo la razón de cómo llegó a suceder toda la historia de la relación de la pesca con la Albufera, se remonta sobre los tiempos de Jaime I, donde unos vecinos, del por aquel entonces pueblo de Ruzafa, se trasladaron e instalaron en El Palmar para poder pescar sin necesidad de trasladarse cada día y aprovechar y rendir más en la labor, labor que con el tiempo fue reconocida y aceptada por Jaime I.
Hoy en día son los pescadores de raza, los únicos que tienen derecho a la pesca por formar parte de la Cofradía de Pescadores. Una tradición que se transmite de padres a hijos con prácticamente las mismas técnicas artesanales que hace siete siglos.
La pesca siempre se desarrolló en perfecto equilibrio con la supervivencia de la Albufera hasta que llegó a principios del siglo XX, la industrialización a Valencia provocando en la Albufera una pérdida de parte de sus recursos y tradiciones.
Desde ese momento, las tradiciones y métodos de pesca que se realizaban durante siglos entraron en declive hasta llegar al punto de desaparecer, el único tipo de pez que todavía mantiene con vida la pesca en la Albufera es la lisa.
Pero por ejemplo, el tipo de pesca muy común antiguamente en la Albufera, pero que por diversas razones y con lo anteriormente mencionado ha acabado desapareciendo, es la pesca de la anguila.
Antiguamente se pescaban lo que se conoce como a la moliná, esto consistía en una gran bola de cebo que se cogían todas y luego se colocaba como un especie de paraguas debajo, lo sacabas del agua y caían dentro. Este tipo de pesca se practicaba en las acequias.
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