Los tan conocidos pasos de agua o comúnmente conocidos cómo acequias, no llegaron a aparecer en la albufera hasta la llegada de los romanos y musulmanes, lo cuales trajeron los cultivos de arroz a la Albufera y utilizaban las acequias cómo pasos de agua para poder suministrar agua a sus cultivos.
Debido a que la cultura del arroz y cultivo aún se encuentran a día de hoy en la Albufera, las acequias se han mantenido intactas e incluso el número de estas ha aumentado con respecto al momento en el que se crearon con el aumento de la agricultura en este lugar.
La cantidad de acequias que podemos encontrar en la Albufera es muy grande y cómo es común, dentro de está gran cantidad presentes hay un grupo de estas que son más relevantes que el resto, las cuales son: Acequia real del Júcar, acequia madre de Sueca, Acequia de Favara, acequia de Rovella y Acequia del Oro.
Con respecto a las acequias, las anteriormente nombradas se diferencian del resto por el papel que presentan a la hora de proporcionar agua a los cultivos de la Albufera, ya sea porque permiten la llegada de agua a zonas menos comunicadas al lago o porque sin ellas el transporte de agua sería imposible o muy costoso.
No de una forma tan relevante cómo la anterior, pero las acequias también se han utilizado y utilizan para delimitar la extensión de los territorios y ubicar las localidades o pueblos que se encuentran alrededor del parque natural.
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