La naturaleza aquí es centenaria, destacando los chopos, eucaliptos, plátanos de sombra, algarrobos, olivos, sauces, cipreses, pinos y olmos, una de las especies es datada en la revolución de 1868 junto a la ermita.
La fauna, tanto acuática como terrestre y aérea, está presente, destacando los peces y patos en el estanque, las ardillas corretean por la copa de los árboles y una gran variedad de pájaros anidan en este espacio.
Es especial para los niños, ya que además de disponer de una zona de juegos rodeada de árboles, podrán correr y jugar por todo el espacio al aire libre en muchas de sus zonas.
Dispone de baños públicos, zona de gimnasia para personas mayores, una vía accesible para discapacitados, mesas de picnic con banquitos para quien quiera comer allí.
El recinto está rodeado de paneles informativos para conocer más el entorno, su historia desde los inicios y las normas a seguir para visitar el espacio.
LA ERMITA DE SANT VICENT FERRER
Destaca en el parque su preciosa ermita, es conocida como la Ermita de Sant Vicent Ferrer.
Se sabe que en la época medieval hubo una Ermita dedicada a la Mare de Déu de la Font según consta en un documento de 1758.
En 1750 se acordó el derribo de la vieja ermita
En 1751 comenzaron las obras con la colocación de la primera piedra de la nueva ermita, los gastos de la obra fueron por cuenta propia de la Villa de Llíria y finalizaron las obras en el año 1762; de ahí que la actual sea del siglo XVIII.
Foto propia |
LA LEYENDA DE SANT VICENT FERRER
Cuenta la leyenda que en el año 1410 hubo una gran sequía y que San Vicente Ferrer hizo rebrotar milagrosamente el agua de la secada fuente: “Crecerá y escaseará, pero para beber no faltará” esas fueron las palabras de San Vicente Ferrer y en agradecimiento le pusieron su nombre a esta fuente natural.
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