LA AUSTERA VIDA ERMITAÑA
Continuando nuestra visita por las bonitas sendas del Valle, llegamos hasta un lugar con mucha historia como es la Ermita de San Antonio "El Pobre ".
Esta ermita recibe su nombre de San Antonio Abad, fundador de la vida eremítica. (eremita o ermitaño es una persona que elige profesar una vida solitaria y ascética, sin contacto permanente con la sociedad).
Nacido en Egipto en el año 251 d.C. se retiró cerca del Mar Rojo como anacoreta. De él se dice que los mismos pájaros del cielo le llevaban pan mientras oraba.
Los montes de la zona fueron desde la Baja Edad Media la residencia de muchos ermitaños que vivieron entregados a Dios en obediencia, silencio, pobreza y castidad.
Estos monjes se alojaban en cuevas y oquedades, llevando una vida de oración y recogimiento en la Naturaleza.
La existencia de estos solitarios hombres fue modificándose en el S. XVIII. Empezaron a realizar algunos ejercicios espirituales en común y para ello se construyó esta pequeña ermita.
Finalmente obtuvieron por parte del Obispado unas constituciones para regirse, gracias a las cuales podemos conocer cómo vivieron los Hermanos de la Luz, guardianes del silencio.
En San Antonio el Pobre, vemos como una cueva horadada en la montaña, dio cobijo al ermitaño Juan el Pobre en el siglo XVI, originó la construcción de la ermita hacia el 1735 de estilo barroco.
Estancia dentro de la cueva. Foto: J.A.Lozano |
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